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Changbin revisaba su reloj cada dos segundos mientras miraba impacienten la salida por la que supuestamente saldrían. Mentiría si dijera que no había llegado con mucha anticipación para recibir a Felix y Yeongsu, estaba un poquito muy emocionado. Con todos los acontecimientos recientes los cinco días se le pasaron volando.
Pasó lo últimos dos días arreglando la habitación que usaban de bodega para que fuera apta de habitación para un niño de cinco años. Por suerte recibió mucha ayuda de Chan, ya que él no sabía mucho de niños y Bang sí tenía hermanos menores. Esperaba que le gustara.
Volvió a mirar entre la gente, se supone que ya deberían haber llegado, estaba seguro que que su había visto el anuncio en la gigante pantalla azul de que el avión ya había aterrizado.
¿Y si algo había pasado? No, no podía empezar a sacar conclusiones así, solo harían que se sintiera más ansioso. Pero ahí estaba buscando más desesperadamente entre la gente que caminaba frente a él.
ㅡ¿Qué haces, hyung?
Felix.
Volteó sorprendido de encontrar a su novio detrás suyo. ¿Cómo no lo había visto? Se lanzó a su cuello para colgarse de él en un extraño abrazo. El australiano le susurró un Yo igual te extraño mucho, mientras le acariciaba la cabeza.
Casi había olvidado que había alguien más ahí, de no ser por que sintió a este colarse entre medio del abrazo. Changbin se separó de Felix para ver al pequeño que se abrazaba de la pierna del rubio.
ㅡHey, hace mucho que no nos vemos, ¿cómo estás, amiguito?
El niño no respondió y solo se aferró más contra Felix. Bien, parece que eso le iba a ser difícil, pero ya tendría tiempo de acercarse más. Se enderezó para darle una sonrisa a su novio.
ㅡVamos a casa.
El camino se les hizo bastante ameno. Lee le contaba la mayor cantidad de cosas de su estancia en Canadá, además de divertidas anécdotas en ese país. Todo había resultado bien y ahora Yeongsu iba con ellos, sentado en la silla infantil que había comprado el día anterior.
Siendo honestos, Changbin sí tenía algo de miedo, tal vez era mejor llamarlo inseguridad. Podía ser que no hizo un buen trabajo y la habitación del pequeño no le gustaría. Tal vez no había escogido los colores correctos (aunque varias veces Felix le había repetido que a Yeongsu le gustaba el morado), tal vez se le había olvidado redondear las puntas de algún mueble, tal vez se le había olvidado comprar algo de la lista que le mandó el australiano. Tal vez no sería un buen padre.
ㅡ¿Ves ese parque de ahí, Yeongyeong? Podemos ir a jugar ahí cuando quieras.
ㅡ¿De verdad?
ㅡClaro que sí.
ㅡ¿Hyung también vendrá con nosotros?
Los mayores de miraron por un segundo, Felix volteó buscando entender la pregunta de su hijo, quien tenía una mirada de duda hacia Seo. Yeongsu estaba hablando de Changbin, lo trataba de “hyung”, aunque era bastante comprensible en cierto punto. Sería muy incómodo cuando su novio se enterara que el niño ya lo llamaba “papá” a él. Aunque si tenía suerte, no se enteraría ese día.
