I LOVE YEONGSU .ㅡCHANGLIX

⭐13.

Seo salió del auto cuando ya había estacionado. Dio la vuelta para bajar a Yeongsu, abriendo la puerta y tomando su pequeña mochila para colgársela de un hombro. El estacionamiento era un lugar oscuro y lleno de autos, obviamente, para el niño no parecía un lugar donde hacían música.

Cuando hubo cerrado todo y puesto la alarma al auto, un Vamos salió de la boca de Changbin, quien comenzó a caminar hacia el ascensor. Se habían estacionado bastante cerca de ahí y no había movimiento en el estacionamiento así que el mayor no vio la necesidad de invadir el espacio personal del niño e incomodarlo al tomarlo de la mano.

Escuchó los pasos de Yeongsu detrás suyo, seguido de un tirón de su chaqueta. Miró de reojo por sobre su hombro, descubriendo al pequeño tomado de su prenda, caminando a su lado. Sonrió sin decir nada y siguió caminando.

Como al estacionamiento solo podían ingresar los empleados de la empresa, el ascensor le permitía ir directamente al piso donde trabajaba: el de los estudios. Todo era muy silencioso, además de la música que sonaba en el ascensor, bueno, por lo menos hasta que llegaron a la primera planta. Había varias personas, otros empleado, esperando a tomar el ascensor; subieron, saludando al compositor que estaba ya ahí.

El espacio en el armatoste se redujo, llenándose de gente desconocida, por lo que el niño se acercó más a Seo, tomando su mano y aferrándose al mismo tiempo de su peluche. Changbin lo miró, preguntándole si estaba cómodo, todas las personas eran más grandes que él así que tal vez se sentía intimidado.

ㅡ¿Quieres que te cargue?

Yeongsu asintió y pronto fue alzado por el mayor, acomodándose en sus brazos. Está bien, eso no estaba tan mal. Los demás que estaban en el ascensor no dijeron nada a pesar de que muchos ni siquiera sabían qué hacía Changbin con un niño.

Los estudios estaban en los pisos más altos, así que a medida que iban subiendo y los demás empleados iban bajándose del ascensor, comenzó a crecer el espacio libre. Seo no sabía si debía bajar a Yeongsu, no parecía incómodo ni hacía problema alguno, por lo que no hizo nada. Cuando al fin llegaron al piso 7, ya no habían otras personas en el elevador además de ellos, pero Changbin no dejó al niño en el piso hasta que ellos mismos bajaron del transporte.

Le extendió la mano, esperando que la tomara, mientras buscaba su tarjeta de identificación de la empresa en sus bolsillos. Cuando la encontró, sintió al pequeño tomar su mano; así que se acercó a la pantalla frente suyo.

ㅡYeongsu, mira ㅡllamó su atención y cuando la obtuvo, colocó su tarjeta en el lector de la pantalla. Con esto, una animación se reprodujo en la pantalla, colores brillantes y tiernos dibujos de animales cruzaban por la pantalla junto a una agradable melodía. Tenía que aceptar que esa había sido una gran idea de Chan, era muy entretenido ver el video de la pantalla dinámica al marcar el inicio de su día de trabajo.

Un 10:17, Seo Changbin, productor, ten un buen día lo recibió al final de la animación. Habiendo escuchado esto, volteó a ver al niño, quien estaba asombrado por todo lo que había mostrado.

ㅡ¡Genial! ¿Cómo hizo eso? Otra vez, otra vez, hyung, ¿puede hacerlo otra vez?

ㅡNo, no puedo, solo sucede una vez por tarjeta ㅡle dijo, poniendo una cara triste. Yeongsu lo siguió con la misma expresión.

ㅡ¿Yo puedo tener una tarjeta?

Changbin estaba por decirle que no, cuando una exclamación de Claro que sí se escuchó detrás de ellos.  Voltearon, viendo al fundador de la empresa con una cálida sonrisa; esa era la primera vez que Chan y Yeongsu se encontraban. El niño no era bueno con las personas que no conocía, así que se escondió tras lo único que encontró: la pierna de Seo.

ㅡÉl es Yeongsu, ¿verdad?

El pelinegro se sorprendió por la actitud del pequeño, pero entendió la situación por ser lo único conocido que tenía Yeong en ese extraño lugar.

ㅡSí, Felix tenía una entrevista hoy, así que yo me encargo de cuidarlo. ¿No hay problema, verdad?

ㅡNo, está todo bien. Quería ver algo del álbum contigo.

Los tres se dirigieron al estudio que Seo estaba usando para trabajar durante esas semanas. Era un lugar bastante tranquilo, privado y silencioso; le había gustado a Yeongsu, principalmente por que no había más gente desconocida ahí.

Mientras los adultos conversaban con palabras que solo entendían ellos, el pequeño pelinegro jugaba en una tablet, con un teclado táctil de sonidos, junto con su infaltable dinosaurio de peluche. Una de las cosas que sí sabía Changbin de su hijo es que, al igual que él, disfrutaba de la música y se interesaba en hacer música, probar sonidos nuevos que tal vez ni siquiera existían.

A la hora del almuerzo, luego de haber trabajado un rato y haber tomado la medicina para las alergias (que no tenía muy buen sabor según Yeongsu); ambos bajaron hacia la cafetería del lugar. Chan les había dicho que almorzaran juntos, por lo que, luego de escoger su comida, se acercaron a la mesa donde ya estaba el australiano.

Seo se había encargado de cortar la carne que traía el plato del niño.

ㅡVaya, quién diría que el “chico rudo” de la universidad y que detestaba con su vida al solecito de Felix, terminaría teniendo un hijo con él.

ㅡ Cállate y come tu hamburguesa, Bang.

ㅡ¿Bang? ㅡPreguntó el menor al escuchar esa extraña sílaba salir de los labios de Changbin.

ㅡEs mi apellido, me llamo Bang Chan ㅡhabló, alegre de poder interactuar con el hijo de sus amigosㅡ. Puedes llamarme hyung o tío, como quieras.

ㅡ¿Hyung? Si los dos son hyung, ¿por qué les das besos en la boca a papá? ㅡSe dirigió a Seo con el ceño fruncido, para luego mirar al otro mayor, más confundido que antesㅡ. ¿Hyung también lo hace?

Chan miró a su amigo como queriendo decirle ¿De dónde saca tantas conclusiones con solo cinco años? en la mirada, pero Changbin solo negó, acercándole el jugo en caja al infante.

ㅡNo, Chan hyung no lo hace. Solo yo.

El menor asintió sin hacer más problema y siguió comiendo, al parecer había ido una respuesta convincente.

Si quitaba ese pequeño incidente de la lista, había sido un buen día.