2030 - Final

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Lucho subió la última caja a su camioneta, después de la partida de Valentina no hallaba la razón de continuar viviendo ahí, solo eran unas semanas de que había partido, pero su ausencia era insostenible. Lucho supo que Valentina realmente se enamoró de alguien más, pero pensaba que había inventado lo del viaje al pasado para hacerlo sentir mejor, para que no fuera a buscarla. El la amaba y respetaba su decisión, solo esperaba que encontrara la felicidad que con él no encontró.

Aseguró la puerta del vehículo, y dio unos pasos hacia la puerta delantera, la abrió, pero antes de entrar miró alrededor, la casa, el árbol centenario que enamoró a Valentina y su proyecto de jardinería no terminado. Al despedirse del lugar no pudo evitar sollozar un poco. Entró a su carro, y partió de la casa donde se suponía que iba a formar su hogar, su familia. Después de unos minutos manejando, pasó por el museo. Recordó que la visita al museo quedó en la lista de pendientes que tenía con Valentina. Detuvo su vehículo y decidió ir al museo.

Debido a la celebración  del Orgullo, el museo hizo una exhibición sobre el tema, presentando el trabajo artístico de los miembros de la comunidad LGBT, así como reseñas históricas sobre la lucha que algunos personajes vivieron por los derechos de la comunidad.

Lucho compró su boleto y entró primero el area de reseñas históricas, admiraba las fotos de los personajes históricos, cuando vio una que captó su atención, eran cinco chicas y entre ellas estaba Valentina, no tenía dudas era ella, podía reconocer esos ojos y esa sonrisa entre miles, luego vio la fecha en una esquina:

Septiembre 1987

Leyó la nota que Mateo escribió en la Voz años atrás, no pudo evitar sentir una sensación de sentimientos encontrados.

No podía creerlo Valentina decía la verdad!

Siguió admirando fotografías y reseñas históricas cuando vio una foto de una boda, eran Valentina y su esposa el día de su boda. La reseña decía que ellas fueron el primer matrimonio del mismo sexo en la ciudad! Lucho se sintió muy contento porque podía ver en Valentina la felicidad! Su amor hacia ella siempre fue puro, bueno, y ver que había logrado lo que quería lo hacía sentirse inmensamente feliz.

Siguió recorriendo el museo hasta llegar a la sección donde exhibían las obras como fotografías, pinturas, esculturas y libros.

Entre todas las obras en exhibición hubo uno que captó su atención, era un libro,

La Viajera del Tiempo
Por: Valentina Valdés

El libro traía una sobrecubierta y en la solapa delantera estaba la Foto de Valentina. Pero no la que el conoció, era Valentina en edad adulta.

Siguió hojeando el libro, y llegó a la solapa posterior, donde había una reseña de la historia,

Contraportada

Que harías si un día abres tus ojos y estás en una época ya pasada? Eso vivió Valentina. Una historia narrada en primera persona por su autora.

Valentina Valdés autora del Best Seller autobiográfico  Mi vida con Juliana incursiona en la ciencia ficción con una historia LGBT.

La autora ahora retirada de la vida pública sigue casada con Juliana, siendo una de las parejas más sólidas de nuestra comunidad.

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Para Lucho fue fácil encontrar a Valentina y Juliana, las fue a visitar y fue muy sorprendente para el ver a una Valentina de 63 años, con algunas arrugas y unas cuantas canas iluminando su cabello, para ella era el mismo Lucho que había visto por última vez 43 años atrás. Fue grato saber que a pesar que el sufrimiento por la partida de Valentina aún era reciente para él, de verdad estaba contento por verla realizada.

Con Camila y Lauren, Cris y Joana se seguían reuniendo  cómo venían haciendo desde hacía más de 40 años atrás en el mismo café para compartir como las buenas amigas que eran.

Las niñas se convirtieron en dos jovencitas muy responsables, que están a punto de coronar sus carreras. Lupita se enamoró de un compañero del colegio y todavía siguen juntos y enamorados. Lucía ha salido con chicos y chicas pero todavía no ha encontrado el amor, ella siempre dice love is love y sueña con un amor como el de sus madres.

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- Amor, ya vamos a dormir? - preguntó Juliana

- Si, Juls.

Dieron las buenas noches a sus hijas y fueron a su habitación,

- Val, de verdad ya tienes sueño? - preguntó Juliana

Valentina la agarró de la cintura y le dijo al oído,

- Para nada!!

Se pegó a su cuerpo y le dio un beso que fue ascendiendo en intensidad fue suave, dulce, sensual, voluptuoso, lascivo y libidinoso, Juliana apretó ese beso, que despertó su deseo.  Se soltaron por un momento y poco a poco se fueron ayudando a quitarse sus ropas, al quedar completamente desnudas se recostaron en la cama y sus manos recorrieron cada detalle de sus anatomías que las hacía explotar al contacto de sus pieles, luego se sentaron una encima de la otra, frente a frente, viéndose directamente a los ojos y saboreando sus labios, sus manos recorrían sus espaldas o se enredaban en sus cabellos haciéndose estremecer a cada momento, sus caderas se mecían para provocar así un roce placentero de sus intimidades....

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Una hora después,

- Val, ya tenemos más de 60 años crees que un día dejemos de amarnos como lo acabamos de hacer?

- Nunca mi cielo, no salté 43 años en el tiempo para sólo dormir contigo.

Se tomaron por las mejillas y se dieron un tierno beso.
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Colorín colorado, esta historia se ha acabado.

Gracias por leer La Viajera del Tiempo, de verdad que disfruté mucho escribirla, así como ir leyendo sus comentarios que me iban llegando. Me cuentan que piensan de mi historia! Saludos!!!

La Viajera del Tiempo (Juliantina) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora