—No lo voy hacer.
—Si que lo harás.
—No soy buena.
—Te enseñaré—sonríe de lado.
—No sabes cuanto te odio.
—Yo sé que me amas—sus manos pasan lentamente por mis caderas—y no lo puedes ocultar muy bien.
—¡Que no!
El sonido del micrófono nos hace reaccionar a todas las parejas de baile, el señor sonriente pasa la mirada por todos y cada uno.
—Hoy si hay muchos participantes —aplaude y el público también lo hace —. Gracias por venir a Dixon al mundo de diversión infinita, espero que hayan visto todos los juegos y puestos.
—No tuve ni tiempo para eso—murmuro.
—Después te llevo a los juegos, zoo.
—Déjame de decir así.
—Las competencias son una de las características de Dixon pero hoy, por primera vez, la competencia será de baile —grita el público, aunque no es tanto porque la mayoría están en los juegos— . Habrá etapas de diferentes géneros musicales y en cada etapa habrá un eliminado, todo con ayuda de nuestro querido público.
Eso aviva la emoción de nuestro público, de lejos puedo ver a Max sonriendo y grabando. Siempre grabando todo lo que me hace quedar en ridículo.
—¿Están listos?—nos pregunta y así las parejas gritan si.
—¡No! —le grito en cambio—Alguien me obligó.
—Perfecto, entonces, ¡DJ!—un muchacho asiente y la música comienza—Y esto empieza con salsa.
Las parejas empiezan a moverse al son de la música alegre, yo las miro desconcertada. Sin embargo, Valentín entrelaza nuestras manos y me mueve de adelante para atrás. Lo sigo torpemente, todos parecen carcajearse, cierro mis ojos por temor a que se burlen de mi.
—Ey, abre los ojos—le hago caso y me encuentro con una sonrisa tierna—. Mueve las caderas, también los brazos con el mismo ritmo—pone sus manos en mis caderas y las guía—. Exacto. Muy bien.
Me suelta y él me dirige una mirada para que mire sus movimientos. Sabe mover las caderas, intento moverlas como él, las manos las cortoneo por mi cabello y sin aviso me hace girar en mi eje. Eso me hace soltar un grito, y volvemos a la misma posición, turnando nuestras manos.
—Lo estás haciendo muy bien—mira detrás de mi—. Ya están eliminando.
Y si, hay un señor entre nosotros que levanta la mano hacia el público señalando a la pareja. Si no aplauden, la pareja se tiene que ir y si lo hacen se quedan en la pista. Aún no es tiempo para irnos, me muevo con más intensidad y eso parece notarlo el público que aplauden. Valentín me sonríe y me gira para cambiar de lugar.
—Al parecer ya están eligiendo su pareja preferida—ríe y brinca por su alegría desbordante— . No hay que ponérsela fácil, Dj, cambia el género—la cambian por una lenta pero con estilo—. ¿Disco? ¡Eso se ve fácil!
Estoy recargando, no sé ni qué hacer pero Valentín me vuelve a tomar de las manos y guiarme. Me gira y caigo en sus brazos de espalda, de inclina un poco para después hacerme brincar.
—Los movimientos son marcados, pero siempre sintiendo el ritmo—me suelta y él baila solo.
Levanta sus manos y piernas en una exacta precisión, después brinca de manera extraordinaria para después tomarme de mis caderas y girar conmigo pegada a su torso.
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Inefable
Teen FictionZulay decía ser creyente del amor. Cada día perdía las esperanzas y con ella su devoción, tras muchas silenciosas decepciones. Empezaba a creer que nunca sería el ejemplo de que el amor estaba destinado para todes. Pero como era la vida, inesperada...