10: ❝Es un nuevo comienzo para muchas cosas❞

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JiSung nunca había estado tan cansado como lo ha estado las últimas semanas.

El general no le ha dado tregua alguna con los ejercicios, cada oportunidad que tiene para poner a JiSung a entrenar la utiliza y por el amor a Dios que lo hace a la perfección, JiSung queda adolorido por días. (͡° ͜ʖ ͡°)

Pero, es algo bueno que MinHo haya tomado su tiempo para hacer a JiSung alguien fuerte, no tanto físicamente sino también mentalmente, el castaño no ha tenido más pesadillas pues en su mente sólo estaba la imagen del general. Han estaba seguro que lo que sentía no era nada más que aprecio (y tal vez algo de rencor) pues el general no hacía más que fortalecerlo (de una manera poco ortodoxa, pero no pueden culparlo, así es el hombre) pero había algunos momentos en los que se sentía sofocado por el porte del general, vamos, JiSung es gay y sabe completamente apreciar la belleza de un buen hombre.

Pero JiSung, también sabía que no podía sentir nada más por el general.

Tenía la costumbre de siempre encapricharse con los más inalcanzables, en la preparatoria, se enamoró del capitán del equipo de Taekwondo, siempre iba al gimnasio a verlos practicar aunque a él ni siquiera le gustara el combate, le escribió cartas de amor que escondía bajo el colchón, y cuando estuvo a punto de confesarse, lo encontró de la mano con una bella chica.

JiSung tenía veintitrés años, no podía enamorarse de otro heterosexual que además, era su general ¡Vamos! apenas llevaba unos meses “conociéndolo” como para ya sentirse flechado.

—¡Atento!—El general aulló para sacar a JiSung de su ensimismamiento y dio un golpe que JiSung esquivó apenas.

—¡Oye!—Se quejó el menor, MinHo entrecerró los ojos y comenzó el combate, JiSung había mejorado bastante pero aún se le veía débil, aveces incluso debían hacer pausas largas para que JiSung repusiera fuerzas. En un rápido movimiento JiSung tomó el brazo del general y lo pasó por su espalda, haciendo que cayera de espaldas en la colchoneta. El lugar estaba solo, ambos siempre entrenaban en la madrugada, cuando todos dormían y las pesadillas de JiSung regresaban. El castaño rió cuando MinHo sólo se quedó ahí acostado con una mano en el estómago, su frente estaba brillante por el sudor y la camiseta blanca era casi transparente, JiSung desvió la mirada y se lanzó en la colchoneta a su lado, mirando al techo.

—Eso estuvo bien. —Lo halagó el general y JiSung sonrió intentando aminorar su respiración, el mareo regresando a él y siendo recibido por su flácido cuerpo. —Sólo debes separar tus pies, así no dolerá cuando derribes a alguien más grande que tú.—Aconsejó y JiSung permaneció en silencio, MinHo giró la cabeza para encontrarse con el perfil sudoroso del menor, su mirada estaba perdida y su pecho subía bajaba pesadamente. —Deberías tomar una ducha. —Sugirió y JiSung suspiró. Cuando no contestó el general se levantó y estiró su mano para que JiSung la tomara para impulsarse.

Pero JiSung observó su mano, y luego el rostro cansado del general. Pasaron al menos dos minutos cuando decidió tomar su mano y levantarse, MinHo levantó una comisura de sus labios en una apretada sonrisa, JiSung siguió el movimiento.

—Fue una entretenida lucha. — Bromeó JiSung para alivianar la pesadez del momento. 

—Sí, date una ducha y descansa. —Dijo el general y JiSung apretó sus labios. 

—Muero de hambre. —Dijo mientras ambos se dirigían al interior del recinto militar, el frío de la madrugada levantaba los vellos de los brazos de JiSung, haciendo que se abrace a si mismo en busca de algo de calor.

MinHo guardó silencio unos segundos. —Podemos atacar la cocina a ver que hay. —Dijo y JiSung lo miró.

—Vaya, el general rompiendo las reglas de su propio campamento militar.

—No es un camp-Ah, olvídalo, es inútil discutir contigo. —Dijo y adelantó a un JiSung que ría como nunca. —¡Eres un niño!—Dijo y JiSung rió mientras lo alcanzaba.

MinHo pensó que su risa genuina era bastante encantadora. Era como un niño risueño, le pareció tierno.

Cuando se adentraron a la cocina y robaron algunos ingredientes para sandwiches, se sentaron en el piso, JiSung sintió un escalofrió al rememorar aquel horrible recuerdo en esa cocina. Lo ignoró y dio un mordisco, en realidad él no sentía apetito, sólo.. Quizás sólo quería pasar algo de tiempo con el general.

Pero porque le agradaba su compañía, no pienses más allá de eso.

—Así que... General Lee, estoy seguro que ese no es su nombre. —Habló JiSung y el general suspiró.

—¿Qué te hace pensar que te diré mi nombre? Sigues siendo mi recluta. —Dijo

—Ah, vamos, creí que teníamos algo especial aquí. —Bromeó JiSung y MinHo negó con la cabeza, pero una sonrisa se estiraba por sus labios, JiSung esperó impaciente a que la dejara relucir, pero nunca pasó, el general volvió a su faceta neutral de siempre.

—¿Tú por qué te llamas JiSung?— Preguntó bromista, pero JiSung suspiró.

—Mi abuelo me llamó así. —Dijo. —Significa que todos tus sueños se harán realidad y que todo estará bien incluso en momentos difíciles. —MinHo lo observó. —O al menos eso es lo que me decía mi madre. —Rió y le dio otro mordisco a su sandwich. —Lee es un apellido de familia culta ¿No? Apuesto a que su padre es un hombre muy sabio.

—Lo era, si, murió. —Respondió MinHo y JiSung tragó pesado.

—Lo siento... —Habló bajito y MinHo apretó una sonrisa. 

—Descuida, en casa nos gusta recordar a mi padre con alegría. — Dijo y JiSung bajó la vista al suelo, MinHo lo examinó, lo vio pensativo y apretó los labios pensando que era mal momento para hablar sobre familia.

 —Si... —Suspiró JiSung y MinHo apretó su hombro.

—Lo siento, no debí..

—¿Tiene hermanos, general?— Preguntó rápidamente JiSung, cambiando el tema.

—No.. No, soy sólo yo. —Respondió, no sabiendo si devolver la pregunta.

—Ah, tampoco yo, pero es una tristeza porque me encantan los niño. Cuando era más joven tenía la esperanza de que mamá tuviera otro hijo pero.. 

—Falleció. —Respondió el general y JiSung asintió apretando sus labios. —Lo siento. —Dijo el general, JiSung sintió sus ojos escocer, sacudió la cabeza.

—Bah, es tarde ya, creo que debería..

—JiSung...—Lo interrumpió el general. —Creo que el significado de tu nombre te queda de maravilla. —Dijo y JiSung parpadeó. —Eres fuerte, bastante fuerte, y eso es admirable. —MinHo palmeó su espalda y JiSung lo miró, las ganas de saltar a sus brazos estaban latentes, ambos estaban muy cerca.

JiSung lo observó, pensó en la relación amistosa que habían construido, en como se habían llevado bien luego de que JiSung lo colocara en su lista de personas odiadas, mordió su labio pensando que esto es un nuevo comienzo para muchas cosas, para muchos sentimientos.

Y estaba mal.

Maldición, JiSung, no te enamores de tu general. 

‹♡›

Como muchos votaron para hacer una maratón de General Lee, asi que aquí la tienen.

Maratón 1/3

❝General Lee❞  ➳『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora