Es como.. estar consciente de todo lo que está pasando, pero a la vez sentir que flotas.
Así se sentía JiSung en ese momento.
Los medicamentos que había estado tomando en toda la semana lo dejaban flotando en la nebulosa, el general había sido bastante claro con su orden.
—Estás aquí para entrenar, si no puedes hacer eso al menos acata mis ordenes. —Había dicho aquel día en el que SeungMin lo encontró y el oficial le ordenó (por un demonio, como le gustaba mandar) que lo llevara a la habitación que compartía con JiSung. El pelirrojo ni corto ni perezoso lo llevo e incluso los dejó solos, y JiSung estaba lo suficientemente adormecido como para divagar sobre las cosas que podrían pasar en esa habitación.
Así que entonces simplemente dijo: —General Lee, estoy comenzando a pensar que tiene un fetiche con ordenarme a hacer cosas.
Había tanto silencio, que JiSung creyó escuchar como el general tragó pesado y suspiró.
—En dos semanas, estarás bien, sino, te regresarás a tu casa. —Dijo y entonces JiSung sintió un temblor.
—No por favor, no quiero volver ahí.
—Dijo y se removió en las sábanas, MinHo frunció el ceño. —Prefiero que me golpeen aquí, al menos habrá alguien para defenderme ¿Va a defenderme, verdad General?JiSung no tenía idea de lo que decía, y cuando despertó la madrugada siguiente, por pesadillas, deseó que el general Lee olvidara todo lo que le dijo. Pero en vano, pues ahora el general estaba bastante atento con los movimientos de JiSung.
JiSung no había tenido pesadillas tan horribles desde aquella vez cuando vio a su madre en el piso del baño.
Se sentó en la cama, todo estaba silencioso JiSung calculaba menos de las cuatro de la mañana, suspiró y se puso sus zapatos, dispuesto a salir, pues como siempre, luego de las pesadilla él nunca puede volver a dormir. Abrió la puerta de la habitación sin despertar a SeungMin y caminó si rumbo alguno.
Divagaba en sus pensamientos, el como hubiese sido su vida si le hubiesen tocado otros padres, si él no se hubiese sentido atraído por otros hombres, si él tuviese un padre que lo amara. Se encontró con el área de entrenamiento, un montón de sacos de boxeo alineados justo encima de una colchoneta para ejercicios, se colocó frente a uno, simplemente mirando.
Marica.
Idiota.
Imbécil.
JiSung le dio un golpe al saco, dejando que un ardor se asentara en sus nudillos.
Nunca pedí un hijo marica.
Eres escoria.
Te mataría si pudiera.
Otro golpe, el saco se movió solo unos centímetros.
¿Es lo que te gusta, una buena polla para chupar?
Golpeó de nuevo esta vez con dos manos, y golpeó otra vez, golpeó cientos de veces, imaginando que era el cuerpo de todas las personas que lo han lastimado, sin darse cuenta estaba llorando, sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas pero eso no lo detuvo, siguió golpeando el saco con todas sus fuerzas hasta que dejó manchas de sangre en el cuero.
Entonces lo abrazó.
Lo abrazó y se deslizó hacia abajo, cayendo en el piso acolchado, y lloró, lloró sobre el saco que había estado golpeando, sus brazos apretándolo con tanta fuerza que sus nudillos ensangrentados se tornaron blancos. Lloró como nunca había llorado antes, porque estaba cansado, se sentía exhausto, sin fuerzas.
Lloró sin darse cuenta, que el general había estado parado unos metros atrás desde hace un rato y lo había visto desde antes de que se quebrara.
Entonces simplemente regresó a su oficina y le dejó un mensaje grabado a HyunJin.
—Necesito que investigues a Han JiSung.
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❝General Lee❞ ➳『•MinSung•』
Hayran KurguDonde para JiSung la felicidad es inexistente al convivir con un padre homofóbico quien decide que enviarlo al ejército lo hará aumentar su hombría. Cuando en realidad lo único que hace es caer rendido ante un sexy y molesto general. ❝General Lee...