Donde para JiSung la felicidad es inexistente al convivir con un padre homofóbico quien decide que enviarlo al ejército lo hará aumentar su hombría. Cuando en realidad lo único que hace es caer rendido ante un sexy y molesto general.
❝General Lee...
Todo estaba en silencio, nunca había estado en tanto silencio, su cuerpo estaba liviano, como si hubiese saltado de un edificio pero en vez de estrellarse en el suelo, flotó hasta el cielo, mirando las ciudades, las personas; que lucía minúsculas como pequeños faroles de luz. Intentó abrir los ojos, pero le parecía imposible, pesaban más que todo su cuerpo, sentía el latir de su corazón suave y calmado, una fresca brisa le acariciaba las mejillas y de pronto; un destello de luz apareció, una luz brillante y sofocante, apretó los ojos para cubrirse de ella.
Escuchaba voces a la lejanía, susurros que le decían que se dejara llevar, que se relajara y disfrutara de la sensación de estar en paz.
Lo hizo, se dejó llevar, esperando a que las voces lo guiaran a un camino de extrema paz, donde nada doliera, donde no sintiera temor.
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SeungMin abrió las puertas del hospital con fuerza, virando su cabeza a todos lados, corrió al ver a varios reclutas, tenía el corazón prendiendo de un hilo, le habían avisado hace varias horas que había varios reclutas malheridos y entre ellos el General, SeungMin no quiso sacar conclusiones ni ser pesimista, él sabía que todos estarían bien, sólo heridos, pero estarían bien, nada grave.
Corrió por los pasillos subiendo hacia donde una amable enfermera le había avisado, habían bastantes uniformados con vendas en los brazos, en la cabeza, algunos estaban en camilla, SeungMin miró los rostros y buscó con esperanza los únicos dos rostros que necesitaba ver, suspiró cuando vio a HyunJin sentado, tenía una venda que sujetaba su brazo y una compresa fría presionando su cabeza, corrió hacia él que ya lo había visto y se había levantado, lo abrazó con cuidado de lastimarlo y HyunJin suspiró oliendo su cabello, su corazón resonando fuertemente en sus oídos. HyunJin sintió el cuerpo de SeungMin temblar en sollozos y se separó un poco, para tomar su mentón y mirarlo.
—Hey, hey está bien, no pasó nada, no llores. —Pidió y limpió las lágrimas de SeungMin, importándole poco las miradas intrigadas de las personas a su alrededor.
—Y-Yo.. Creí que ibas a morir, me asusté mucho. —Dijo entre hipos y HyunJin lo abrazó fuertemente de nuevo, acariciandole la nuca con la mano que no tenía vendada.
—No estoy muerto, estoy bien.. Un poco malherido pero bien.
Entonces SeungMin se separó. —¿J-JiSung?—Preguntó entonces, con cierto temor de saber la respuesta, HyunJin tragó.
—El general y él se llevaron la peor parte, me temo. —Dijo y SeungMin sintió su corazón romperse, inhaló con dolor y se aferró a los brazos de HyunJin. —Él fue muy valiente, si no hubiese sido por él estaríamos en guerra ahora, y el general probablemente estaría muerto. —Dijo y SeungMin asintió aún sin separarse de sus labios. —Ambos están con vida. —Dice y SeungMin siente que puede respirar otra vez.
