Capítulo final
Laura
Años atrás...
Hoy era el baile de graduación, pero no me encontraba tan feliz como lo esperaba. Estaba con nauseas y mareos, y no tenía mi período. Me asustaba lo que eso podría significar.
Hace más de un mes atrás, Ross y yo nos habíamos acostado sin protección, los dos cegados por la pasión del momento. Ninguno pensó que habrían consecuencias. Qué imbéciles.
— Laura, cielo, ¿estás bien? — me pregunta mi hermana. — Papá ya se ha dormido...
Mi madre nos ha abandonado hace una semana y mi padre se encontraba destrozado por su partida. Habían sido padres terribles, pero sabía que él estaba arrepentido y nos amaba. Ella era una zorra.
— De acuerdo... Vanessa, creo que estoy embarazada. — murmuro, y mis ojos se llenan de lágrimas.
— Oh, mierda. Tranquila, primero haremos un test de embarazo y luego evaluaremos las opciones. Estoy segura de que Ross amará a ese bebé tanto como te ama a ti.
Esperaba que lo amara más que a mi, ya que a mi no me dirigía la palabra y se la pasaba en la casa de Mary. Lo soportaba, solamente porque sabía que era lo que me merecía tras arruinarle la oportunidad a ella. Sabía que eran solo amigos.
— Yo... Supongo... — murmuro, no muy convencida. — Me he comprado un test esta mañana.
— Hazlo. Yo estaré aquí esperándote.
Asiento y suelto un suspiro, antes de tomar mi bolso y dirigirme al baño.
Cinco minutos después, salgo con mi test en la mano y llorando. Soy una estúpida.
— Estoy embarazada... — susurro, sollozando.
— Oh, cielo... Habías sido admitida en Stanford... — murmura Vanessa, mirándome con pena. — Sea cual sea la decisión que tomes, yo estaré para ti y te apoyaré.
— ¿A qué te refieres?
— Si quieres abortar, te apoyaré. Si quieres tenerlo, estaré para ustedes. — me asegura.
— No voy a abortar... Quiero tenerlo. Es mi hijo y el de Ross. — seco mis lágrimas y sonrío. — Joder. Seré mamá.
Ella sonríe ampliamente y me abraza con fuerza. — ¡Felicidades, hermanita! Estoy segura de que serás una madre mucho mejor que la nuestra.
— Espero... Estoy asustada como la mierda.
Vanessa se ríe. — ¿Quién no lo estaría? Pero estoy segura de que Ross te apoyará y serán felices juntos.
Esperaba lo mismo. Lo ahelaba con todo mi corazón.
Esa noche, Ross pasa a recogerme y yo le dedico una amplia sonrisa antes de besarlo. Él no me corresponde, se aleja de mi y me sonríe levemente.
— ¿Vamos? — me pregunta.
Ignoro el dolor en el pecho que me provoca su rechazo y simplemente asiento para después subir a su auto.
— ¿Está todo bien? — le pregunto, mientras nos dirigimos al baile.
— Si. ¿Cómo estás luego de lo de tu madre?
— Bien, ha sido un alivio no tener que seguir soportando sus críticas constantes. Pero mi padre está realmente mal, creo que es el único hombre que amaría a esa perra y... — Ross ya no me está prestando atención. — Supongo que he dejado de ser interesante.
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Losing You
RandomRoss Lynch tenía todo lo que podía desear: personas que lo amaban, una increíble mujer a su lado y un trabajo soñado. Sentía que, después de tantos años, al fin las cosas se acomodaban para él y no se arrepentía de lo que había hecho. Incluso si hab...