Corazón temeroso

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Podría admitir en algún momento que soy de corazón blando, puedo decir que alguien que se gane de verdad mi corazón me puede hacer mucho daño. Les di confianza y las esperanzas de nunca estar solos, y ellos se ahorraron el cariño, y todos mis intentos de llenarles su vacío, me drenaban más la sangre.

El mayor ejemplo es mi ex novia: toda una desgraciada, una puta malcriada, una mujer que nunca me decía "de nada"; era como un alma malgastada. Y perdonen por ser tan descriptivo, solo quiero que se entienda; y a los días de hoy ya no le tengo rabia.

Ella me hacía sufrir hasta los huesos, me hacía crujir los ojos, me estremecía las manos, me irritaba el corazón.

Mis huesos, que cansados de ser golpeados, expulsaban su calcio. Mis ojos, que cansados de gotear, decidieron cerrarse. Mis manos, que cansadas de ser cortadas y maltratadas, quisieron escapar. Mi corazón, ahogado por mis emociones, decidió dejar de sentir, quiso inhibir su nombre.

Yo era estúpido, porque sabía que ella ya tenía su hombre, y de mí solo recibía regalos; ella siendo inteligente y macabra, me utilizaba, me amenazaba, y poco a poco con su mirada me mataba; yo de ella solo recibí insultos y caricias: tanto así, que sus manos sobre mi piel, o eran confusión, o una pequeña sumisión.

Mis pectorales ya eran tambores, que ella me dejara solo era uno de mis más grandes temores.

Me siento solo, creía que ella me quería, estaba sentado en la sala mirando hacia el techo y ella me llevaba poco a poco a mi lecho. La extraño, lo hago porque me acostumbré a su maldita presencia; su aroma me daba más razones para temer, no podía siquiera comer.


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