Veo a esa chica y algo en mí se desborda. La veo, ella me ve... Compartimos las miradas, y bailan las pestañas con cierta lejanía.
Hay algo en esa pupila que hace que las mías se dilaten. Abren esa puerta al quinto infierno.
Brota en mí esa pasión, que solamente mi imaginación puede llegar. Soy incapaz de tocarla, pero he estado a punto de estallar. He podido oler su pelo, esas mechas, ese castaño para nada natural, pero que sigue siendo hecho de fábrica.
Entonces su voz se quiebra como un cristal, y la mía... La mía no existe.
Solo escucho sus pasos de tacón en mi mente.
En mis sueños, le hago lo que no quiero hacerle, pero sigue siendo igual de excitante. Ya no existe la humanidad en mí cuando estoy solo con ella.
Veo el desfile de sus caderas, y más allá de la excitación, existe un sentimiento muy íntimo de amor.
Mi corazón consiste de esa mezcla extravagante de emociones. Dispersos entre todo mi cuerpo, se encuentran esos alucinógenos... Microorganismos que llevan su nombre.
Su lengua tendría tatuado el mío, solamente que no me atrevo a seducirla.
Besaría su cuello hasta casi marcar las grietas de mis labios. La amaría, hasta casi hacer desaparecer la palabra. Gastaría cada segundo... Perdería horas y horas, solo con pensar en cómo tengo que decirle que ella tiene cierta parte de mí, y yo tal vez nada de ella... Pero en algún momento será mía... Disfrutaré de ella, disfrutaré de este dulce pecado, y después disfrutaré los pocos minutos que tengo de libertad.
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Historias cortas y poemas vacíos.
PoesiaA pesar de la tristeza que se puede conseguir aquí, estoy seguro que es de corazón. (No me hago responsable de las lágrimas que puedan salir de tu alma). Son historias en las que implemento mi vida e ideas, para darle un poco más de sentido y se sie...