Mis leyes

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 La pasión que mi corazón domina es mucho más grande que la masa del sol, es mucho más caluroso allá dentro de lo que crees. Lo que tengo que soportar todos los días: mi corazón explotar; tolerar mis propias implosiones; sobrellevar la impotencia de no poderte abrazar; resistir mis ganas de amar; perder mis ganas de besar, sencillamente porque no te quiero preparar al dolor. No te entregaría a la desdicha tan fácilmente, lo haría exclusivamente si mi cordura ya no existiera; pero mi amor persiste y es lo que me mantiene en línea; conectado en el interior: cable por cable y vena por vena.

Todo se va en dirección contraria a mis ojos: a donde no puedo ver, a donde la imaginación ya no es accesible. Es verdad, estoy perdido en mis propias direcciones.

Cuando te agarré de la mano me sentí tan caliente en el exterior que comencé a sudar, comencé a perder el temor aunque mi sonrisa de pena persistía. No te tengo miedo, no tengo miedo de seguir así. Si crees que un "hasta luego" es un fin, estás en lo correcto, porque después de eso para nosotros hay otro comienzo: comienza otro día en el que te puedo contemplar con tu gracia, y disfrutar de tu carisma. No se van a disipar mis ideas, están mucho más compactas que tus ideas de concreto, que tu corazón de hormigón.

Mis imágenes no son solamente tocarte, no es solo amarte, es algo, como ya dije, fuera de mi alcance: fuera de nuestra creatividad. No me hagas capaz de hacerme llorar, porque solo decidiste infringir mis reglas; mis leyes.

Historias cortas y poemas vacíos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora