Mi rosa blanca (Mr phissa)

Capítulo 1- Encuentro

Phillip se encontraba en el aeropuerto de Chile a punto de volar a la Ciudad de México, antes del evento en Ensenada se quedaría algunos días en casa de Missa.

Era la primera vez que ambos se verían en persona, el chileno se encontraba nervioso y emocionado a la vez, ya habían hablado bastante por línea, pero esto era diferente, además estaba feliz porque no solo tendría la oportunidad de conocer más el lugar, sino también de pasar tiempo con aquel chico; Phillip quedo absorbido por sus pensamientos hasta que escucho una voz que lo llamaba.

-Phillip, ya tenemos que abordar- decía Amber mientras se paraba del asiento donde estaba

-Ah, esta bien- el chico se paró y la siguió hasta la fila para abordar

Estuvieron volando algunas horas hasta que aterrizaron en cdmx, aunque tuvieron que esperar un poco más en el aeropuerto para viajar a Sinaloa, donde por fin se encontrarían con Missa.

Después de finalmente llegar y recoger su equipaje se dirigieron a la salida, pero antes de llegar a esta, fue cuando lo vio, entraba por aquella puerta con los brazos abiertos y el chileno por fin tenía la oportunidad de verlo con sus propios ojos, sin ninguna pantalla de por medio; era difícil quitar sus ojos de él pero decidió grabar un poco, el otro hizo lo mismo, cuando guardaron sus celulares, se dieron ese abrazo que comprobaba que todo esto era real, se sentía genial el poder abrazarse, y aunque les quedaran más días juntos se mantuvieron así por un rato, como si temieran que esto fuera un sueño y no quisieran despertar.

Un rato después salieron del aeropuerto y se dirigieron a casa de Missa, cuando llegaron les dió un pequeño tour a Phillip y Amber por su casa hasta llegar a una habitación en el segundo piso.

- Y para finalizar aquí dormirán ustedes- dijo el pelinegro señalando el cuarto frente a ellos

-Gracias Missa, estaremos bien- le contesto Amber con una sonrisa

-Bueno, los dejo para que se acomoden, mas tarde iremos a cenar- después de esto el mexicano salió y cerró la puerta

-¿Quieres salir o prefieres que nos quedemos a descansar?- le dijo la chica a Phillip cuando terminaron de desempacar

-Prefiero quedarme a dormir un rato, viajamos muchas horas

Dicho esto ambos se durmieron hasta que alguien toco su puerta más tarde.

Phillip despertó con el sonido de la puerta y fue a abrirla

-¿Los desperté?- dijo el pelinegro del otro lado de la puerta

-No importa, Amber y yo solo estábamos algo cansados por el viaje, ¿ocupas algo?

-Solo venia a decirles que saldremos a comer en unos minutos para que se arreglen

-Oh esta bien, solo tengo que despertar a...

-No tienes que, ya lo hice- dijo la chica asomándose por detrás del castaño

-Bueno en ese caso estaré esperándolos en la sala

Unos minutos después ya estaban en la entrada de la casa y fueron a un restaurante de comida mexicana que se encontraba cerca, no solo fueron ambos chilenos y Missa, este ultimo también trajo a su novia y a sus dos hermanos.

Phillip se sentía feliz y fascinado por todo el viaje, incluso si apenas comenzaba, además el hecho de que Missa le presentara a personas importantes para él lo hacia sentirse mejor, como si le recordara que él también era una de esas personas importantes.

El grupo paso un buen rato entre la platica y la comida para mas tarde regresar a sus casas.

Unas horas después de que todos fueran a dormir, Phillip salió de su cuarto para ir a la cocina pero estaba oscuro y tropezó en la escalera, se maldijo a si mismo esperando no haber despertado a nadie, siguió hasta la cocina para tomar algo de agua, pero cuando iba de regreso a la habitación se topó con Missa.

-¿Estas bien?, escuche algo por la escalera

-Ah, si estoy bien solo me caí, perdón si te desperté

-Nah, la verdad no tenia sueño, luego escuché lo de la escalera y vine a ver

Se quedaron en silencio unos instantes hasta que el pelinegro hablo

-¿Solo te vas a quedar ahí o vas a besarme?

-¡¿QUÉ?!, yo... amm- dijo el castaño al tiempo que se sonrojaba

-Solo estoy bromeando contigo Phillip- le contestó el otro riendo- no me digas que ya no lo podemos hacer solo porque estamos en persona

-Si podemos... solo me tomo por sorpresa. En fin iré a dormir, hasta mañana

-Lo mismo digo Philli

Cuando el castaño regreso al cuarto se recostó en la cama, era cierto que él y Missa se llevaban así todo el tiempo, no debió haberse sonrojado, solo era otra de sus bromas; pero en el fondo sentía que entre todo ese juego podría haber algo más, intento quitar ese pensamiento de su cabeza; sus sentimientos por Missa solo eran de amistad.

¿Cierto?