Capítulo 2- "Divertido"

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El castaño despertó con el olor de panqueques llegando a su habitación, cuando despertó se dio cuenta de que Amber seguía dormida, pero él tenía hambre así que termino por bajar a la cocina.

Se encontró con el mexicano cocinando frente a la estufa, y se quedó observándolo un rato; no comprendía porque tenia este tipo de sensaciones últimamente, recordó la primera vez que se pusieron en contacto, como se sentía nervioso y preocupado de dar una respuesta que lo alejara, pero entre mas hablaban las conversaciones eran más cálidas y quería mantenerlo cerca, pero no era algo como lo que sentía aquella mañana; aquel castaño se preguntaba como seria pasar las mañanas con él, quizás pensaba demasiado porque lo único que lo saco de su trance fue el sonido de una vasija golpeando el piso

-Chingao Phillip, me asustaste

-Perdon, solo que te veias tranquilo cocinando y...

-Oh, ¿y te gusto lo que viste?- dijo el pelinegro con el afán de molestar, ese tipo de bromas eran comunes entre ambos

-Pues...- odiaba sentir esto, sonrojarse sin saber que contestar, el otro estaba apunto de agregar algo cuando Mafer apareció en el marco de la puerta

-Buenos días chicos- dijo la chica alegremente para luego depositar un beso en los labios de Missa- ¿Hiciste algo de comer amor?

-Sip, deja pongo los platos

El chileno tomó asiento sintiéndose un poco distanciado, no quería arruinar las cosas, asi que debía dejar de ponerse nervioso, "ya han hablado antes no porque estés frente a él debería haber una diferencia", se repetía a si mismo; además la entrada de Mafer hizo que bajara la guardia, si bien agradecía que lo salvó del momento, de vez en cuando olvidaba que su amigo y la chica eran pareja "y porque de pronto me fijo en eso", las dudas seguían asaltándolo.

Amber llego unos minutos después y todos se sentaron a comer, Phillip agradecía tener a alguien como Amber, siempre estaban para ayudarse el uno al otro, y habían desarrollado bastante confianza, sabía que ella entendería si le explicaba como se sentía últimamente, quizás ella entendiera las cosas mejor que él, pero esperaría a un momento a solas para hablar de aquello.

El resto del desayuno transcurrió con normalidad, Mafer dijo que iría a su casa por algunas cosas y volvería más tarde, después de ayudar a recoger la mesa la de cabello bicolor se fue.

-Hey, Phillip compre unos nuevos videojuegos, ¿quieres probarlos?

-Seguro


Los 3 fueron a una habitación donde Missa tenía computadoras, consolas, y ese tipo de equipo, el pelinegro se dirigió a donde tenia unas gafas de realidad virtual y algunos controles.

-Toma- dijo ofreciéndole las gafas al castaño- solo tengo un par así que tendremos que turnarnos

-Weon, no veo nada

-Perate, están apagadas- respondió el pelinegro

Dicho esto fue a una de las computadoras y después de teclear y algunos clics el juego apareció a la vista del chileno que seguía con las gafas puestas.

-Ahora toma estos controles, te explicare un poco

Phillip tomo los controles en sus manos y unos segundos después sintió las del otro chico en las suyas

-Para iniciar el juego tienes que presionar este botón..

El castaño intento no ponerse tenso cuando sintió las manos del otro chico entrelazadas con las suyas, se relajó un poco después mientras ponía atención a lo que debía hacer. De todas formas el menor cometía algunos errores y ambos reían hasta que por fin consiguió pasar el primer nivel.

-Lo hice weon, ¡lo hice!- repetía emocionado al tiempo que se quitaba los lentes

Missa se lanzó a abrazarlo aun riendo por la emoción del momento

-¿Quién sigue?- preguntó Phillip una vez que se soltaron

-Puedes seguir Missa, me gustaría verlos un poco más antes de jugar- dijo Amber quien estaba sentada en el sillón

-Ok- respondió mientras tomaba las gafas y los controles

Mas tarde fue el turno de Amber, y así pasaron el resto de la tarde entre videojuegos y risas, claro, no solo jugaron en el de realidad virtual, Missa tenía otras consolas y juegos que quería probar con el chileno; ni siquiera se molestaron en salir a comer algo, solo pidieron una pizza y sacaron algunas botanas que había en la casa.

Hasta que comenzaba a anochecer Mafer regreso con algo de comida y una pequeña maleta para quedarse en la casa.

Nuevamente, la cena paso con tranquilidad, solo que esta vez Missa dijo que él se quedaría a recoger la mesa, las chicas se retiraron y Phillip estaba a punto de salir, pero decidió quedarse de último momento

-¿Puedo ayudarte?

-Oh, ok solo pon los platos en el fregadero

Los primeros minutos fueron de silencio, hasta que el castaño se unió al otro chico para enjabonar los platos

-¿Y hay algún lugar que te gustaría conocer aquí?- le preguntó el mexicano

-Pues... supongo que me gustaría conocer algo de cultura, no me refiero a museos o estatuas, me refiero a como es en verdad, que es lo que te gusta de aquí

-Un chingo de cosas, pero pronto habrá una feria aquí en la ciudad, me gustaría llevarte

-¿Enserio?, ¿Cuándo?

-Dentro de unos días, pero no es como si no pudiéramos hacer otras cosas, si sabes a lo que me refiero- contesto levantando una ceja

-Mi..s..sa...- las mejillas del menor comenzaban a ponerse rojas

-Jajaja, es divertido cuando te sonrojas

"Divertido", el castaño retuvo la palabra unos segundos en su mente antes de reír junto al otro chico aun algo nervioso, "divertido" ¿que significado debía darle?

-Tranquilo Phillip, jugaremos videojuegos, te llevare a ti y a Amber a algunos lugares de la ciudad- dijo para luego abrazarlo- la pasaremos bien

Finalmente el castaño se retiro a su habitación, definitivamente no quería ponerse nervioso cada que el pelinegro hacía aquel tipo de bromas, tomo un respiro antes de recostarse, definitivamente debía evitar sus sonrojos si quería disfrutar su tiempo ahí.

Mi rosa blanca (Mr phissa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora