Hechicera {Jacob Black}

Prólogo

—Atnea...

—Atnea...

—Atnea...— volvió a llamarme.

—¿Que quieres Strange?— mascullé con mi mandíbula tensa, sin mirarlo a la cara, odiándolo por la idiotez que hizo hace unos segundos. Intentando estar de pie a varios metros de él.

—Prométeme que volverás a tu hogar.— habló con voz seria y cansada. Lo observo sobre mi hombro,  totalmente confundida al escuchar tales palabras de su boca.— prometeme que  no te rendirás y que me harás caso.

—No te entiendo...— hablé molesta.— Thanos se ha ido, tiene la gema del tiempo, ¿no tendríamos que ir a buscarlo? Abre el maldito portal para irnos a la tierra, como puedes ver, yo no puedo.

Negó con la cabeza por mi comentario.

— No podemos.— habló.— no...

—Algo está pasando.

Frunzo el ceño al escuchar la frase de la chica con antenas, iba a preguntar que estaba sucediendo cuando vi con mis propios ojos cómo se desintegró en el aire, como si fuera cenizas. 

—Pero, ¿Que?— susurré, apenas pudiendo estar de pie, comenzando a tener un dolor fuerte en mi pecho.

—Quill...— susurró el hombre que estaba en  frente de Mantis, terminando de la misma manera que su compañera.

Arrastro mi pierna derecha, tratando de caminar para acercarme a Quill pero  el dolor que me causó ese  titán al  romper  mi tobillo y brazo derecho es insoportable, ni siquiera se como puedo estar de pie.

—Tranquilo Quill...— habló Stark.

—¿Que? ¿Que pasa?—susurró para desintegrarse.

Miro a  Stark sin poder  procesar  lo que mis ojos ven, el dolor en mi pecho comienza a incrementarse costándome respirar a la misma vez que un nudo aparece en mi garganta que no puedo tragar. Iron Man me observa aturdido para luego fruncir su ceño y ver detrás de mí. Giro mi rostro  en la misma dirección y  un sollozo sale de mis labios...

—No, no, no, no,  tu no.— traté de acercarme  a él  pero caí al suelo.— Strange...

Sus ojos me observaron por unos segundos para luego mirar a Stark.

—Era  el único  modo.

Mis lágrimas caían sin parar al ver el sitio vacío en  donde  antes estaba mi amigo, mi compañero, un padre para mí.

 —Sr Stark, me siento mal.— la voz del niño araña  hizo que reaccionara de mi dolor, muerdo mi labio inferior ahogando el llanto que quiero gritar al perder a Strange y ver al niño al caminar  tambaleándose hacia Stark. Éste lo atrapa entre sus brazos,  abrazándolo con fuerzas hasta  caer ambos al suelo,  el adolescente  le susurra unas palabras que no logro oír,  hasta  desaparecer como los demás.

Quedándonos Stark, la chica azul y yo.

En un  planeta desconocido.

Dejándonos un mal  sabor en la boca al saber  que...

Perdimos.