Capítulo 4. Salvar una vida.

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》 —¡Hola Harry!

—Hola Aidan.— saludó el niño con una sonrisa gigante en su rostro, acercándose al límite que divide sus hogares, en el patio trasero.— ¿Quieren venir a mi casa a jugar?

Aidan y Atnea  se miraron y con una sonrisa tímida de parte de su hermana, asintió con la cabeza hacia su mellizo. Su hermano sonrió de igual manera, y agarró la mano de su melliza y fueron hacia la parte delantera de su hogar para cruzar a la casa de al lado, de su vecino Harry.

Apenas llegaron a la entrada, la puerta fue abierta por la madre de Harry. La señora de piel canela y de ojos mieles, sonrió a los dos niños de solamente cinco años, y los dejó entrar.

—Hola niños...

—Hola señora Clearwater.— saludaron los mellizos.— Harry nos invitó a su patio trasero.

La mujer Clearwater rió con ternura al ver a los dos niños sonreírles con inocencia.

—Sisi, pasen.— apenas terminó de hablar, Aidan tiró de la mano de su hermana y corrieron por el pasillo hasta llegar a la puerta trasera.

Los mellizos Jason al salir de la casa, vieron a Harry con dos niños más. El niño de la casa se acercó hasta sus vecinos, siendo seguido por sus dos acompañantes. 

— ¡Hola! Somos nuevos en el pueblo.— habló su mellizo, saludando a los nenes en frente suyo.— Yo soy Aidan y ella es mi hermana, Atnea.

Los dos chicos se miraron entre ellos y les sonrieron a los dos nuevos.

—Yo soy Billy... Billy Black.

—Y yo soy Quil A..Atea..ra.— sonrió el niño mostrando la falta de su diente delantero.

Harry y Billy se rieron al escucharlo intentar pronunciar su apellido, mientras que Aidan intentaba no reírse y Atnea los miraba con curiosidad.

—¿Que estaban haciendo?— preguntó su hermano.

Harry, Billy y Quil, se acercaron a los mellizos, haciendo una ronda, y en susurros dijeron.

—Iremos al bosque.

—Genial.

Atnea hizo una mueca al escuchar la respuesta de su hermano y ver sus ojos, brillando en travesuras. Aún estando agarrados de las manos, la niña hizo un apretón sobre el agarre llamando la atención de su mellizo.

—Aidan... es peligroso.— habló con timidez.— sabes bien que no nos dejarán ir.

—A nosotros tampoco.— intervino Harry con una sonrisa traviesa.— pero escaparemos... ¡somos salvajes!

Aidan rió.

—Yo quiero ir hermana...— miró con ojos de cachorro a su melliza que está se encontraba con un adorable puchero.

Hechicera {Jacob Black}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora