Capítulo 5. Sospechas y despedida.

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Atnea exhaló con calma al ya estar seca, cambiada y calentita en su hogar. Sentada sobre uno de los sillones, con sus piernas flexionadas hacia su pecho y con una taza de café bien caliente en sus manos. Que fue gracias al portal que hizo en una zona alejada y vacía para llegar lo más rápido a su hogar y no morir congelada por manejar la moto. Que obviamente guardó la moto debajo del porche trasero.

Suspiró con la mirada perdida, al recordar que su mejor amigo había fallecido, y frustrada al no poder llorar su muerte.

Era algo que no lograba soltar.

No podía llorar.

Se había quedado sin lágrimas luego de la derrota que les dio Thanos, cuando perdió a su mejor amigo, a su hermano.

Pero la angustia y el dolor sigue quedando en su pecho, creciendo con los segundos, minutos, horas y días que pasa en el pueblo en donde nació.

Aún frustrada por no saber que fue lo que vio el hechicero supremo para traerla acá.

Volvió a suspirar, negando con la cabeza intentando relajarse y tratar de no pensar ni recordar.

-Por lo menos hoy salvaste una vida Atnea...- murmuró para si misma, bebiendo lo último que quedaba de su café.- Hiciste lo correcto.

Se levantó del sillón para irse a la cocina para prepararse un poco más de ese líquido caliente cuando escucha griterios afuera de su hogar. Confundida y con el ceño fruncido deja la taza sobre la mesita y se encamina hacia la ventana para ver cómo la muchacha que había salvado hace menos de media hora, entra a su hogar y el hijo de Billy Black patea con fuerza la puerta de la camioneta, causando que la hechicera saltara del susto. Siendo ellos los causantes del alboroto.

Se queda observando como el muchacho camina de un lado a otro, como un león enjaulado, notando gracias a su aura, la furia recorrer su cuerpo, pareciéndose como el fuego en una fogata, moviéndose brutalmente por el enojo. Hasta que desaparece de su vista, entrando a la casa.

Hace una mueca con sus labios, no gustandole para nada como es la actitud del muchacho y como entró a la casa.

Preocupada decidió salir y averiguar qué estaba sucediendo, con su celular en mano para llamar a la policía, aunque sea raro ya que es la casa del Sheriff Swan. No creía que el hijo de Billy Black sea alguien agresivo pero no todos se muestran como son. Además que hace menos de media hora lo conoció, no quería juzgarlo sin conocerlo pero al ver su actitud y su aura no deja mucho que pensar.

Agarró un abrigo y salió de su casa mientras se colocaba el saco y cerraba la puerta detrás suyo. Cruzó la calle y se acercó hasta el porche, subiendo los tres escalones, llegando a la puerta blanca. Apenas acercó su mano para tocar la puerta, ésta fue abierta de repente.

Hechicera {Jacob Black}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora