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Estaba nerviosa, conteniendo los tics que probablemente se manifestarán de un momento a otro.
Richard Tweak no era alguien inflexible, era una persona bastante accesible y amable, pero Tweek siempre se sentía comprometida a no fallarle cuando le pedía algo, lo que fuera.
Estaban todos sentados en el desayuno, su madre hacía café mientras el hombre hojeaba tranquilamente un libro pequeño en sus manos.
Sin mucho más que decir, el comedor estaba silencioso, hasta que la chica habló en voz alta, lo suficientemente llamativa para que su padre notará que no sólo estaba nerviosa si no desesperada.
–Papá, necesito pedirte una cosa– hablo lo más estable que pudo, esforzándose y concentrándose por ser clara, ya lo había practicado el día anterior en el espejo.
–Claro, dime que es lo que sucede... –
–Quisiera trabajar en la cafetería a medio tiempo y me preguntaba si tu... Si tu podrías darme un poco de dinero... –
La frase se deshizo poco a poco en un susurro, Richard bajo su libro y miró sorprendido a Tweek.
–Tweek, puedo darte dinero sin que trabajes, lo sabes no? –
–¡Pero no quiero eso! Quiero ganarmelo... –
El señor Tweak sonrió tranquilamente y asintió con la cabeza.
–¿Cuando quieres empezar? –
Sus ojos se iluminaron mientras sonreía feliz por aquello...
Comenzó a preguntar mil y un cosas para su capacitación, su padre parecía orgulloso de ella mientras su madre miraba enternecida la escena.

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Recién se levantaba de la mesa cuando notó el refrigerador vacío casi por completo, había una botella con leche y cereal en la alacena así que se encogió en hombros y se sirvió pacíficamente de aquello.
–Viejo, desearía de verdad ser tu, vives el sueño hermano– le habló Kenny con una gran sonrisa mientras se ponía una camiseta y subía el cierre de su gran chamarra.
–La gente es estúpida... – habló Craig simplemente frío, como siempre lo hacía, Kenny por su lado ya lo catalogaba como una especie de reptil  con la sangre fría y esos ojos extraños que parecía que deseaban tu muerte y te atravesaban el alma...
A decir verdad aunque era atractivo no entendía al 100% porque las chicas lo buscaban tanto... Craig era alguien sumamente desagradable, no tenía modales y era bastante desconciderado con las personas que le rodeaban.
Estaban viviendo juntos desde que todo ese embrollo había comenzado, Kenny trabajaba y él... Bueno el también.
Así que podían permitirse la renta entre ambos de aquel pequeño departamento.
Sin embargo aún así el dinero era un problema y Craig había encontrado una solución a aquello.
Y su compañero rubio lo había visto volver por las tardes, algo cansado y desaliñado, deseando tomar una ducha y lavando su ropa cada vez.
Sus encuentros eran relativamente normales, Kenny había oído que el pelinegro se limitaba a tener sexo con quien se lo pagará bien, incluso tenía ciertos lineamientos pero las chicas no se dignaron a compartir la información con él.
A él le daba un poco igual lo que sucedía.
A él lo que en realidad le importaba era otra clase de chica, no las típicas que estaban siempre haciendo alborotos y chismeando.
No, el solo estaba interesado en una persona.
Una chica alta y hermosa de su clase de economía del hogar, Marjorine.
Bastante hábil y sociable, sumamente animada y feliz por donde se la viera.
Ella sabía del asunto de Craig y de hecho era de las pocas personas que no opinaban nada al respecto, cosa que ciertamente se había ganado la gracia del pelinegro que ya estaba harto de tener que dar explicaciones a quienes no se suponia debieran interesarse por su vida.
Ellos tres habían formado una rara amistad entre todos, Marjorine por ser la única chica en su grupo solía tener atenciones maternales con ellos, aunque para ella a veces era difícil, si sus padres sabían que pasaba su tiempo con dos varones que encima tenían la fama de ser muy problemáticos la castigarian de por vida.
Kenny vivía por y para Marjorine, Craig notaba que aquel joven estaba a disposición de lo que la chica dijera, cosa que le parecía patetica pero le agradaba ver a la rubia feliz...
Y él mismo... Algo ausente, interactuaba a veces pero eran raras las ocasiones.
Sin embargo si necesitaban algo él estaba ahí, sentía un poco la obligación de ayudar y aportar algo siempre.
–Ya no queda cereal, recuerda comprar más – le habló a Kenny mientras se servía lo último que quedaba, el rubio asintió animado.
–Craig mejor será que nos pongamos en marcha ya, es algo tarde para llegar temprano –
El pelinegro vio como Kenny casi saltaba de su lugar con regocijo aproximándose a la puerta, Suspiro fastidiado y terminando rápido de comer lo siguió.
Cuando ambos iban a la escuela solían usar el trasporte público.
Un autobus era suficiente, el pueblo no era muy grande ni impresionante, así que aunque la escuela quedaba al otro lado de South Park no tardaban ni 30 minutos en llegar.
Cuando estuvieron ahí notaron las miradas sobre Craig.
El pelinegro sabía que era normal.
–Las personas son estupidas– repitió para sí mientras avanzaba lentamente.
Se topo sorpresivamente con Token cerca de la oficina de atención, hablaba con alguien...
Una chica pequeña de aspecto extraño que hablaba con él acaloradamente.
La conocía... Pero... Ni siquiera recordaba su nombre.
Mirando como la chiquilla lo maltrataba, se quedó tras la pared de la esquina que lo protegía... Esperando poder burlarse de aquello en el futuro.
–Estas loca, muy loca Tweek, si alguien se entera... Imaginate lo que dirán ¿Crees que vale la pena? Tienes una buena reputación... No la heches a la basura por favor... –
–¡Nadie se va a enterar! Solo tú y Jimmy lo saben... Y es algo bueno... Lo juro... N-No es lo que estas creyendo–
–Deberías preocuparte por ti, pronto vendrán gastos más serios y... –
–Tengo todo contemplado... ¡De verdad! Mira... Nuestras familias siempre han tenido suficiente ¿No crees? Digo... Solo estoy trabajando un poco más duro... Todo está bien, lo juro–
Hubo un silencio incomodo entre ambos, Tweek suspiró.
–Además, solo estaba contándote, no vas a cambiar lo que opino y quiero–
–Vas a arrepentirte–
–Lo dudo–
–No va a quererte, no le importas, nadie lo hace–
–¡Está bien!–
–¡Es un estúpido! – grito Token mientras los pasos de la chica se alejaban más y más, a la distancia pudo oírse la respuesta de ella.
–¡Tu eres el estúpido! –
Cuando Craig se aseguró de que la chica se hubiera ido, salió a burlarse de Token, lo que le sorprendió fue cuando vio su expresión dolida cuando apenas se destinaba a provocarla.
–Hey ... –
El saludo se quedó en el aire, el chico afroamericano puso sus manos en los bolsillos y tenía cara de pocos amigos...
–Hola Craig... –
–Oi mucho alboroto...–
–No pasa nada solo... Nada, no importa– dijo, dirigiendo buena sonrisa feliz a su amigo.
El pelinegro decidió no hablar al respecto, es más, a él eso ni le importaba.

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HOLA
Vamos creando algo de tensión :3 me gusta escribir esto que es corto me da muchas posibilidades uwu espero que lo hayan disfrutado, déjenme en los comentarios que opinan al respecto :3 si tiene teorías o algo así sobre lo que pasa o pasará x3 aún hay muchos detalles por revelar pero me interesa saber su opinión :3

Play DirtyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora