Orientacion Sexual (Choi Minho y Tu)

Capitulo 8:¿Por que ya no me hablas?

Minho me miraba fijamente, yo solo trague saliva y mis mejillas comenzaron a arder. ¿Qué debo hacer, Qué hará él? Después de unos segundos, Minho cerró los ojos y se los froto son su dedo pulgar e índice mientras suspiraba. Lo único que se me ocurrió hacer fue bajar la mirada y ordenar los papeles que había sacado de mi mochila. Sin decir nada Minho se levantó de su asiento, cosa que me asusto, y camino hasta el final del pasillo. Se escuchaban ruidos de vasos y platos chocando entre sí, que nerviosa me siento, debo calmarme y respirar. 

Minho regreso a la sala donde me encontraba, dejo sobre la mesa una taza de chocolate caliente y un dulce de fresa, luego de eso se volvió a sentar enfrente de mí. 

Minho: Come por favor. –Mirada cariñosa-

TuNombre: -Observando el dulce y viendo a Minho- Pero y usted no comerá señor Choi?

Minho: No, en estos momentos no tengo ganas de comer dulce. Lo que tengo ganas de probar no se encuentra en ninguna tienda señor Pyo. –Viéndome intensamente, su voz y sus palabras tenían un doble sentido y una picardía-

TuNombre: Seguimos hablando de comida? –Para mí el tema se desvió, pero no perdía nada con preguntar-

Minho: -Riendo en un pequeño susurro- Coma señor Pyo.

Y con eso logro poner fin al tema, no quise insistir más. Tome la cuchara y el plato con el dulce, tome un pequeño trozo y lo lleve hasta mi boca, estaba delicioso. Antes de comer el segundo bocado, levante mi vista y me encontré con la de Minho, me observaba atentamente mientras se mordía el labio inferior, estaba recostado del mueble con su mano derecha apoyada en su barbilla, no me sentía incomoda mientras él me veía comer, al contrario yo quería ser la que mordiera ese labio. Seguí comiendo mi dulce, volví a fijar mi mirada en Minho pero esta vez le sonreí tímidamente, él dejo de morderse el labio y me sonrió de igual manera, pero luego su expresión cambio, se notaba tenso y angustiado, frunció el ceño y desvió su mirada a un lado. ¿Qué fue eso?

Acabe con mi dulce de fresa y me bebí todo el chocolate.

TuNombre: Gracias por el dulce y el chocolate señor Minho. Estuvo delicioso. –Juntando mis manos y moviendo mis dedos nerviosamente-

Minho: De nada señor Pyo, le diré a mi madre que le ha gustado su dulce. –Recogiendo el plato y el vaso de la mesa-

TuNombre: Oh. Acaso su madre es repostera? –Trato de buscar un tema de conversación para minimizar la carga sexual que siento al verlo-

Minho: No, pero su pasatiempo es la cocina. Prepara dulces, comida extranjera y nacional. –Se va, hasta la cocina y regresa- 

TuNombre: Bien señor Minho, gracias por revisar mis informes, por la cena y el postre. Yo debo marcharme. –Tomo mi mochila y me levanto del mueble-

Minho: Ha sido un placer, es agradable conversar con usted. Quisiera volver a repetir nuestra pequeña salida. –Acercándose lentamente a mí- Además tenemos una salida de tragos pendiente recuerda? 

TuNombre: -Observándolo de arriba hacia abajo, su toalla dejaba ver parte de su velludo vientre, sonrojada lo mire a la cara- C-claro que recuerdo esa salida señor M-minho… 

Minho: -Tomándote con fuerza por la barbilla- No tartamudees, respira y piensa antes de hablar. Si vuelves a tartamudear frente a mí, tendré que hacerte callar. 

TuNombre: -Alejándome de él para que soltara mi barbilla- Es eso una amenaza? –Mirándolo aterrada-

Minho: -Sonriendo- No Pyo, es una promesa. 

Se acerca lentamente a tu rostro, cierras los ojos fuertemente no sabías lo que iba a hacer, solo deseabas una relación sana y normal entre un empleado y tu jefe. Tus pensamientos se detuvieron cuando sentiste los labios fríos de Minho en tu frente, cuando él se separó de ti, abriste los ojos y al ver su mirada había lujuria y deseo. Se alejó, y camino hasta la puerta para abrirla. Instintivamente caminaste hasta la salida, tu cuerpo se movía solo mientras tu cerebro y corazón asimilaban todo lo que ocurrió esta noche.