Orientacion Sexual (Choi Minho y Tu)

Capítulo 22: Placeres de la noche...

ADVERTENCIA: Capitulo con escenas eroticas, leer bajo su propia responsabilidad.

El comentario de Minho, hizo que mis mejillas se ruborizaran, la pieza musical termino, y ambos caminamos fuera de la pista de baile, los pocos invitados que quedaban se encontraban en el bar bebiendo, los chicos se habían retirado antes que nosotros. Subimos la escalinata de mármol y llegamos al lobby, Minho me observo con ojos llenos de pasión, tomo mi mano para entrelazar nuestros dedos y besar mis nudillos.

Minho: ¿A dónde vamos princesa?
TuNombre: - Mordiendo mi labio inferior - A la habitación 34 Minho.
Minho: Perfecto. Vamos a los ascensores.

Caminamos tomados de nuestras manos hasta los ascensores, esperamos unos minutos a que llegara uno, entremos en su interior, Minho presiono el piso donde estaba nuestra habitación y el ascensor comenzó a ascender. A pesar de tener un pequeño nudo de nervios en mi estómago, mi atención se concentraba en lo que quería hacerle a Minho una vez que entráramos en la habitación, mis intenciones eran entregarme completamente en cuerpo, olvidándome de todo: la editorial, mis padres, mi secreto... Por esta noche Minho y yo crearíamos nuestro propio mundo apartado de todo lo negativo.

Llegamos al piso 5 salimos del ascensor, Minho iba delante de mi guiando el camino. Pasamos varias habitaciones antes de llegar a la nuestra, cuando por fin llegamos a la habitación 34, Minho inspiro profundamente y esbozo una gran sonrisa en su rostro. Yo sonreí al verlo, era tan dulce, busque la llave en mi pequeño bolso, me acerque a la puerta, introduje la llave y gire la perilla, entre primero seguida de Minho. Antes de salir al salón de baile, me había encargado de ordenar la habitación, recogí todos los materiales de belleza y el esmoquin. Minho cerró la puerta detrás de él, se acercó a mí, acariciaba mis brazos con sus dedos y empezó a dejar besos en mis hombros. Yo cerré mis ojos, y deje escapar un suspiro, sus labios eran cálidos y hacían que todo mi cuerpo temblara.

TuNombre: ¿Ansioso señor Choi?
Minho: Desde que te conocí todo lo relacionado contigo me pone ansioso. Esta noche será especial mi princesa, será nuestro primer encuentro sexual... Pero no el último.

Me di la vuelta para quedar frente a él, tome sus labios con mi boca. El beso era más y más intenso, su lengua recorría el interior de mi boca, mis manos acariciaban su pecho sobre la camisa de nilón blanca, sujete su corbata, deshice el nudo y la deslice por su cuello arrojándola hacia un lado. Minho separo sus labios de mi boca, recorriendo con ella mi cuello, gemí al sentir sus dientes mordisquear el lóbulo de mi oreja derecha. Ambos nos miramos a la cara, los ojos de Minho estaban oscuros, llenos de sensualidad y pasión, mi respiración era agitada y sentía mi cuerpo arder.

Minho: - Besando la comisura de mis labios - Date la vuelta para quitarte el vestido.

Obedientemente me coloque de espaldas a Minho, acaricio mis hombros desnudos y fue descendiendo hasta llegar al cierre del vestido, fue bajándolo lentamente, cuando llego al final el vestido cayó al suelo, me volví para quedar frente a Minho. Él me observaba desde arriba hacia abajo, con una mirada llena de lujuria, me sentía un poco intimidada, y a la vez feliz. Minho me ofreció su mano derecha para que yo saliera del vestido sin tropezar.

Minho: _________ si tú supieras lo hermosa que te ves en este momento.
TuNombre: - Sonriendo - Ahora lo sé.
Minho: Siéntate en la cama para quitarte los tacones.

Aun sosteniendo mi mano, Minho me guio hasta la cama me senté en el extremo medio de esta, y Minho se agacho frente a mi quitando primero el tacón de mi pierna izquierda, luego de retirar el zapato lo coloco a un lado, sujeto mi pie en alto, acariciando con su lengua mis dedos, el empeine y deteniéndose en la pantorrilla, levanto sus ojos encontrándose con los míos, yo empezaba a jadearlas por esas caricias tan excitantes. Hizo el mismo gesto con mi pierna derecha, al igual que con la otra su lengua acariciaba todo mi pie, pero no se detuvo allí continuo su camino por mi pierna, mordisqueando mi rodilla y besando el interior de mis muslos. Mi espalda se arqueo e incline mi cabeza hacia atrás mientras soltaba un gemido.