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Jaebum estaba durmiendo, con su linda colita enrollada, y respiraba con tranquilidad abrazando a su pescado de peluche. Se ve tan inocente y lindo....
Quien hubiera pensado que ese lindo gatito te saca las garras apenas tocas su linda y peluda colita.
Lo, recuerdo muy bien cuando adopte a mi lindo gatito. Fue hace dos años, en un refugio de híbridos, de cinco horas de aquí en automóvil. Un gran refugio que rescataba a todos los híbridos que fueron creados para cualquier cruel entretenimiento.
Un día mi mejor amigo, Youngjae, me pidió que lo acompañara, ya que quería rescatar un conejito muy lindo. Así que decidí aceptar, aunque esos lugares no me gustaran mucho.
--En serio, Youngjae, ¿quién es? Hay muchos—dije, mirando a mi alrededor a muchas personas, con orejas, colas o cualquier característica animal, sin poder ocultar mi nerviosismo.
Esto no era un lugar para nada lindo. Algunos tenían heridas, unas no graves y otras si, como raspaduras en sus rodillas o manos. Golpes en sus mejillas, labios rotos, moretones grandes en el cuello o cualquier parte del cuerpo. Tuve el deseo de rescatar uno, y llevarlo a mi casa y cuidarlo, ya que no parecían tener más de diez años.
--¡Aquí esta! ¡Browny! —grito Youngjae, atrayendo mi atención y vi cómo se acercaba a un chico de cabello castaño, que lucía tan pequeño, indefenso y totalmente lindo.
Tenía orejas largas y peludas color blancas, ambas caídas sobre su sedoso cabello como demostrando su estado de ánimo. Parecía triste, pero noté con asombro que ambas orejas peludas se alzaron al ver a Youngjae, y pude notar mejor su rostro y vestimenta. Tenía unos bonitos ojos, una nariz un tanto grande y labios finos. Una total lindura.
--¡Jae! ¡Viniste! —chillo el conejo, mientras era recibido en los brazos de mi amigo y le regalaba un beso en la mejilla.
--Estoy aquí, browny. Te prometí que te sacaría de este feo lugar y te llevaré conmigo—el pequeño conejito, no parecía tener más de cinco años, se rio para luego besarle la mejilla, mirándome segundos después.
Le sonreí, pero el niño oculto su rostro contra el cuello de Youngjae.
--Tranquilo, Kyum—Youngjae le acaricio la nuca, pidiéndome disculpas con la mirada--. No le gusta mucho la gente grande—mi amigo le dio un pequeño besito en la frente--. Es mi amigo, Kyum, se llama Jinyoung. ¿Quieres saludarlo?
Pero Kyum negó con la cabeza, tratando de ocultarse en los brazos de Youngjae,
Le dirigí una mirada tranquila a mi amigo, diciéndole que no se preocupara, que entendía la actitud del pequeño conejito.
Después de todo, ese refugio se encargaba de rescatar híbridos de zoológicos, circos y prostíbulos. Todos esos pequeños niños habían visto cosas horribles, era normal que desconfiaran de algún recién llegado.
--Llevaré a Kyum al auto, Jinyoung—me dijo Youngjae--. ¿Quieres quedarte un tiempo más?
Asentí, medio distraído, viendo algunos niños corretear en el patio de juegos.
Suspire, negando con la cabeza, comenzando a caminar por el pequeño sendero, pensando en la posibilidad de llevarme a alguno de ellos y todo lo que significara para mí. Después de todo, tenía solo dieciocho años, hacerme cargo de un híbrido me quitaría un montón de tiempo y necesitaba concentrarme en la universidad.
Pero...
--¡AY, MALDITO DESGRACIADO!
Me sobre salte al escuchar un chillido de dolor seguido de esas palabras y mire al suelo, viendo que estaba pisando...
Ay, demonios.
Acababa de pisarle la cola a uno de los niños.
La cola se metió entre los arbustos, donde alcance a ver también unas piernas escabullirse por el suelo. Acto seguido, por entre las ramas y hojas, se asomaron unas orejas negras seguidas de un frondoso cabello del mismo color, un rostro redondo, y unos ojos felinos llenos de odio y rabia.
--Lo siento, lamento...
Mis disculpas se vieron interrumpidas cuando un montón de tierra llego a mi rostro.
--¡BASTARDO, ESTÚPIDO, HIJO DE PUTA! —chillo el niño.
Tosí, sorprendido de que un niño que no parce tener más de cinco años me haya dicho eso.
--¡Tranquilo, realmente--¡
Hice amago de acariciarle la cabeza, pero el pequeño gruñón me manoteo, secando sus garras.
--¡FUERA DUMBO!
Oh, con mis orejas no, pequeño enano.
Salte un bufido de fastidio para luego acercarme, agarrando al pequeño niño de la camisa con fuerza y levantándolo en el aire. Soltó un grito de horror, tratando de golpearme, pero fallando miserablemente, para luego esconder su cola entre sus piernas con expresión de pena y susto. Abrazo su pequeña colita, encogiéndose.
--Escúchame bien, pequeño monstruo—le dije fingiendo molestia--. Si vuelves a ofenderme voy a...
--Por favor, por favor no me pegues—susurro el hibrido rompiendo a llorar.
Mi expresión debía ser un poema en ese momento.
El rostro del pequeño niño se llenó de lágrimas, llorando sin control, y solo atine a abrazarlo para tratar de calmarlo, sintiéndome culpable por mi actuar. Había olvidado que aquellos pequeños híbridos debían haberla pasado realmente mal antes, y con mi actitud solo había logrado espantarlo y asustarlo por completo.
El niño forcejeo al principio creyendo que le haría daño, sin embargo, luego de acariciarle por entre las orejas pareció relajarse, aunque seguía hipando por las lágrimas.
--Tranquilo, bebe, no te haré nada, lo prometo—dije frotando mi mejilla contra su cabello.
--¿De verdad? —me miro de reojo, sin atreverse a levantar demasiado la vista.
--Lo prometo de corazón—extendí mi dedo meñique, a lo que el contesto dándome un pequeño zarpazo. Negué con la cabeza, dejándolo en el suelo, para luego revolverle el cabello--. ¿Todo bien, ¿no? —asintió de forma tímida--. Muy bien, debo irme, cuídate mucho...
--¿No vas a llevarme?
Lo mire con sorpresa cuando agarro mi muñeca, viendo su expresión necesitada, sus labios temblorosos, sus pies jugueteando nerviosamente, y trague saliva.
--Bueno, yo...
--Oh –me soltó, mirando el suelo--. Solo... solo bromeaba...
Podía escuchar que parecía a punto de llorar otra vez, por lo que tuve que tomar una decisión en ese rápido momento.
--¿Cuál es tu nombre? —le pregunte inclinándome.
Se quedó un momento en silencio.
--Im Jaebum—respondió de forma desconfiada.
--Yo soy Park Jinyoung, Jaebum—ante su sorpresa, lo tome en brazos de forma repentina, atrayéndolo a mi pecho--, pero puedes decirme Jinnie si quieres ya que desde ahora yo voy a cuidarte.
Admito que me enamore de la sonrisa de Jaebum en ese momento.
Cariñosamente, me acosté al lado de mi gatito, que despertó sorpresivamente al sentir mi presencia, y se acurruco en mis brazos
--¿Qué quieres? —pregunto lleno de sueño.
Le bese la frente, causando un ronroneo de su parte.
--Te quiero mucho, Im Jaebum—le dije tranquilamente.
Sonrió con los ojos cerrados.
--Yo también te quiero mucho, Jinnie.
Hasta el día de hoy me sigo enamorando de su preciosa sonrisa.
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Si hay algún error me dicen :)
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𝔐𝔦 𝔊𝔞𝔱𝔬 𝔊𝔯𝔲ñ𝔬𝔫 (𝔄𝔡𝔞𝔭𝔱𝔞𝔠𝔦𝔬𝔫)
FanfictionEl novio de Jinyoung es un chico con orejas, cola y actitud de gato. Su nombre es Jaebum, y Jaebum saca sus garras cuando ve a su novio cerca de gente o animales que le desagradan. Solo Jaebum tiene derecho para estar cerca de Jinyoung . ...