Capítulo 37: Jooheon

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De todos los demonios, Jooheon era el más inteligente y astuto de ellos.

Con la corta edad de dos años y medio, Jooheon ya podía correr por toda la casa sin caerse, además de poder avanzar con la pequeña bicicleta de madera que les compramos empujándose con sus pies para así no caerse. Le gustaba jugar con sus muñecos de Buscando a Nemo que Jaebum le había comprado a escondidas mías, y los dos se entretenían repitiendo los diálogos de la película como hacían en ese momento.

--A partir de este momento llevarás el nombre de Tiburoncín —recito recitó Jaebum con el juguete de Gill.

--¡Tiburoncín, uh-ha-ha! —chillaba Jooheon tomando el resto de los juguetes.

--¡Bienvenido hermano Tiburoncín! —seguía gritando Jaebum.

--¡Tiburoncín, uh-ha-ha! —gritaba Jooheon.

--¡Suficiente con el Tiburoncín! —le retaba Jaebum.

Pero en lugar de seguir con el diálogo, Jooheon se asustaba y se ponía a llorar.

Sí, Jooheon era un niño que aprendía rápido, pero saco mi valentía.

--No, llores Honey —le dije tomándolo en brazos mientras Jaebum bufaba.

El resto de los bebés estaban sentados en el suelo, rodeados de juguetes: Nora y Hyunjin se dedicaban a tratar de resolver un rompecabezas en tanto Hyunsik ayudaba a Yugi a colorear un dibujo sin salirse de la línea. Con Jaebum nos habíamos dado cuenta de que el menor de los bebés tenía unos pequeños problemas psicomotores y poca coordinación con sus movimientos. Debido a ello, le estábamos enseñando a sus hermanos a ayudarlo en todo lo que fuera posible y nunca dejarlo solo, porque Yugi solía frustrarse con facilidad si las cosas no resultaban bien.

La colita negra de Jooheon se metió entre sus piernas, sorbiendo su nariz cuando se lo pasé a Jaebum, que comenzó a arrullarlo para calmarlo.

--¿Por qué eres tan cobarde, Honey? —regaño Jaebum con voz suave—. Eres casi tan cobarde como tu papá.

--Oye —me queje indignado.

--¡SERPIENTE! —gritó Jaebum de pronto.

--¡¿DÓNDE?! —chillé subiéndome sobre el sillón aterrado.

Los bebés comenzaron a reírse sin control mientras Jaebum me miraba con burla, riéndose con esa sonrisa adorable que tenía.

Le saqué la lengua, enfurruñado, y Jaebum dejo a Jooheon en el suelo, que no tardo en limpiarse las lágrimas solito para después volver a sus juguetes, comenzado a ordenarlos.

Me senté en el sofá, Jaebum tirándose a mis brazos con un ronroneo, y miramos a los bebés jugar. Sabíamos que cuando cumplieran los tres años los tendríamos que inscribir en alguna guardería, sin embargo, nos preocupaba un poco eso considerando que eran cinco bebés que solo habían interactuado entre ellos.

--Ngh...

El maullido lastimero de Yugi llamó nuestra atención. Hyunsik parecía haberse aburrido porque ahora estaba al lado del menor jugando con una pila de bloques y Yugi estaba coloreando solo, su manito pequeña apretando el lápiz con sus cejas fruncidas en concentración, coloreando de amarillo el diente de león. Sin embargo, se estaba saliendo de los bordes, y eso parecía frustrarlo mucho, porque después chillo con enojo y tiro el lápiz, pegándole a Hyunsik en la frente.

--¡Tugi! —chillo Hyunsik con los ojos lloros.

Yugi soltó un maullido de resignación, tratando de ponerse de pie con esfuerzo, dando unos torpes pasos hacia Jooheon y se sentó a su lado de golpe, cruzándose de brazos.

--¿Yugi? —preguntó Jooheon como si nada, con curiosidad, mientras Hyunsik hacia una pataleta sin dejar de frotar su frente.

--Miau —murmuró Yugi hipando.

--Miau, Tugi —contestó Jooheon revolviendo el cabello a Yugi con cariño.

Jaebum suspiro, separándose para tomar en brazos a Hyunsik y dándole un besito en la frente. El bebé no tardó en acurrucarse contra Jaebum mientras mi novio se recostaba a mi lado, observando a Jooheon y Yugi ordenando los juguetes en silencio.

Los dos parecían entenderse muy, muy bien.

--¿En qué piensas, cariño? —le pregunté a Jaebum con curiosidad.

--No quiero que vayan a la guardería —se quejó en vos baja, preocupado—. ¿Y si se la pasan mal? ¿Y si se ríen de sus orejitas de Hyunsik? ¿O no dejan dormir a llamita? ¿O le tiran la colita a Honey?¿Y si se burlan de que Nora sea hibrida? ¿Y si molestan a Yugi por no poder hablar? ¡No quiero que la pasen mal, Jinnie! Mejor dejémoslos en casa, yo los educaré y-

--Jaebum, Jaebum, calma bebé—farfullé ante toda su palabrería veloz—, no pasa nada. No la van a pasar mal, lo prometo. No se van a reir de ellos porque irán a una guardería para híbridos y humanos, no van a estar solos, ¿bien? Además, ¿Cómo los vas a educar tú?

--Podría enseñarles a cazar ratones, supervivencia básica, idiota.

--¡No me digas idiota, Im Jaebum!

--¡Idiota, idiota!

--¡Idota, idota! —repitió Hyunsik riéndose.

Miré a Jaebum con incredulidad mientras Hyunsik seguía riéndose, repitiendo la palabra como si nada. Mi gatito me miró como si no hubiera hecho nada malo, y en realidad, no lo era, supongo que podía pasar por alto que por su culpa ahora el mayor de nuestros bebés estuviera repitiendo eso como si nada y que-

--¡Melda!

Me volteé, viendo los juguetes de Jooheon en el suelo y al pobre de Honey frunciendo el ceño en tanto Yugi trataba de imitarle.

--¡Miau miau! —gritó Yugi.

La escena me habría parecido tierna si no hubiera sido por lo que grito Jooheon.

--¡Melda, melda, melda! —repitió enfurruñado.

--¡Jooheon! —grite escandalizado—. ¡¿Quién te enseño esa palabra?!

--¿Uh? —el rostro de Jooheon se iluminó—. ¡Papa Bummie fue!

Me di la vuelta dispuesto a pelear con Jaebum, pero mi gatito ya no estaba en el sillón, solo Hyunsik estaba sentado allí como si nada.

--Papa Bummie se fe a Dusia —dijo Hyunsik asintiendo.

--¡Doble melda! —gritó otra vez Jooheon.

Jaebum no comió atún por dos semanas como castigo.  

╚»★«╝ 𝕄𝕚 𝔾𝕒𝕥𝕠 𝔾𝕣𝕦ñó𝕟 ╚»★«╝

Gracias por leer

Sin foto porque no encontré 😞

Si ven algún error me dicen.

𝔐𝔦 𝔊𝔞𝔱𝔬 𝔊𝔯𝔲ñ𝔬𝔫 (𝔄𝔡𝔞𝔭𝔱𝔞𝔠𝔦𝔬𝔫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora