Capítulo 12

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Sin editar

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Sin editar.

—Entonces dijo que yo le gustaba —suspiraba dramático Yeonjun dejando caer su barbilla en la barra de la cocina.

— ¿Y que tiene de malo? —preguntó.

— ¡Es un niño!

—Se puede querer a quien sea Yeonjun, niñas o niños lo importante es el amor y cariño —explicó con tranquilidad.

—Si pero... No me gusta Beomgyu —susurro Yeonjun jugando con sus dedos.

—Ese es otro asunto Yeonjun, es muy diferente cuando no te gusta a que te controles por qué es un niño.

— ¿Y que haré entonces?

—Puedes decirle amablemente la verdad, que no lo vez de esa manera —concluyó dejando los vegetales caer en la olla para ponerla al fuego.

Las labores de Jin fueron interrumpidas por el sonido del timbre, frunció el entre cejo volteando a ver el reloj de la pared, Namjoon había salido a terminar un proyecto de su clase, para evitar las trampas Namjoon salió hacerla en casa de Hoseok, no tenía previsto que volviera si no hasta las seis apenas eran las doce, Jin alejo a Yeonjun  de la cocina cargandolo dejándolo al lado de Soobin que cantaba las canciones de la película de barbie, era gracioso que pudiera emocionarse Apesar de ya haberla visto varias veces. Jin cruzo la sala algo molesto pues la persona detrás no había parado de tocar el timbre, abrió la puerta dispuesto a regañar a la persona. Las palabras quedaron atoradas en su boca en su boca cuando vio a Hwasa recostada contra el marco de la puerta vestida como solo ella sabía hacerlo: luciendo sensual y hermosa.

— ¿Tu que haces aquí? —gruñó Jin en vez de saludarla.

—Esto es tan desagradable para mi como para ti —rodo los ojos Hwasa empujando a Jin de la puerta para entrar—. Estoy aquí por ti, llevas días sin contestarle a tu padre y me ha enviado a ver si no has muerto.

—Vivo para tu desgracia —contesta cerrando la puerta, Hwasa miraba hacia todo el pasillo notando los zapatos brillantes y pequeños al lado de los suyos además del perchero que sostenía las chaquetas de personajes. Jin se puso frente al perchero nervioso—. Ya viste que estoy vivo, adiós.

—Menuda bienvenida —dijo sarcástica con una sonrisa—. Dame algo de tomar antes, luego te dejo en paz.

Jin rodo los ojos caminando hacia la cocina, dejando a Hwasa en la entrada. La chica no es que le cayera mal de hecho hacía años que se conocían pues sus padres son amigos, Hwasa era la excéntrica y divertida y el más el compañero fiel que trataba de evitar todos los desastres potenciales que la chica hacía ¿que había sucedido? Realmente Jin no había hecho nada más bien sus padres tuvieron la brillante idea de comprometerlos, desde allí Hwasa comenzó alejarse de él y a tratarlo diferente todo por que ella no quería casarse y dejarle los negocios a Jin. El tampoco estaba emocionado por la idea, en su mente el matrimonio debía ser algo tranquilo y dulce -cosa que Hwasa no tenía ni una pizca- aunque si le había puesto melancólico dejar de salir con ella. Era poco lo que ambos se veían desde que había aceptado el trabajo en la universidad estatal, permitiendole a ambos hacer una vida por separado al menos por un tiempo.

Atracción Retorcida [JinNam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora