—Dejar de existir. ¿Me entiendes?—Murmuró, dejando todo de lado, parados en la arena seca, mientras el mundo dejaba de seguir andando por un segundo según los ojos y la percepción de Seungcheol.
—¿Perdón qué?—Parpadeó varias veces.
—Lo que escuchaste. Más de una vez lo pensé. Y de hecho...—Miró el cielo, dudando si en completar y responder la pregunta de Seungcheol.—Casi lo hago, pero Chan me detuvo...—Suspiró, mientras miraba a Seungcheol.—Por eso te he ayudado siempre.—Siguió caminando, pero sin Seungcheol, quien se quedó congelado, soltando su mano cálida, con sólo sus dedos helados.
—N-No puede ser. Dime que ya no estás igual que antes. ¿¡No lo volverás a intentar de nuevo cierto!?-Jihoon volvió a su lado, con cara preocupada.—Dime que no.—Lo abrazó sin esperar nada, en cuanto estuvo cerca, lo estrechó, poniendo su mano en la nuca de el rubio, mientras que él mantenía su rostro cerca de su pecho, escuchando su pecho acelerado y asustado.
—No, mira, desde que estoy contigo no he pensado tanto en eso, y menos ahora.—Lo abrazó, tranquilizando un poco más a Seungcheol.
—No puedo perderte, menos a ti. ¿Cierto?—Jihoon sonrió, y asintió.
Se despegaron, y siguieron caminando.
Volvieron a casa, por el frío y el viento frío. Cuando volvieron, Jihoon se desanimó, viendo los papeles, sus cosas dispuestas a el uso de su trabajo. Pero Seungcheol lo llevó de la mano, lo sentó en la cama de su habitación, y sólo se acostaron juntos, aún con sus pantalones mojados, y sus pies un poco llenos de arena.
—¿Por qué lo quisiste intentar?—Giró su cabeza encima de la almohada, mirando el perfil de Jihoon, su perfil con la nariz perfecta, sus ojos pestañeando, mirando el techo que estaba sobre ambos.—¿Era por SoonYoung?—El menor se encogió de hombros frente a la pregunta.
—No... Creo que era por mi. Digo, sentía lo mismo que tú, sentía que fue todo mi culpa, sabiendo a la vez que no era cierto. Sólo tenía pastillas por todas partes, en el baño, y por tres horas lo decidí. Pero llegó Chan... En ese tiempo estaba muy deprimido, y me visitaba mucho, y muy seguido...—Con la voz un poco quebrada, mientras sólo explicaba con su izquierda, en el lado izquierdo de la cama como siempre. Seungcheol tomó su otra mano, así sentía que le estaba dando un poco de seguridad.
—¿En serio pensaste eso...?—Jihoon asintió. Seungcheol ya tenía los ojos llorosos, en incluso una pequeña lágrima había caído a la almohada sin que ninguno se diera cuenta.
—Pero luego, ya fui reponiéndome. Hasta que bueno llegaste tú, y soy más feliz...—Sonrió, mientras veía a Seungcheol. Sus ojos se conectaron, como cables.—Me toca preguntar. ¿Ahora que somos?—Seungcheol rió.
—Personas, que nos apoyamos entre sí.—Contestó con cuidado, sin mirar a Jihoon, sin ver su rostro de decepción.—¿Por? ¿Quieres algo más? Porque, todavía no puedo. No quiero que estés con un imbécil que recuerda a su ex.—Ambos rieron un poco.
—Entonces desechemos tus cosas, al igual que las mías. De verdad ayuda.—Se levantó, buscó una bolsa de basura grande, y en el cajón de la mesita de noche de el mayor que esta vez sentado veía como se movía con agilidad el cuerpo de Jihoon en toda la casa y sobre todo habitación.—Echa todo acá, sin remordimientos.—Asintió, mientras sacaba el cajón. Sacó todo, y fue seleccionando cosas para la basura.—Wow, son fotos muy lindas.—Seungcheol estaba callado, y antes de que desechara todo en la bolsa de basura, lo detuvo.
—Jihoon, escúchame. Yo en verdad estoy enamorado de ti, entiendo que me quieres ayudar. Pero no puedo solo desecharlo... ¿Si?—Jihoon suspiró, bajando su pecho alzado por erguir su espalda.
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«The beach»
FanfictionJihoon luego de cinco años viviendo con su pareja, no se pudo arreglar más. Esa persona tan especial para él ya se había ido, lo había abandonado a él en su casa en la playa. No había forma de poder seguir esa relación que se desmoronaba. Ya desco...