Secretos De Un Mafioso

35. Amorio Kovalev

Era imposible dejar de ver esos azules verdosos que tenía enfrente, cuando me referí que el destino me uniera con el amor verdadero no me refería de esa manera y menos en ese momento, y menos espere que fuera con él, fue tan inesperado, que ahora me sentía como una estúpida por corresponder, no soy una mujer fácil, en ese momento lo que sentía era enojo hacia él, me estaba abriendo a él, le estaba confesando mis sentimientos y el básicamente los mando por el caño, el echo que yo dijiera que estaba dejando de sentir cosas por Allen no queria decir que ya estaba en búsqueda de caza.

Estaba enojada conmigo misma, con mi cuerpo por reaccionar de esa manera ante él.

Mi primera reacción al soltarnos de tremendo beso fue, lansarle una de mis mejores abofetadas, el sonido del choque del tacto de mi mano y su mejilla fue lo último que se escuchó, un hormiguero estaba plantado en mi palma de la mano, su cara volteo por completo, dejando a la vista sólo un perfil de su rostro, su piel era tan blanca que la marca de mi mano y un rojo intenso resaltaba en él.

Intenté bajarme pero él fue más rápido y puso el seguro en las puertasdel carro, el calor se estaba haciendo presente en mi aura pero de puro enojo y coraje.

-sera mejor que quites el seguro de la puerta, Alek o no respondo-Amenaze, pero este ni se inmutó, no tenía emocion alguna en el rostro.

-No hasta que me escuches- exclamó con tranquilidad pero no sé si fingida o verdadera.

¿Escuchar?, ¿Escuchar que?.

Estaba furiosa eso estaba claro, pero ¿Era con él?, ¿Era conmigo misma?, ¿Era por estar confundida?, Esas 3 simples preguntas hicieron que mi enojo disminuyera.

Si no hubieras querido lo hubieras apartado desde un inicio, ¿Cierto?, Y por el contrario le seguiste.(conciencia).

Pues eso era cierto, por esa razón estaba inalando dudas en medio de esta mierda, a tal punto que había olvidado a Alek.

-¿Que quieres que escuche?, estoy asustada con lo ocurrió hace un momento, creo encontrar a alguien con quien puedo hablar sin que me juzgue, y tu....- mis palabras quedaron colgando en el aire por la demandante voz de Alek, no me grito, pero fue claro que subió el tono de voz.

-POR QUE ME GUSTAS, ESA ES LA VERDAD EL POR QUE TE EVITE, POR QUE ERES PROHIBIDA, TENIS QUE ALEJARME DE TI, ESA ES LA RAZÓN POR LA QUE TE BESE-.

Estaba pasmada ante esa revelación, sin palabras, toda la cordura que me quedaba de pensamientos se esfumó, de evaporó por completo.

Quería decir algo, pero lo único que hacía era tartamudear, él lo notó y prosiguió con la conversación ya más relajado como es él.

-Puede que esto te parezca estupido, pero...- suspiró profundo y se recostó en el espaldar del asiento del auto, echo la cabeza para atrás dejándola apoyada y cerró los ojos.

Desde esta perspectiva podía apreciar la manzana de su cuello bajar y subir, su mejor perfil, la mitad de esos labios rosados, y hasta ese momento fui consciente que lo estaba examinando de nuevo inconscientemente.

¿Que estoy haciendo?, Ni yo tengo la mínima idea, ahora más que nunca siento que tengo el corazón de una adolescente, un día digo que quiero café y al otro leche, en la mañana tengo frío y en la tarde calor, ustedes más que nadie se tuvieron que dar cuenta de eso, que mi mayor defecto es la indecisión.

Lo único y por alguna extraña razón el nombre y la imagen de Allen seguían clavadas en mi mente.

-Pero... No sabes el dolor que me provoca verte con él, reír con él, saber que los labios de él son los que saboreas, la rabia me invadía solo de saber que estabas con él, el que él te muestra un lado erróneo que puede que ya no exista, quería hablarte, acercarme a ti, pero tenía un jodido miedo de cagarla y que de tu propia voluntad te alejaras de mi, me gustas, me encantas, puede que estés pensando, "Pero si apenas lo he visto poco", pero ese poco tiempo basto para mi, te estuve viendo desde la penumbra, y no sabes lo difícil que era para mi contenerme para no querer devorar tu boca por completo, por no ir y tomarte por la cintura y sentirte en mis brazos, junto a mi , contenerme para no hacerte ...- se detuvo por su cuenta, creo que fue por lo que hiva a decir y no quiso terminar de pronunciar, pero sabía perfectamente la continuación.

-tuya- culminé lo que él quiso omitir, lo sentí un tanto incómodo.

Me costó pronunciar la palabra, yo estaba de lado en el asiento hacia el él, esa simple cuestión hizo ponerme nerviosa, mis manos sudaban en frio, la piernas me flaqueaban y el corazón latía desbocadamente, a tal punto que creí que el podia escucharlo.

- Madisson, estoy enamorado de tí, de tus hermosos ojos azules, tu respingada nariz, esos labios comibles, esa sonrisa que mata a kilómetros, la vida está llena de cosas bonitas tu por ejemplo eres una de las mías.- admitió incorporándose.

Sé empezó a a cercar a mi tanto que quedamos a centímetros de distancia, admito que esa escena me puso nerviosa, ansiosa, a tal punto que me tuve que morder el labio inferior para no emitir sonido alguno.

Fue en error....

-No te muerdas el labio haci- ronroneo acorralandome por completo en mi lugar sin posibilidad de escape alguna, me pego contra el interior del carro, las ventanas de este eran transparentes, y el se pego a mi, podía sentir su pecho contra mi, mi respiración estaba al borde de un colapso y yo no había movido ni un dedo.

-No lo muerdas más, que yo lo quiero hacer por ti- exclamó bajo en un tono sensual, rozando nuestros labios, pero él no me besó.

Lo hice lo yo...

Loco, ¿No crees?, Hace poco eso me enojo y ahora la iniciativa la retomé yo.

Sus labios no perdieron el tiempo y el empezó a juguetear con los míos, dio pequeñas supciones, los lamió y tal como dijo los mordisqueó, chupo y tomo control, me tomo por la cintura y la poca cordura que sobra en mi se la llevó alguna ballena junto a pincho, deje pensar coherentemente cuando se abrió paso entre mi boca y su lengua es la que sentía, un calor estaba concentrado en mis mejillas todo hiva bien hasta que un celular sonó y arregañadientes de su parte me soltó y saco su teléfono.

Palideció de inmediato y se quedó estático y rijido al ver la pantalla.

Allí una idea surgió en mi mente de quién se trataba, le quite el teléfono de las manos y estábamos los dos echos piedras

Era Allen.

-Alek tienes que contestar- exclame.

-Si, solo que...que le digo, sabe que vine a buscarte- respondió un poco afligido y pensativo.

El sonido del teléfono hacia que los nervios estuvieran en punta de ambos, era desesperante y no me deja pensar con claridad hasta que una excusa coherente cruzó mi mente.

-Que no me encontraste, y que no tienes idea a donde pude ir, y tu horas con Allen yo me hire a mi casa, a si de simple- exprese sin dudar.

-ok- soltó y atendió y bendito
telefono..........

-Allen tengo malas noticias, no la encontre, busqué en los alrededores pero nada- contesto con la vista fija en mi.

La retiro y siguió en la llamada.

-¿Y que quieres que haga?, no se donde mierdas puede estar metida, el que tiene que saber eres tú, no yo, ¿No se supone que tú eres el novio?- exclamó algo molesto.

-ire a dar otra ronda y me voy con ustedes de regreso- y cerró la llamada.

Al finalizar metió las llaves de regreso en el auto, y retomo caminó, este no era el plan.

- a donde vamos, ya teníamos otra idea-dije con desconsierto.

Este había tomado un aire totalmente diferente, lo pille como frustrado, indiferente, y por un momento me miro, fue una milésima de segundo pero sentía su frialdad en ellos.

-te hire a dejar a tu departamento- cerró tajante y por mi parte no quise preguntar nada más.

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Estoy de regreso bellos mafiosos, espero poder publicar 2 ó 3 mas entre la semana.

Algunas cosas cambiaron pero la mejor parte se viene en los próximos 4 o 5 capítulos, estoy segura que no se esperan nada de lo que viene.

Sin más los dejo con la intriga, besos de CARLHAY.