-Eso es todo por hoy, recuerden terminar lo que acordamos para el lunes. -Dije para todos y vi cómo salían corriendo los niños disparados hacia el patio a jugar. Su entusiasmo por salir era increíble.
Comencé a guardar mis pertenencias en mi bolso donde también tenía mis tantos libros de leyes para la nueva universidad. Toda esta nueva vida era bastante estresante, pero era lo que debí hacer en un principio.
Hace ya tres meses me di cuenta que el tonto sueño de pintar y ser conocida por mis obras se esfumó. Así que decidí dejarlo a un lado para ser alguien de verdad. Entré a la Universidad de Leyes en París, consiguiendo un empleo como maestra en la misma escuela que Alika estaba, por lo que la veía más seguido y eso me gustaba. Dejé mi anterior trabajo de mesera que tanto odiaba, por suerte. No digo que ser profesora de niños me guste, tampoco me gusta, pero me ayuda más financieramente para pagar mis nuevos estudios y mi novio me apoya bastante también.
Me casaré con Belmont en un mes exactamente, ya tenemos fecha, lugar, y la mayoría de los detalles, solo debía comprar mi vestido.
Para ser sincera últimamente estuve teniendo algunas dudas pues, apenas tengo 24 años y todo es muy apresurado. Luego entendí que solo eran los nervios, como dijo mi amiga, con el tiempo pasará porque realmente lo amo.
Caminé por los pasillos viendo a los niños correr por todo el lugar, yendo a la sala de profesores a saludar a mis compañeros para partir a la universidad. Cuando llegué, no vi a Alika en ninguna parte y recordé que en la secundaria, su sector, todavía estaban dando clases. Sin más, luego de decir adiós a los demás, me fui.
Al llegar a la enorme y antigua institución pude divisar en las escaleras a mi compañero, André. Él tenía un año menos que yo y recién comenzaba con esta nueva elección de carrera. La mayoría de los ingresantes eran recién salidos del secundario, por lo que tuve mucha suerte de encontrarlo y nos hicimos buenos compañeros al instante.
-Debo ir a mi antigua universidad a buscar unos papeles, nos vemos mañana? -Dije al terminar nuestra extensa clase.
Para ser sincera, no me disgustaban la idea de ser abogada pero tampoco era lo que tenía planeado para mi vida, nunca lo hubiera imaginado.
-Estoy en auto, te llevo. -Me ofreció mientras bajábamos las escaleras hasta la calle.
-No hace falta, no es muy lejos y me gusta caminar. -Sonreí, no quería serle un estorbo.
-Segura? No me cuesta nada.
-Segura. Muchas gracias, André. -Lo saludé con un beso en la mejilla y luego asintió con la cabeza, entendiendo que no hacía falta llevarme.
Iba a paso apresurado, ya quería llegar a casa, comer y dormir. Estar un rato con mi novio, si es que se encontraba en casa, también.
Una enorme galería de arte en medio del centro me hizo detener lentamente mi paso, pudiendo ver por la puerta de vidrio unos hermosos y enormes cuadros que me pedían a gritos que entré a mirarlos. Chequeé la hora y podía tomarme unos minutos para ver si lo hacía rápido.
Esa tonta idea salió de mi cabeza. Debía concentrarme en lo actual, en que debo buscar los papeles para mi nueva carrera, el comienzo de mi nueva vida. Para los hobbies había tiempo más tarde, así que seguí caminando hasta llegar al edificio. Me atendieron correctamente, dándome y firmando todo lo que había pedido aunque tuve una larga espera y, una vez afuera, lo hice. Corrí de nuevo a la galería rogando que no hubieran cerrado ya que estaba anocheciendo. Ni siquiera sé por qué volví, solo quería, necesitaba echar un vistazo.
Para mi suerte seguía abierto, aunque con muy pocas personas adentro, apenas dos. Empujé la puerta con una mano con todas mis fuerzas por lo pesada que era, mientras con la otra aferraba más mi bolso a mi hombro. El olor a antiguo y productos de limpieza que había en ese lugar me encantaba, debo decir.
Moví mis pies verificando todo el lugar, que nadie se acercara a decirme que ya estaban por cerrar o algo por el estilo, pero no pasó. Así que comencé a mirar las pinturas. Una punzada pequeña en mi pecho de emoción comenzó al ver que eran hermosas, de un estilo clásico tal y como quería que fueran las mías en el pasado. Observaba una en específico que me gustaba mucho, una mujer de cabello rubio y ondulado, tez blanca y una cara totalmente relajada, se veía tranquila, contenta. Las flores rosadas hacían un hermoso contraste con el amarillento del fondo.
Intenté descifrar la difícil firma debajo del dibujo para saber quién era el autor, pero no ponía nombre, solo un extraño garabato redondo con pintura dorada.
Una pequeña nostalgia me dió al ver toda esta belleza a mi alrededor y notar que nunca pude llegar a hacerlo.
-Llevas mucho tiempo mirando esta. -Un cuerpo de posó a mi lado, hablándome. Giré mi cabeza y me encontré con Harry, lamentablemente.
-Que haces aquí? -Mis cejas fruncidas le hacían entender que no estaba nada a gusto con nuestro encuentro a pesar que desde hace meses no lo veo.
-No puedo estar en mi propia galería? -Su sonrisa de lado me irritaba. Antes de dejarme hablar, lo hizo él; -Cómo te está yendo con tus pinturas?
-Lo dejé. -Seguía caminando muy lentamente para llegar hasta el siguiente lienzo y observarlo, era otra linda mujer.
-Qué? Por qué? -Me siguió, en su voz puedo jurar que noté un poco de desilusión y sorpresa.
-No era lo mío.
-Angelina, si lo es. -Agarró mi brazo suavemente para que centre mis ojos en él y deje las pinturas de lado.
-No. No tenía ganas de seguir desperdiciando tiempo así que ahora comencé a estudiar abogacía. -Sonreí orgullosa de mi nuevo comienzo, pero la mueca se desvaneció al ver la risa burlona de Harry frente a mi. -Qué?
-Podrías pasarme tu teléfono? -La pregunta me desconcertó cuando cambié rotundamente l tema de conversación.
-No. Para qué?
-Quiero ayudarte. -Dijo y me recordé que no pensaba soportar todo este circo de nuevo.
-No necesito ayuda, gracias. -Seguí caminando para pasar mi cuerpo al lado de la siguiente pintura.
-Tengo una buena propuesta. -Insistía detrás de mi.
-La anterior salió mal. Y la anterior a esa también.
Rodó sus ojos, recordando que mal habían salido sus planes eso días. -Solo dámelo.
-Me encantaron tus pinturas, muy bonitas como siempre. -Giré para verlo a la cara. -Un placer volverte a encontrar. -Sonreí y sin más comencé mi caminata a la pesada puerta de vidrio para ir a casa.
-Ángel...
-Angelina. -Le recordé, mirándolo por arriba de mi hombro, con una de mis manos sosteniendo la puerta.
-Me gusta más Ángel.
🎨🎨🎨
Hola! Perdón por tardar tanto en escribir, estoy teniendo algunos problemas que me quitan tiempo. Pero no es nada, acá esta el nuevo capítulo!Recuerden votar mucho y comentar qué les parece, me encanta leer sus reacciones y lo que piensan, me dan ganas de seguí escribiendo!
Gracias por leer, bellezas🥰
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painter |Harry Styles|
FanficDicen que los pintores están todos locos y, es verdad. Cuando encuentras el significado del arte; te deliras. Como le había pasado a Harry Styles, un famoso pintor Francés donde reflejaba cada parte de él en sus lienzos clásicos de estilo renacentis...