-Este lugar es hermoso pero... creo que se necesita reservación unas semanas antes. -Mencioné cuando lo vi abrir la puerta del lugar.
Estábamos en la cafetería más hermosa de todo París, a mi parecer. Tenía el estilo clásico que tanto me gustaba y los enormes lienzos que podía quedarme mirándolos horas y horas. Entrar a ese lugar era como ir a un museo y comer al mismo tiempo, la gloria. Lamentablemente nunca pude comer aquí ya que necesitaba una reservación y siempre lo olvidaba o simplemente no tenía tiempo.
-No es necesario. -Luego de dejarme pasar primero por la puerta, entró y se dirigió a la mujer que acomodaba a la gente en sus mesas.
-Buen día, Harry. Kevin está adentro. -Le comunicó con una sonrisa, Harry ya conocía a esta gente.
-No, no. Hay una mesa? Vengo con una amiga a tomar algo. -Dirigió mi vista hasta mi, al igual que la chica, analizando cada parte con una seria expresión que reemplazaba la anterior.
-Si. En el fondo. -Dijo mirando la computadora seriamente, algo le había molestado.
El chico posó su mano nuevamente en mi espalda para que comenzara a caminar y así lo hice, mientras pasaba hasta el final del lugar cada segundo me fascinaba más y más. Las obras gigantes me hacían embobar, caminaba más despacio para poder apreciarlas un segundo más pero, Harry volvía a empujarme muy suavemente para que apresurara mi paso. Algunas personas lo saludaban respetuosamente y con alegría en sus ojos llamando mi atención, sabía que era un conocido pintor pero los artistas están infravalorados por lo que ser "famoso" en el rubro no es para tanto.
Al llegar a nuestro lugar vacío nos sentamos, intentaba enfocar mi vista en Harry aunque me era imposible por el lienzo detrás de él; una mujer perfectamente pintada y el enorme candelabro colgando del techo me distraía.
-Este lugar es hermoso, siempre quise venir. Cómo conseguiste pasar sin reservación? -Pregunté sin dejar de observar cada detalle, mis ojos se dirigían a todos lados rápidamente y él notándolo, sonrió.
-Es mío, en realidad. -Apenas dijo eso, fruncí las cejas centrando mi atención en él.
-Cómo? -Estaba muy confundida, en ese momento, no entendía si era un chiste o el lugar era realmente de él. Lo dudaba por su "mal gusto" que note al ver su desarreglada casa, al ver lo lindo y grande que era me hacía pensar que no estaba involucrado con el diseño. El arte clásico en cada parte del lugar me decía que si podría ser idea de él, de todos modos el dinero no le faltaba aunque su apariencia no fuera la de un millonario.
-Gané bastante hace algunos años con unas obras y un... amigo, -Dudó un poco de esa palabra, pero de todos modos siguió. -me aconsejo invertirlo o algo así. Así que él me ayudó a abrir este lugar. En realidad lo hizo todo el, yo solo dije que quería un poco de arte en él y... no era exactamente esta mi idea pero es bonito, tal vez.
-Solo bonito? -Abrí los ojos como platos. -Esto es hermoso. Nunca creí que fueras el dueño.
El sonrió, entrecerrando sus ojos y dando paso a unas arrugas alrededor de ellos. Estaba por decir algo más, cuando la mesera nos interrumpió.
-Buen día, que desean? -Una mujer de por lo menos treinta y algunos años nos habló.
-Harry. -Mostró sus blancos dientes al ver la cara del chico.-Lydia. -Saludó. -Tráeme un café y esa tarta que hace Eric.
-Claro. -Guardó el anotador al darse cuenta que no era tan complicado memorizar. -Y usted? -Me observó amablemente.
-Solo un café.
La chica asintió y caminó lejos de nosotros y, una vez más, quede atontada con la decoración.
-Cómo conseguiste mi teléfono? -Habló volviendo a sacarme del trance.
-Sé lo pedí a Roger. Dije que había cambiado el teléfono y perdí los contactos. Y tú?
-Sé lo pedí a tu amiga, recordé que trabajaba en esa escuela y fui a buscarla. -Era extraño, Alika no había mencionado nada y era raro en ella.
-También trabajo allí ahora.
-Haces muchas cosas. -Asentí suspirando mientras la mujer se volvía a acercar con los café y la tarta, dejándolo en la mesa tranquilamente.
La rápida y amable atención me daba certeza de que Harry realmente era el jefe de toda esta gente. O tal vez siempre era así aquí.
-Por qué me ayudaste? -Tenia esa pregunta revoloteando en mi cabeza desde que atendí la repentina llamada y necesitaba respuesta.
-Sé que te di una mala impresión al principio... pero cuando veo alguien con mucho talento me gusta que el mundo lo conozca, sabes cuantos artistas buenos hay sin reconocer? El arte está muerto en estos tiempos y necesita más reconocimiento.
-Me dijo que le habías mostrado uno de mis pinturas. Cómo? -Planteé una de las tantas preguntas más que tenía en mi cabeza rondando. Agarré el café y tomé un sorbo aprovechando para tapar mi cara de vergüenza al ser halagada por él.
-Te olvidaste una en mi anterior casa la primera vez y la conservé. -Comentó despreocupado mientras comía.
Por alguna razón mi calor subió aún más cuando dijo que decidió quedarse con él, no sabía por qué y tampoco quería saberlo. -Te mudaste? -Cambié el tema.
-Si, hace poco tiempo. -Sé acomodó en su silla y colocó sus codos en la mesa, listo para decirme algo con atención. -Qué crees que es el arte?
Su pregunta me descolocó, no estaba segura si era una especie de prueba que tuviera que pasar o un simple interrogatorio para charlar.
-Es una pregunta difícil... -Acomodé un mechón de pelo tras mi oreja, necesitaba poner mis manos en algún lado. -Creo que es sentimiento, es decir, aunque estés pintando cualquier cosa, lo que sea, pones tus sentimientos en juego a la hora de agarrar un pincel. Son los estados de ánimo del artista, es la imaginación, el espíritu... la parte bella o tal vez horrible, de algo desde el punto de vista de su autor... siento que tiene muchos significados.
Sus ojos atentos ni siquiera pestañeaban cuando me veían hablar, era una mirada dura que me hacía dar escalofríos, miedo. Creo que no había pasado la prueba.
-Y tu que piensas? -Inmediatamente se acomodó en su silla quitando ese bello color verde de mi.
-Qué es el arte para mi? -Miró a un costado, suspiró y volvió hacia mi. -Prostitución.
-Qué?
-Yo creo que el arte es como la prostitución.
-Por qué...?
-Sé que mañana te juntarás con Roger, pero te irá muy bien. -Cambio de tema rotundamente dejándome con la enorme duda de sus palabras. -El mes que viene, el quince específicamente él abrirá una galería para ti y... qué? -Sé detuvo al ver mi cara de desilusión, un poco de terror también.
-Ese día es mi boda.
-Boda? -Volvió a apoyar su espalda en la silla y cruzando sus brazos en su pecho, elevó un poco sus cejas viéndome asombrado.
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Perdón por tardar tanto en actualizar, prometo ser más constante!
Gracias por leer 🎨
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painter |Harry Styles|
FanfictionDicen que los pintores están todos locos y, es verdad. Cuando encuentras el significado del arte; te deliras. Como le había pasado a Harry Styles, un famoso pintor Francés donde reflejaba cada parte de él en sus lienzos clásicos de estilo renacentis...