Capitulo 7: "je vois l'aura"

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-Ese es alumno tuyo? -Señaló Alika con un dedo mientras con la otra mano sostenía un café. Miré a su dirección y había un pequeño llorando en una esquina.

-Dios, si. Sostén. -Le di mi taza y me acerqué a él lentamente. -Alex... -Me agaché a su altura y le brindé mi mejor mirada de comprensión posible. -Qué sucede?

-Estoy triste. -El niño de ocho años me miró con sus azules ojos llenos de lagrimas. No le daba pena para nada mostrar su dolor.

-Por qué? -Me senté a su lado, escuchando con atención y con uno de mis dedos quite una lágrima.

-Mis padres se van a separar. -Mientras decía la última palabra estalló, y su rostro de dolor aumentó arrugando cada parte de él, cerraba con fuerza sus ojos sacando afuera el agua que contenían.

   Automáticamente lo abracé y acaricié su espalda brindándole contención, su tristeza me partía el alma.

-Alex... -Realmente no sabía que decirle, era una situación bastante complicada para un niño. -Mírame. -Levanté su pequeña carita. -A veces... las personas mayores tienen muchos problemas y responsabilidades que los agotan entonces necesitan un tiempo solos para pensar.

-Pero es mi culpa, creo que no fui un buen hijo, a veces me porto mal.

-No. -Peiné su cabello cariñosamente. -Tus padres te aman mucho y esto no es por ti, para nada. Esto es por cosas de la vida, cosas que le pasan a cualquiera. -No tenía palabras para decirle, se posó un nudo en mi garganta que no me dejaba hablar bien. -No te preocupes por esto, cariño. Ya pasará. Ve a jugar con tus amigos, no pierdas tiempo estando triste.

El solo asintió, limpiando bien sus lágrimas y caminó hasta sus pequeños amigos en el centro del patio. Suspiré viéndolo llegar a ellos. Ese niño me quito toda la energía positiva que me quedaba.

-Ser maestra no es sólo enseñarles arte, has visto? -Apareció mi amiga detrás devolviéndome mi taza. Haciéndome recordar que, al principio, yo había dicho que ser maestra era sencillo y solo enseñar arte.

-Tengo que hacer una llamada. -Ignore sus palabras un poco angustiada por el chiquito. Vi sus rulos moverse al asentir.

   Caminé alejándome un poco para más privacidad y tomando un sorbo de mi taza para luego apretar ese desconocido número. Tomó varios zumbidos hasta que alguien contestó.

-Diga. Estoy ocupado. -La voz malhumorada contestó rápidamente.

-Lo siento, puedo llamar más tarde. -Me apené por su brusca forma de decir las cosas, tal vez no era buen momento pero, era el único libre en mi largo día.

-Quien habla?

-Angelina... no se si me recuerdas.

-Por supuesto que si, Ángel. -Puedo jurar que estaba sonriendo seductoramente al otro lado de la línea.

-Tengo muchas preguntas. -Reí de nerviosismo. -Pero puedo llamarte en otro momento si estás ocupado.

-Te ha hablado Roger, verdad? -Sonó más como una afirmación que como una pregunta, su forma de hablar enojado ya había desaparecido completamente.

-Si... no sé cómo conseguiste mi número o una pintura mía para mostrársela al hombre o... por qué me ayudaste pero... -Estaba a punto de agradecer su acto pero me interrumpió.

-Acepto un café como agradecimiento.

-Estoy un poco ocupada estos días... -Me excusé, no quería ir, para ser sincera. Tenía miedo de lo que pudiera pedirme o decirme.

painter |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora