Not About Angels

Capítulo 9

Cerré mis ojos fuertemente.

¿Por qué dice Luke que soy su amiga muerta? ¿O me lo da a entender?

¿Por qué un chico intentó matarme?

¿Cómo pudo Luke llegar a tiempo para salvarme?

¿Por qué me siento tan bien con él?

¿Qué quería decir con: "Has empezado a recordar"?

¿Por qué?

Todas esas preguntas me sacudían la cabeza. Luke dijo: "A las cinco en la biblioteca". Allí me podrá responder a todas mis preguntas. Estoy confusa. Noto que mi cabeza va a estallar. Todas esas preguntas me atormentaban y no me dejaban pensar en otra cosa. Angustia. Agonía. Inquietud. Corrían por mi cabeza.

Al terminar las clases y llegar a mi casa, fui al baño a bañarme.

Mientras la lluvia artificial caía por mi cuerpo...

-Ahora que lo pienso, no comí nada desde ayer al medio día y no he tenido ni siquiera un pequeño gruñido en el estomago en señal de hambre- me dije a mí misma- que raro. Voy a ver cuanto duro sin comer.

Cuando terminé de ducharme me vestí con mi ropa estilo guirly y me senté en el sofá. Esperando a que llegase la hora.

Michael no había ido al instituto pero tampoco estaba en casa.

¿Le llamo? Mejor no, porque haber si va a estar con la zorra esa.

Me levanté cabreada del sofá y fui a mi habitación. Me puse frente al espejo de mi tocador.

-¿Por qué ella?- dije dejando escapar una lágrima por mi mejilla derecha.

Me acosté en mi cama, y me puse en posición fetal. Agarré con mis brazos la almohada y la apreté contra mi pecho. Cerré los ojos y deseé desaparecer.  Caí dormida en unos pocos minutos después.

NARRA LUKE

¿Por qué tarda tanto en llegar James?

James que aparenta unos 26 años, cuando en realidad tiene como unos 700 ó 800 años, me lleva cuidando desde que se enteró de que yo era un vampiro. Él me consigue sangre y todo lo que necesito. Es como un padre para mí, o mi mejor amigo. Sin él no sé que haría. Él es un brujo y siempre está estudiando hechizos o otras criaturas como nosotros.

Un ruido de la puerta habriéndose me hizo levantarme rápidamente del sillón e ir hacia ella. Era James.

-¿Qué tal?- me preguntó cerrando la puerta tras él.

-James, ¡Judith, ha recordado!- dije eufórico a la misma vez que lo abrazaba.

James no estaba contento, apartó mis brazos de su espalda y se fue malhumorado hacia la cocina. Yo lo seguí. No entendía lo que pasaba.

-¿Qué te pasa?

-¿No te das cuenta de la situación?- dijo acercándose a mí -Luke, ella no es buena, ¡Luke, espabila!- me dijo cogiéndo el cuello de mi suéter negro sacudiéndolo de tal manera que a un mortal le hubiese hecho mucho daño.

-¡¿Qué espabile!?- le dije quitándome sus manos del cuello de mi suéter -¡Es lo mejor que me pasa desde que soy un vampiro y me dices que espabile!- exclamé.

-Tío, ¡por dios!- dijo sentándose en un taburete -Judith... Judith ya no será esa chica dulce, buena, cariñosa... será todo lo contrario.

-¿Y qué? Me da igual como sea, si la he seguido queriendo desde hace casi 200 años, ¿crees que su cambio de personalidad me importa?