Capítulo 23

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-Mereció la pena -dije. Luke me estrechó más entre sus brazos.

-He soñado con este momento más de cien años -dijo y hundió su cabeza en mi pelo.

-Los vampiros no duermen.

-Despierto -aclaró y apartó el pelo de mi cuello para darme besos en éste-. Te quiero mucho, no me dejes.

Notaba su miembro pegado a mí, todo su cuerpo desnudo. Era super excitante.

-Te amo -dijo y volvió a depositar un beso en mi cuello.

-Estás muy cariñoso eh -le dije con una sonrisa en la cara.

Estaba muy contenta, al fin lo tenía. Pero ese mismo día debía volver a mi casa. No había nada que lo remediase. Yo quería estar con él y no quería que se enfadara por que yo hiciera todo lo contrario.

***

-Gracias -dije al salir de su coche, cerré la puerta del vehículo y él salió también.

Habíamos llegado ya a mi casa y estaba anocheciendo. Mis padres no me mandaron mensajes y tampoco me llamaron. Estaba claro que querían que saliera con mis amigos. Ellos me querían mucho y estaban tristes de que yo no me hubiese vuelto a relacionar con nadie tras la muerte de mi hermano, ni con mi mejor amiga. La visita inesperada de Ashton les alegró. Él logró que saliera de mi casa y que de alguna manera Luke y yo nos encontrásemos y como un efecto colateral beneficioso nos arreglamos. Pero, ¿adónde había ido a parar Ashton? Me dejó plantada. Aunque me vino bien.

-¿Te ibas sin darme un beso? -me preguntó Luke poniéndose delante mío.

Le planté un beso en los morros.

-Ya está -dije-. Adiós -empecé a andar hacia el porche de la casa.

-Mañana, si quieres... No, mañana te llevaré al instituto -dijo haciéndose el serio pero no aguantó la risa y sonrió.

-Por mí genial, pero eso de que mis padres vean que cambio de novio de la noche a la mañana les parecerá raro -dije. Subí los tres escalones del porche y lo miré desde lo alto.

-Yo no soy tu novio, yo soy como tu marido -dijo. Abrió la puerta del coche-. Hasta mañana.

Entré en casa. Mi madre y mi padre se encontraban preparando la cena, fui a la cocina.

-¿Qué tal con Ashton? -me preguntó mi madre. Se le notaba contenta.

-Ashton es un buen amigo -dije y me apoyé en la encimera.

-¿Amigo? -dijo mi padre-. Pensaba que era tu novio, bueno eso fue lo que me disteis a entender -cogió dos platos de puré de verduras y se los llevó al comedor que estaba justo al lado.

-Bueno... Él es muy buen amigo, mañana sí vendrá mi novio -dije un poco colorada. Yo nunca había hablado de novios ni nada de eso con mis padres. Era la primera vez y me costaba hablar con naturalidad.

-Pero si no sales, ¿cómo consigues echarte novio? -me miró mi madre con ojos escrutadores.

-Él ya era mi novio desde antes de morir... -hice una pausa, me costaba pronunciar su nombre en voz alta-... Michael.

-¿Y lo dejaste abandonado durante todo este tiempo? -me preguntó mi madre como si yo fuese una mala persona.

-Bueno... -dije. No sabía que decirle-. Voy a darme una ducha.

***

Me duché. Y fui a cenar con mis padres. Después me fui al baño, me arrodillé ante el retrete, me metí los dedos hasta la campanilla y lo eché todo. Era algo que ya se había convertido en costumbre. Yo no hacía la digestión yo tenía que vomitar quisiera o no. Era una mierda, lo sé, pero no había otra cosa que pudiera hacer. Caí del cielo. Y no puedo subir. No. No quiero subir, ni quiero volver, prefiero llorar todos los días y ver a la "persona" por la que me echaron del cielo.

Not About AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora