Wings: The Beginning « j.jk »

12-Hostage: Part II

- ¡No! -. Estrellé ambos puños con frustración contra aquella maldita puerta mientras que mi nombre siendo gritado aún se mantenía como un eco en mi cabeza.

- ¡Jin haz algo! -espetó con angustia la amiga de Mel. -Tiene que haber una forma de sacarla de allí -insistió.

-Ángel hazte a un lado -. Me ordenó aquel demonio.

- ¿Y qué se supone que harás? ¡Tú nos trajiste aquí! ¡Esto no hubiera ocurrido si...!

-Allí solo pueden entrar demonios, quedarías corrompido apenas entres-. Replicó este en enfado-. Ahora te quitas de allí o tranquilamente estaría dispuesto a intercambiarte por ella.

- ¿Qué hay adentro? -interrumpió la temblorosa voz de Naomi con miedo y mis sospechas incrementaron todavía más. El aroma a Eden mezclado con sangre provocaba que mi corazón bombeara con pánico.

La mirada de Astaroth se oscureció y de un fuerte tirón, me quitó de en medio.

-Sa-tan* -murmuró con un fluido hebreo tan típico en los demonios.

No hacía falta hacer una traducción de lo que había dicho porque no difería mucho el nombre traducido.

La piel se me erizó de solo saber que ella se encontraba con aquella criatura encerrada.

-Protege a Naomi, podría salir lastimada -dijo Jin cuando debajo de él cientos de símbolos se transfiguraron tras comenzar un cantico hebreo del cual cualquier humano desconocería menos un ángel.

Se estaba auto-invocando e instantáneamente me agazape para rodear con mis brazos y escudar a Naomi.

- ¿¡Qué haces!?-. Espetó ella y se removió ante mi repentino accionar, pero no permitiría que algo le pasara. Oculté sus ojos con la palma de mi mano, desplegando mis alas al mismo tiempo que creaba una barrera para que esa energía tan destructiva no nos convirtiera en cenizas.

Llevé la vista hasta Jin viendo como poco a poco su verdadero "Él" iba tomando otra forma ante nosotros.

-No debes ver esto-. Le dije y la sentí estremecerse. Ningún ser humano debía por nada en el mundo ver la verdadera cara de un demonio.

Con la palabra aterrador me quedaba corto.

~*~*~*~*~*~

Jamás cerré los ojos. Los tenía tan abiertos en un vano intento por ver a aquello que me había tomado que ante tanta oscuridad aun sentía como si los siguiera teniendo cerrados.
Esa cosa me había liberado y me encontraba sentada en el suelo, sin embargo aún continuaba sintiendo su presencia allí, muy cerca mío escuchaba como si algo se deslizara por el suelo. La criatura no emanaba calor alguno y podía oír claramente cómo se movía a mí alrededor en el suelo; me estaba acechando.

- ¿Quién eres? -pregunté. Mientras me ponía de pie, tan pronto como lo quise hacer, un acalambrado dolor se deslizo desde mi cuello hasta el brazo me haciéndome caer secamente de boca al suelo.

-Es hermoso. -otra vez la voz. -Es cautivante el dolor que llevas dentro de ti, pequeña...tu miedo, eso tan oscuro que escondes perdido en algún rincón de tu alma quiere salir, ¿Sabes?

-Cállate-. Espeté en un hilo de voz porque el respirar se estaba tornando un esfuerzo sobrehumano.

-Supe que eras especial desde que pusiste el primer pie aquí dentro, el señor Lucifer me premiará cuando sepa que tengo en mi poder a su preciado ángel de la muerte -comencé a sentir a aquel ser deslizarse por mi pierna. Era escamoso y me estaba envolviendo el cuerpo una vez más. -Pero antes me daré el gusto de jugar con tu deliciosa alma -su voz comenzaba a ser simplemente un retumbante eco que deseaba apagar con todas mis fuerzas, las cuales ya no tenía porque estaba perdiendo la consciencia y poco a poco mis parpados comenzaron a caer con el ruido molesto de un reloj...y una voz.