Un cuarto de libro

Fraude, de James Siegel

Haber comprado un kindle es una forma de luchar contra los precios caros de los libros en mi país, máxime que no solo son caros sino que hay muy poca variedad.

En fin, la cosa es que igual me paso por las librerías, y en una tenían oferta de libros a cinco dólares, lo que no es mucho pero suma bastante si vas comprando de varios. Y me traje Fraude de James Siegel.
Primero, el "subtítulo" que reza así: Había una vez dos pueblos. En uno, la gente siempre decía la verdad. En el otro, la gente siempre mentía.

Nada más leer esto y ya quería saber más, es que para mí los títulos son importantes, en muchos casos pueden separar un libro dejado de uno en mi biblioteca. 
Eso llama bastante la atención, además que hace tiempo tengo atracción por los autores no norteamericanos. No tiene tanto que ver con el origen, sino que de ese lado se repite mucho el efecto Mujer/Hombre alfa que al final salva el día. Y a veces es bueno cambiar el orden de las cosas. 

El protagonista es un periodista venido a muy pero que muy menos, que encuentra un (oh sorpresa) fraude de proporciones monumentales y sobre el que no puedo hablar sin hacer spoiler. Pero tiene que ver con que hay una inmensa cantidad de gente que probablemente está, efectivamente muerta, pero no de la manera que se dice que ocurrió; desde luego el tipo se mete a investigar porque cree que tiene la historia que puede salvar su carrera, pero conforme avanza descubre que quien está detrás de todo eso es un conjunto de personas con poder, que van a eliminar al que esté en el camino.

Tengo un tema son las sensaciones que me producen los libros que leo. Me importa mucho como es que me sumerjo al principio, como con unas pocas líneas pienso "esto va bien" y desde ahí sigo viendo lo que sucede; con Fraude me pasó que creí que me había equivocado de libro, o de tipo de libro. Que había tomado la típica novela donde el protagonista está convertido en una basura pero en realidad es un gran tipo o tipa y el argumento sirve para vencer a sus fantasmas y devolverle la fama, honor o gracia perdida. He leído un par de libros así que me han parecido buenos, pero en este caso estaba buscando otra cosa. Pero igualmente seguí leyendo, y a poco andar dije "tiene que ser otra cosa, pero no estoy seguro." Excelente punto para el autor, me dejó con una duda que no tiene que ver con el libro, sino con el tipo de libro, y eso fue estupendo.

Como decía, hasta la parte del reportero con la vida arruinada en gran parte (por no decir toda) por su culpa, suena bastante "película de acción y/o intriga clásica" excepto que aquí no hay milagros ni gente buena, y todos mienten y no puedes esperar que a última hora salga un acto sorpresivo que salve a todos antes del final feliz. No. De hecho, a medida que pasa el libro vas perdiendo cada vez más las esperanzas y comprobando que en este mundo la gente, cuanto más poderosa, cobarde o mala, es simplemente más mala.

Hay una escena magistralmente relatada donde el protagonista se encuentra con alguien en las "ruinas" de un lugar y tienen una charla que va a ser muy importante después. No puedo decir de qué hablan, pero está tan bien relatada que casi sientes la temperatura, y probablemente es la parte en que sientes que las cosas no van a mejorar. Si tengo que decir un punto negativo, diría que es un personaje encargado de eliminar a otros, pero no consigo decidir si el problema es que el personaje es quizás el único estereotipo fijo, o que la secuencia donde más habla es innecesariamente complicada. De todos modos no te mancha la sensación de lectura.

El final es denso como agua de canal, y por un segundo te dan ganas de tener finales felices como en las películas, pero pasado el mal rato compruebas que, de acuerdo al argumento, todo lo que sucede es de lo más lógico. Incluso hay partes que, si las ves en retrospectiva, dices: Mxxrda, pero si era evidente que iba a pasar eso. Estupendo.
La historia gira en torno al periodista, que como decía es un desastre de persona, pero tiene un olfato increíble y una capacidad de atraer los problemas como pocos. Si quieres leer un libro con una intriga del porte de un transatlántico, con un par de giros fuertes y algunas escenas traumantes, éste es tu libro.

Conclusión: La gente siempre miente.