Capítulo 24

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Si la presión no me mataba, entonces las dudas lo harían, abro los ojos y lo único que puedo escuchar son los gritos y gemidos que expulsaba Nátori de su cuerpo, mi vista comienza a aclararse y noto como unos Seekers están junto al cuerpo del chico que convulsiona y otros conmigo, me levanto, me acerco a Nátori y agarro su mejilla, me era imposible sacarme de la cabeza la imagen de Stefan y las palabras que me dijo "Cuídalo Kriss", el rencor y la tristeza me causaban una desesperación impresionante, bajo la mirada y veo el collar, pude notar que sus colores eran diferentes a los que yo tenía en el anillo, los de él habían cambiado y ahora tenían un color violeta, por en cambio, mi anillo poseía un montón de colores diferentes. De pronto comienzo a ver como todo se hace cada vez más lento, y mi sentido del oído no funciona, no logro escuchar todos los gritos de tensión que tenía mi grupo, volteo a ver a Stefan y veo como su cuerpo permanece tirado en el piso con los ojos abiertos y sin mover ni un musculo, me acerco a él y al agarrar su mejilla noto lo fría que está, un briza helada atraviesa mi cuerpo erizando por completo la piel de mi cuello, las lágrimas comienzan a caer por mi mejilla, tenía el corazón tenso, su respiración había dejado de funcionar, su voz jamás iba a volver a sacarme una sonrisa, su mirada iba a desaparecer con el paso del tiempo, y el calor que su cuerpo desprendía jamás iba a volver a tocar mi piel que pedía a cada segundo del día una parte de él, no sé cómo sobreviviré, no solo por la pérdida de Stefan, que era como mi familia, si no...porque cada dia que pasa me doy dando cuenta de lo frágil que es el hilo por el cual nuestra vida cuelga al estar en este lugar, pero, no sé, sobreviviría tal vez de la misma forma que hice al saber que tendría que buscar una planta para volver a ver a mi familia, sin embargo... si no puedo cuidar de mi misma ¿Cómo podré cuidar de los demás? pero...¿Cómo voy hacer eso? Lo único que me da fuerzas para querer salir de este lugar es volver  ver a mi familia, nunca tuve una relación buena, o de una familia ejemplar, teníamos problemas y para mi eso me hacían por momentos despreciarla, pero...ahora mas que nada me doy cuenta de lo mucho que los extraño, de lo mucho que los quiero, y de lo mucho que me hacen falta.

El tiempo se normaliza y noto como Justin comienza a darle unas suaves bofetadas a Nátori para que despierte, me acerco rápidamente al chico que agoniza de dolor y jalo con fuerza su collar.

-¿¡Qué demonios estás haciendo Kriss!?- me grita asustado Aldrich mientras quita el collar de mi mano.

-Déjame en paz- digo, sacando de onda a Aldrich y volviendo a agarrar el collar, lo jalo con mucha fuerza y Nátori comienza a gritar más que antes, su cuello comienza a elevarse por la fuerza que ejerzo en la cadena y noto que a pesar de poner todas mis fuerzas el collar no se rompe, digo, no me era de extrañar, tampoco yo puedo quitarme este anillo, pero no podia romperlo, ni siquiera quitárselo por encima de la cabeza porque era tan corto que no cabía su mandíbula.

-CARAJO NATORI DESPIERTA- no quería lastimarlo, pero le estaba pasando lo mismo que a mí me pasó, estaba más que segura, Nátori estaba viendo a Stefan, y la verdad no sabía si lo que hacía lo iba a despertar, pero es como cuando tienes una pesadilla, el dolor hace despertar a aquel que tiene los ojos cerrados.

-¡Ya déjalo, está sangrando!- me regaña Justin mientras ve por debajo de su cuello mientras lo jalo de la cadena.

-Ahora sí, literal "Lo están jalando de la correa"- dice en tono gracioso Kristal.

-¡Ahora no es momento Victoria!- regaña Aldrich con un tono muy incómodo mientras doy un jalón fuerte a la cadena, Nátori abre los ojos y suelta un grito tan aterrador que lo primero que hacemos es alejarnos de el sin importar que su cabeza cayera bruscamente en el piso de la cueva, que yo recuerde a mí no me había pasado eso. La mirada que Nátori poseía estaba aterrada, de su frente caían gotas de sudor y recorrían toda su mejilla hasta caer por su barbilla, su piel se había convertido en una hoja de papel, estaba pálido, y con la respiración agitada.

-Ven aquí- me susurra Aldrich mientras nos alejamos lo más que podemos de los demás- ¿Qué viste?

-¿De qué hablas?- pregunto sacada de onda, como... ¿Él sabe algo del collar y el anillo?

-No me trates de engañar Kriss, soy el único que piensa en esta puta cueva, y sé que eso que les acaba de pasar a Nátori y a ti no es normal, dime, puedo ayudar.

-No sé de qué hablas Aldrich- no tenía ganas de absolutamente nada, no quería más problemas, ni siquiera puedo soportar la idea de que todos los ojos de la cueva estén viéndome después de lo que le pasó a Stefan, esto es más que la pérdida de un amigo, es la despedida de uno de tu familia, la única persona que te hizo recordar cuan humano eres, lo mucho que odiamos el abrazo de la muerte.-Voy a ver a Nátori, Aldrich.

Camino hacia el aterrado cuerpo que estaba rodeado de Seekers que solo se le quedaban viendo como si fuera un animal de circo, aterrado, lastimado y observado por gente que sabe que está haciendo mal al quedarse parada sin hacer nada, pero a pesar de eso sus pies siguen clavados en el piso y su boca costurada. Levito con mis dedos su rostro escondido entre sus rodillas, y me le quedo viendo fijamente, las pupilas del chico estaban dilatadas y su piel era tan fría como un cubo de hielo.

-¿Desde cuándo vez a Sarán?- tartamudea con terror.

-¿Cómo sabes del?- pregunto tratando de entender un poco lo que está pasando.

-Sarán, era mi hermano.

AisladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora