Capítulo 9

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Al darme cuenta de mi incomoda presencia, decido salir y esperar a Stefan afuera del cuarto sin su permiso mientras que éste guarda algunas vendas que Justin había tirado.

Me quedo al otro lado de la pared, me siento en el piso mientras observo como el sol se escondía bajo el cielo mas bello que me rodeaba como la atmosfera a los planetas.

-¿Por qué me ayudas?, sabes perfectamente que odio a tu mejor amiga, no entiendo por qué tanta humildad- pregunta Victoria a Stefan seria e interrogante.

-Porque...eres mi amiga, posiblemente no de Kriss, pero yo te considero ese tipo de persona, no entiendo porque debe haber una razón para todo, esas son tonterías, acciones con historia, y en lo personal odio a las personas que cambian su antigua forma de ser por su pasado cruel- responde con un acento cariñoso y sensible Stefan.

-Tal vez no cambiaste tu forma de ser porque no tuviste un pasado cruel- expresa Vic un poco borde.

Se escucha una exhalación cansada de Stefan y algo triste, hasta que todo se vuelve callado y sospechoso.

-Te voy a contar algo- su carácter se puso aún más tierno y se escucho como si una silla de metal se arrastrara- Hubo una vez una chica que permanecía todos los días con una sonrisa en el rostro, hasta que de un día a otro cambia por completo, esa dulce y preciosa sonrisa, se había convertido en un mueca infeliz y molesta, realmente era muy feroz, muchos no podrían creer que alguien tan cariñosa y bella como esa chica, se pudiera convertir en una alma más del oscuro pasado que atormentaba a todos los chicos, la joven definitivamente estaba triste, decía que no necesitaba ayuda, pero...te voy a decir algo muy interesante...cuando alguien rechaza la ayuda, es una muestra de auxilio, si alguien infeliz te hace sentir mal o simplemente no quiere que te metas en su vida, la realidad es que...necesita la ayuda de alguien, probablemente no palabras, ni hombros para llorar, solo un alma la cual la vea no como un monstruo, si no como una chica normal la cual es especial. Lo que te quiero dar a entender, es...que todos nosotros somos infelices de muchas formas, sin embargo desahoga tu furia con tu almohada, o en el baño ponte a llorar, no lo hagas con otras personas, por que quien lo hace es una persona que no sabe cómo valorar a aquellas que si las quieren, aunque no lo creas...todos...las personas son más caras que un diamante, mas...hermosas que cualquier cosa...simplemente hay que ver en tu interior, no en el de las otras, en el tuyo, tienes que encontrar esa luz la cual te haga querer o valorar a la gente, porque...una vez que los pierdas...no volverán, jamás lo harán, y tu acción de desprecio ya estará hecha. No tengo razones para no ayudarte, tu eres mi amiga y a pesar de que no te lleves con Kriss, ella ni nadie...me va a prohibir tener a un amigo o enemigo más- No puedo detener las lágrimas que brotan de mis ojos en momentos como este, definitivamente estaba conmovida por lo que había dicho, sin embargo, por alguna razón pude sentir como me clavaban una daga al corazón, como penetraba tan brusca e inhumanamente, simplemente las lágrimas no eran por felicidad, ni por la triste historia de Stefan, era por el dolor que tenía en el corazón, algo realmente me lastimaba, no podía saber que era, siquiera el porqué estaba tan inconforme con la amistad de esos dos sin si quiera odia a Victoria.

Abrazo mis piernas y meto la cabeza entre mis rodillas, podía sentir como las saladas y calientes gotas brotaban de mis ojos y recorrían un largo camino sin parar por mi mejilla hasta llegar a la barbilla, estaban empapadas mis pestañas y simplemente quería que mi cuerpo se recuperara de este terrible estado, estaba avergonzada, las lágrimas no dejaban de fluir como las gotas de lluvia que en estos momento se impregnaban en el cristal, la luz de la luna iluminaba mi silueta, mi única compañía en estos momentos. Las risas de Kristal y Riley hacían que el líquido salado no dejara mis ojos respirar, mi vista se volvía ahogar por las lágrimas que borraban mi oscura y sensible vista. Comenzaba a sentir una fuerte desesperación o ahogamiento dentro de mí que bloqueaba el sonido de mi llanto; sin razón reconocible estaba llorando verdaderamente, mi lengua se comenzaba a paralizar y mis labios se empapaban de gotas.

AisladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora