Capítulo 25

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Hicimos fuera de la cueva un hoyo bastante hondo, y envolvimos el cuerpo de Stefan en enormes y fuertes hojas muy parecidas al Laritorial gigante, aunque claro, estas eren inmensas, y las encontramos en la punta de una especie de palmera color naranja con amarillo. Aldrich, Nátori, Justin, Eun Hae y Mars levantan con mucho cuidado el cuerpo de Stefan y lo meten con delicadeza al profundo hoyo de tierra húmeda. Mis ojos se llenaban de lagrimas, pero antes de que salieran de mi ojo las limpiaba con mi mano, ya era suficiente.

-Deja de llorar- dice sin mirarme a los ojos Lee Eun Hae – Stefan odiaba verte así, no creo que le dé mucho placer verte en estos momentos.

-El no puede verme, está muerto, no se como tu no puedes llorar, era igual tu amigo- digo con desdén 

-¿La persona más humana de la institución?- voltea su mirada hacia mí, y clava sus ojos en los míos, noto como las lágrimas del chico están atrapadas en sus ojos, como si no quisiera liberarlas y dejar mostrar ese lado tan sensible que no cualquiera tiene. –Sí, él era eso y más, pero solo porque no lloremos significa que no sentimos su perdida, algunas veces los que menos demuestras son los que más siente- mueve su cabeza, señalando algo detrás de mí y al voltear veo a Nátori sosteniéndose del tronco de un árbol con la cabeza inclinada hacia abajo, no distingo su rostro, ya que me está dando la espalda.

-No sé de qué hablas, Nátori odiaba a Stefan.

-Puede ser, pero para odiar a una persona se necesita pasar tiempo, y entre todos nosotros, incluso entre ti, Nátori fue el que pasó más tiempo con Stefan, esos dos se conocían desde pequeños.

-¿Cómo sabes todo eso?

-Stefan siempre fue una persona muy abierta con respecto a su pasado- sonríe. No puedo evitar recordar como Nátori en la cueva su rostro quedó completamente aterrado, y ahora está más que acabado, siempre demostró un odio hacia Stefan, y ahora...es completamente diferente. Decido acercarme a Nátori, pero es demasiado tarde, Kristal está caminando hacia él, lo toma del hombro y le da algo el cual Nátori corresponde de buena manera, un abrazo.

-¿Crees que esos dos queden juntos?- pregunta Justin sacado de onda.

-Definitivamente no, son demasiado iguales.

-¿Celosa?- interroga con una sonrisa mientras me da un empujón leve con su hombro.

-No seas estúpido Justin.

-Ah sí, a ti te gustaba Stefan- inmediatamente mi enojo queda plasmado en la mirada que clavo encima de los ojos de Justin-No se...yo si veo futuro en ellos, al menos por departe de Victoria- él sonríe y vuelve a cerrar la boca. Me acerco más al cuerpo de Stefan.

-Todos estamos aquí por una sola razón, sabíamos que esto iba a pasar, tal vez no a él, o algún otro, pero si sabíamos que no íbamos a salir todos con vida, este chico que está aquí, era, es y siempre será mi mejor amigo, pero no por eso voy a dejar de buscar la razón por la cual vine aquí, su muerte no será en vano, ninguna la es, nuestros amigos, compañeros o incluso...-volteo a ver a Nátori y este se me queda viendo con las lágrimas ya secas en sus mejillas-...nuestros enemigos, murieron y a pesar de eso sentimos como si nos hubieran clavado un cuchillo directo en el estómago, esa dificultad de respirar, ese sentimiento que nos despedaza por dentro, pero no es el fin, será el fin cuando su muerte haya sido en vano, pero hasta ahora tenemos que impedir que eso suceda, porque a pesar de que Stefan no esté aquí, él nos dejó algo muy importante, este chico dejó a cada uno de nosotros un sentimiento, eso significa que aún hay un ser humano dentro en nuestro cuerpo, las cosas no han acabado, definitivamente no voy a permitir que olviden su muerte, él no se merece eso.

AisladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora