Capítulo 4 El clan del norte

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Aún permanecía embelesado, con todo aquello que me rodeaba... Cuando de repente, sentí a mi lado, un cuerpo tembloroso... Me gire, y vi un pelaje de color cobrizo... Akamaru... Creo que es el único hermano, que aún no os he descrito... De los 4, es el más tímido y callado, no le gusta hacer nada, demasiado activo, y prefiere quedarse quieto, en silencio... Sintiendo... Creo, que en cierto modo, veo su forma de sentir y de pensar...

-Akamaru, ¿que ocurre?...

Le pregunté, confuso por su temblar.

-Yo... Tengo... Tengo miedo... Es todo... Tan grande... 

Vi como se juntaba más a mi... Como si buscara mi protección, como, un hermano pequeño, que busca el resguardo de un hermano mayor... Le lamí con suavidad la cabeza.

-Sé que da miedo... Pero hay que ser fuertes... Sé valiente, ¿si?...

Le sonreí... Entonces, mi madre se acercó a nosotros, seguida de Blade... Esos primeros años, sería como una rémora, no se despegaría de mi madre...

-Niños... Vamos... O llegaremos tarde...

Nos apremió, a seguirla, con su melodiosa voz... La seguí, por instinto... Y creo, que a mis hermanos les paso lo mismo... Nos llevó a través de un denso bosque de abetos, cuyo verde nunca perecía... Sus ramas, permanecían cubiertas de una suave y hermosa escarcha... la cual, les daba un aire sereno y apacible... Andábamos, solamente acompañados por el sonido de la nieve crujiendo bajo nuestras patas... El resto, estaba sumido en el más absoluto silencio... Como si aguardase a que ocurriera algo, para despertar... Entonces, vi una apertura en los arboles y miré... Ante nosotros, se alzaba, un gigantesco roque... La luna, se escondía tímidamente tras el, realzando su silueta, y dándole un brillo místico y ancestral... Como si lo hubiese estado haciendo durante eones... Vi, como mi madre, se aproximaba a el... Nosotros la seguíamos... Algo acongojados... Comenzó a subir el roque, gracias a una especie de rampa, la cual se había formado en sus laterales, y lo rodeaba, llegando hasta la cima, la cual, no era visible, desde nuestra posición... Solo eramos unos temblorosos cachorros... Por lo que nos asustaba mucho aquello...

-No tengáis miedo... confiad en mi...

Nos dijo nuestra madre, y sonrió... echo a andar, y, uno tras otro, la seguimos... Ella, nos inspiraba confianza, al fin y al cabo, era nuestra madre... Y sabíamos, que siempre velaba por nuestra seguridad... Comenzamos a ascender por la rampa.. a medida que dábamos vueltas al roque, me cercioraba de, cuan alto y grande, era realmente... Me sentía, algo angustiado, y presionado, pero se me pasaba, al recordar, que mi madre y mis hermanos también estaban allí, y que no estaba solo... Entonces, alcanzamos la cima... Salimos, En una especie de cordillera con numerosos salientes... Y en ellos... Muchos... Muchísimos lobos... Distinto color, distinto tamaño... Pero, todos ellos, tenían el mismo brillo en los ojos... El brillo de cientos de hermanos, criados, bajo el mismo firmamento, y, cuyo lazo, se había fortalecido durante generaciones... Un lazo de fraternidad... Ayuda... Lealtad... Para mí... fue increíble, poder llegar a detectar, tantos sentimientos, esperanzas, sueños... Con solo mirarles a los ojos... Andaba, tras mi madre... con un paso lento, y temeroso... Sintiendo, como todas las miradas, se posaban en nosotros... Pero no eran miradas hostiles... Sino miradas de ánimo... Afecto, y alegría... Aquello, me conmovió... Seguí a mi madre, con un paso más firme... Ya no tenía miedo... No había nada, a lo que temer... Sentí, como mis hermanos, también dubitativos, incluso Blade, me miraban, asombrados... Entonces, comprendieron lo que acababa de comprender yo... Y su paso, se volvió similar al mío... Llegamos ante un gran saliente, en el cual, se encontraba, un magnífico lobo, cuyo pelaje, parecía resplandecer con luz propia... Y su gran tamaño, no hacía más que remarcar, ese aire magnífico... Pero, lo más extraño... Era, que recordaba a ese magnífico ser, de haberlo visto anteriormente... Pero... Donde... Donde...Entonces, una voz, poderosa, autoritaria... Pero llena de bondad, me sacó de mis cavilaciones... Aquel hermoso lobo, estaba hablando...

-Vosotros... Pequeños cachorros...Representáis el futuro... El progreso... EL amor... La fraternidad, y el cariño... Sois, cuatro... De los muchos que han pasado por aquí durante siglos... Para pasar, a formar parte de una gran familia... De nuestro gran clan... Un clan, acunado y protegido por las nieves perpetuas en invierno... Y el aroma de las flores, del renacer y del despertar, en primavera... Un clan, el cual alaba a lo que nos protege, nos guía, y nos aconseja... La luna, la cual, ha sido testigo de guerras... Tiempos de paz... Amor... Odio... Sueños... Verdades, y mentiras... La luna... Ha estado desde los comienzos... Gran astro que baña con su luz plateada, nuestra existencia... Le debemos todo a ella... Mientras su luz sigue avivando la llama de nuestro ser... Nada conseguirá  apagar nuestra voluntad... Ni acallar nuestras voces... Por ello... quiero daros la bienvenida... Al clan del norte...

Se oyó un gran y largo aullido, proveniente, de todos aquellos lobos... que nos daban la bienvenida...

Wild SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora