Y aquí termina mi paréntesis, con un inicio y un fin en medio de la nada. Simplemente pretendía contar una realidad llena de caos e incerteza, pero con mucha tristeza. Una verdad paralela, un sueño jamás cumplido y una vida complicada de vivir. Un sinfín de sensaciones y emociones. Un tsunami de palabras incomprensibles. Y, en conjunto, una muerte incapaz de ser comprendida.
A veces los finales quedan abiertos, muy inciertos. No sé lo que pasará en un futuro, tampoco quiero inventar, ni imaginar. Sólo escribo lo vivido y, en este caso, no quiero presuponer pues era la narración de un paréntesis. Parecerá locura, quizás sintáis rabia, pero hay finales que no tienen fin.
PD: Nos comunicamos, y nos leemos.
