Pov´s Jake.
Me he decidido a escribir un diario ya que mi papá a comenzado la luna de miel que nunca tuvó con mi mamá. Tomé la pluma, pensando en cómo comenzaría el diario. No encontraba las palabras correctas. Con la punta de la pluma golpeaba la madera del escritorio de caoba que había en la pequeña habitación, la puerta se abrió y mi hermana entró con el canasto de la ropa sucia entre la cadera y el brazo. Aún llevaba puesto el uniforme de la cafetería.
-Eh, vago, levantate.
-¿Para qué?- pregunte metiendo mi cabeza entre mis manos.
-Para que recogas tu cochinero de ropa sucia. Y me lleves a la lavandería.
- ¿Qué pasó con la lavadora que te dió mamá?- me di vuelta en la silla para mirarla.
-Estás jugando! Esa lavadora es de los años 30's- me reclamó mirándome como si fuera un bicho raro, y la verdad, lo era.
-Bien, con una condición- sonreí.
-¿Cuál?- recargaba su peso de un pie a otro haciendo un exraño baile como cuiando los niños pequeños tienen ganas de hacer pipí.
-Que tu hagas la cena- deje la pluma en el escritorio y cerré el cuadernillo los tomé y los metí en mi bolsillo
-Está bien- se dio media vuelta y salió del cuarto. Tome mis llaves y salí tras ella-. De todos modos yo siempre hago la cena, idiota.
-Eh!, esa boca, Chris- la regañé mientras le abría la puerta del pequeño coche rojo. La pintura había comenzado a caerse, era hora de conseguir uno nuevo. Encendí el coche y comencé a conducir hasta la pequeña lavandería que estaba a varias cuadras de casa. La calle estaba húmeda y oscura, solo las luces color neón del local brillaban en la acera. Lo estacioné y me bajé, mi hermana iba a mi lado con los larguiruchos brazos alrededor del canasto.
-No necesito ayuda, gracias- dijo con algo de sarcasmo, típico en ella, lo había heredado de mi madre. Mientras yo había heredado la desesperación de mi padre y el lindo humor de mi mamá.
-Lo siento- me acerqué a ella y quité el canasto de sus brazos-. Dame eso, débil.
Me fulminó con la mirada, como dije, ella había heredado el humor de mi padre. Una pequeña campana sonó cuando abrimos la puerta, la señora Mars nos saludo con su deslumbrante sonrisa presumiendo su nueva y brillante dentadura.
-Buenas noches, chicos.
-Buenas noches, señora Mars. Linda dentadura- la adulé-. ¿Es nueva?
-Oh sí, que atento eres- se acercó para pellizcar mi mejilla pero me aleje. Mi hermana tomo una lavadora grande para meter toda la ropa. Esto iba a tardar un rato así que me sente en la mesa donde las señoras doblan la ropa y, sentado en un banco, saqué mo diario y me dispuse a escribir mi diario.
Viernes 16 de julio
Haré esto por voluntad propia.
Comenzaré diciendo que ya no puedo estar un día más oculto. Necesito salir, explorar, pero no puedo y odio no poder hacerlo. Los episodios se han hechos más frecuentes cada vez. Pero por el lado bueno he conseguido una cita con la mediana de las hijas de Eyeless, Marissa. Contaré brevemente sobre ella: es algo alta, tiene cabello negro y usa una vieja sudadera azul de su padre a conjunto con los viejos jeans ajustados que mi madre le había reglado. Era muy hermosa y no puedo esperar por que sea mañana. Cuando volvimos a casa me eche a dormir deseando no tener el episodio, por que si lo tenia no podría controlarlo. si tengo algo extraño lo escriberé pero por el momento eso es todo.
Jake.
_______________________________________________________________________________________________________________________
Holaa!! ¿Cómo están, mis niggas? Ya sé que no todos son niggas lo sé lo sé, pero es que aún no decido si ponerles un nombre o una etiqueta. Uhm Saludos para Roman XD sip me atreví, cariño jajajajaja bueno chicos, chicas, es un pequeño adelanto que espero les guste. Adiós!! Los amo!!!!!!!!!
PD: si tienen un buen nombre para las o los lectores déjenlo en los comentarios ;*
Andrea.
ESTÁS LEYENDO
Creepylove 2. <<Una nueva vida lejos de casa>>
Fanfiction¿Pueden creer cuán rápido pasa el tiempo? Aún los recuerdo correr por el bosque, antes de que diera por terminado con sus padres. Hoy a los 16 años los gemelos Jake y Christina deciden dejar la cabaña donde pasaron su infancia para mudarse a la ciud...