Capítulo 8.

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Jake roncaba en el sillón a un lado de su hermana. Su padre los miró por última vez antes de salir por la ventana. Su mujer debería estar preocupada por él y por sus hijos. Me fui junto a él, ya que no tenia nada que hacer en la casa hasta la semana siguiente.

Pov's Jake.
Domingo, 25.

No he salido del apartamento en una semana, no por querer evitar a Alissa si no por que los ataques han sido cada vez más fuertes. Las ganas de sangre me están volviendo loco, pero no quiero, no quiero herir a nadie. Es mi instinto y no puedo negarlo. Tal vez lo deje salir esta noche.
Escribo esto en la penumbra de mi habitación, la ventana está abierta y el aire hace ondear la cortinas. Afuera, la luna brilla con un deslumbrante color y los grillos cantan a sintonía.

Dejé de escribir y me recosté en el viejo escritorio de madera. Estaba malgastando las destrezas que mi padre me había inculcado de niño, maldita sea. Envidio a Chris, ella no tiene de instinto, salió mas humana que yo. Yo soy mitad humano, mitad psicópata. Me levanté y abrí mi armario. Donde me recibió mi colección de armas que mi padre y mis tíos me habían regalado a lo largo de mi vida. Tomé dos y los metí en mi pantalón. Me puse el abrigo y después salí de la habitación. Chris no estaba así que no tenía que dar explicaciones. Llamé al elevador, las puertas se abrieron a los pocos segundos y Alissa apareció detrás de las puertas, aún no me había visto por lo que me di media vuelta y corrí a las escaleras . Bajé trotando los escalones hasta haber llegado al cuarto piso, donde volvería a tomar el elevador. Volví a llamar al elevador. Cuando me subí, éste estaba solo. Cuando llegué a la planta principal, saludé a Bob con una inclinación de cabeza y me fui. Caminaba por la sombra. Soy liviano. Mis pisadas no se escuchan. Puedo dejar salir a mi monstruo para que haga lo que se le dé la gana. Entré en la primera casa que encontré. Las luces estaban apagadas excepto una en la parte de arriba. Subí por la escalera de servicio y me adentré silenciosamente. Una chica estaba acostada boca bajo con unos cascos y la música a todo volumen, estaba leyendo una revista, de moda supongo.  Pasé saliva y, sacando mi cuchillo, me acerque a ella. Con un rápido movimiento le encaje el cuchillo en la espalda y le puse la mano en la boca para que no gritara. Saqué el cuchillo de su espalda y la volteé, su piel ya era pálida y respiraba con dificultad. Abrí su estómago para destriparla. Saqué sus tripas y las colgué en la puerta. Limpie el cuchillo en mi abrigo. Me miré al espejo, mi frente tenía sudor y mis ojos estaban dilatados. Oh sí, lo había disfrutado tanto.

Creepylove 2. <<Una nueva vida lejos de casa>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora