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— ¡Felicidades! — después de escuchar el grito de Lisa, Jisoo se apartó del grupo un poco aturdida por todo el ruido que llenaba la habitación.

Jisoo se sintió que se encontraba en una realidad que no le pertenecía, después de todo, por mucho que intentara, nada volvería a ser como antes. Se dio cuenta entonces de lo frágiles que son las relaciones, tardan tanto en construirse y nada en desmoronarse; de pronto dos personas cercanas vuelven a ser desconocidos que esconden memorias compartidas.

Lo comprobó cuando un miedo absurdo se apoderó de ella y no pudo dar un paso al frente sin que sus piernas temblaran. Todos tenían la mirada fija en ella y en Jennie, en la pequeña caja que Jisoo sostenía entre sus manos... esperando por escuchar lo que tenía que decirse.

— Lo hiciste bien — Jisoo pensó que nunca antes le había costado pronunciar tres simples palabras —. Estoy orgullosa de ti.

Jisoo no puede evitar mirar a los labios contrarios cuando Jennie acepta el regalo y lo atrae hacia su pecho con delicadeza, recordó que solía hacer lo mismo cuando le obsequiaba un ramo de flores o un peluche, de esos que solía comprar para que Jennie durmiera con ellos cuando se sintiera sola. Sonrió por eso, sonrió porque ante sus ojos se encontraba la Jennie del pasado; su Jennie.

— Gracias — respondió la menor, al tiempo que sus brazos rodearon a Jisoo por el cuello y dejó que sus lágrimas empaparan la ropa de la misma ━, de verdad.

Jisoo tardó en corresponder al abrazo, estaba demasiado sorprendida como para reaccionar, pero sus manos parecían recordar la forma en que consolaba a Jennie y acariciaron su cabello hasta que los sollozos pararon y se separaron con recelo, siendo imposible ignorar el frío que sintieron no pudieron mirarse a los ojos después de aquello.

Pensó que eso era todo, que fue el mejor escenario posible para ambas, pero Jennie se acercó una vez más y tomó con cuidado su mano lastimada. Jisoo deshizo el agarre inmediatamente y Jennie no pudo fingir que esa reacción no la hirió.

— ¿Qué ocurrió?

Jisoo no comprendía por qué Jennie le preguntaba aquello en frente de todos ni por qué de pronto interactuaban más de lo necesario. Un calor incandescente se hizo presente en su frente y se removió incómoda en su lugar, de todas formas, no podía simplemente confesar que perdió el control por un momento mientras pensaba en que la ausencia de Jennie era más de lo que podía soportar y que terminó desquitándose con lo primero que encontró. Se avergonzaba de ello y juró que nunca más dejaría que sus emociones la dominaran de esa forma nuevamente.

— Tropecé mientras ensayaba, fue un accidente.

— ¿Qué ensayabas como para tropezar y lastimarte la mano? — y no, Jennie no le creía ni un poco.

Jisoo desvió la mirada hacia Lisa en busca de ayuda, no necesitaba una excusa creíble, solo una que diera fin a esa incómoda conversación. No soportaba las miradas.

— Yo... le enseñaba un nuevo paso, Jisoo se torció la muñeca en una vuelta — intervino la menor con un aire despreocupado que todos los presentes aceptaron como respuesta válida y se concentraron en el motivo de la celebración una vez más.

Jennie se rindió y dejó el tema, no esperaba obtener una respuesta sincera de todas maneras. Indecisa, se encaminó hasta la esquina donde Jongin la esperaba, tal vez el único lugar donde las cámaras no podían alcanzarlos.

Después la música solo llenó el espacio y este se convirtió en una fiesta improvisada donde las luces de colores se apagaban y encendían, a veces titilantes, a veces construyendo figuras, a veces estáticas. Jisoo procuró alejarse lo más posible, aislándose detrás del personal, sentada en el frío suelo mientras usaba su celular como distracción, preguntándose si podía marcharse o su presencia era necesaria hasta el final del día.

let's hurt tonight ; jensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora