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Jongin se sintió terrible, como un completo inútil. Incluso quería esconderse al concebir la idea de haber hecho el ridículo por tanto tiempo... tan solo quería fingir que no había escuchado aquel audio y volver minutos atrás donde solo estaba abrazando ese débil cuerpo.

Podría envidiar a Jisoo todo lo que quisiera, pero, en ese momento, supo que era ella la única capaz de darle un poco de estabilidad a Jennie.

Pensó que quizás los sentimientos que lo abrumaban eran solo el reflejo de la culpa por haberse trasformado en la pieza final para acabar con la relación que Jennie mantenía con Jisoo, sin embargo, aunque mirase hacia el pasado repasando sus decisiones una por una, no pudo encontrarse a sí mismo buscando volver con la castaña.

Recuerda que fue Jennie quien se comunicó con él primero, de pronto tenía un mensaje suyo acordando un encuentro en una cafetería ubicada a una hora de la capital. Jongin ni siquiera sabía Jennie tenía pareja en esos momentos, mucho menos se imaginaba que sería un integrante de su grupo.

En su ignorancia, aceptó con la intención de aclarar situaciones pasadas que quedaron inconclusas. Fue uno de los días más tranquilos que Jongin vivió y se lo agradeció infinitamente antes de despedirse, como si Jennie fuera esa brisa de verano que te refresca en medio del calor sofocante y seco.

En ningún momento consideró pedirle una segunda oportunidad, lo que menos quería era hacerle daño nuevamente; en realidad, su único deseo era recuperar su amistad. Pero Jennie le dijo que estaba dispuesta a olvidar todo lo sucedido, a perdonarlo por cada error que cometió y comenzar de cero.

«Tal vez funcione esta vez, confío en que estaremos bien», le dijo.

Jennie demostró su decisión con actos porque las palabras no eran lo suyo, así que comenzó a visitarlo más seguido y, cuando tenía tiempo libre, estaba ahí para apoyarlo en sus actividades.

Jongin interpretó su propuesta como una oportunidad para redimirse y darle todo lo que antes no pudo, así que accedió, porque él también sentía que podía funcionar.

La pequeña Kim le permitió entrar a su vida, le dio paso para que pudiera conocerla mejor e incluso le entregó algo que nunca le entregó a nadie más: su lado más vulnerable. Jongin era su nuevo confidente, la persona con quien compartía secretos y sueños y este se preguntó cómo su relación cambió tanto como para sentir que, incluso lo más íntimo, estaría a salvo en el otro.

Con el tiempo, Kai entendió que no era más que un amigo en el que Jennie podía apoyarse y no le molestó, su amor era suficiente para los dos.

Entonces, después de escuchar a Jennie llorando hasta el cansancio en aquel audio, rogando por una oportunidad para hablar y confesando que Jennie lo buscó porque se sentía abrumada por las voces en su cabeza que le repetían sin descanso que no era suficiente para Jisoo, todo el futuro que imaginó junto a ella fue pisoteado en segundos. Escucharlo de los labios de Jennie lo hirió más.

«Así que... ¿fue más fácil para ti buscar a alguien más en quién depositar todo tu amor que enfrentar tus inseguridades frente a la persona que realmente amabas?», pensó.

Mientras veía dormir a Jennie, recordó todos los encuentros que los involucraba a ellos con Jisoo. Había notado la tensión y el aparente rechazo de la mayor hacia Jennie, no parecía querer tenerla cerca, siempre terminaban discutiendo y el humor de Jennie no mejoraba en horas después de eso... Sí, tenía que dejar ir a Jennie, por su propio bien, no quería quedarse donde se sentía como el reemplazo barato de alguien más. Tampoco quería atarla a él y vivir bajo la falsa idea de un amor correspondido.

Kai se removió en la cama y despertó a Jennie, quien le respondió con entre balbuceos con la mirada cansada.

— Jisoo... ¿la extrañas? — preguntó con una media sonrisa dibujada en el rostro.

Jennie se quedó muda, sabía que llegaría el día en que Jongin hiciera ese tipo de preguntas, pero no pensó que lo vería tan sereno. El miedo la invadió.

— ¿Qué?

Jennie subió su mirada hasta encontrar la contraria y notó que había algo en los ojos de Jongin que demandaban una respuesta. De hecho, era la primera vez que sentía que Kai le exigía una contestación, hasta ahora se había conformado con su silencio y es lo que a Jennie más le reconfortaba ¿por qué entones de pronto había cambiado?

— Te pregunté si extrañas a Jisoo — repitió sin cambiar su suave tono de voz.

— No sé qué responder a eso — Jennie mordió su labio inferior como reflejo a los nervios que sentía, sin embargo, Jongin intensificó su mirada y comprendió que no tenía otra salida —. Bien, define extrañar.

— Hablo en serio.

— Podría extrañarla de una forma amistosa y no romántica, para nada romántica. O simplemente no podría extrañarla porque su pasatiempo favorito es evitarme y, a veces, herirme. Si es por eso, entonces ¿cómo podría extrañarla? — Jennie hablaba más rápido de lo que pensaba, solo podía escuchar su voz como un eco.

Jongin en cambio se encontró a sí mismo asustado al ver que los hombros de Jennie comenzaban a temblar en medio de su respuesta y que buscaba desesperadamente encontrar refugio en sus brazos. No puede negarse.

Negando con la cabeza dejó salir un suspiro y abrazó las mejillas de Jennie con las manos para alejarla con cuidado de él.

— Prometiste que no te alejarías de mí, Jongin — dijo mientras trataba de aferrarse a su tacto.

— Las extrañas. No solo a Jisoo, extrañas a tus amigas. Te has alejado demasiado de ellas por intentar borrar tus errores conmigo ¿verdad? — preguntó con una sonrisa triste —. No estás bien a mi lado y yo no lo estaré en un futuro. Jennie, yo... no soy el reemplazo de nadie. Para de mentirme a mí y a ti misma y hagamos esto más fácil para los dos.

Jennie parecía perdida, como si tratara de evitar la situación enfocando su mente en algo más.

— No entiendo qué está pasando Jongin ¿por qué me dices todo esto? — su voz se rompió a mitad de su pregunta y de sus ojos brotaron lágrimas una vez más, Jennie no sabía cuan inflamados podrían estar después.

— Porque no estás bien Jennie, solo mira tu cuerpo — indicó, acariciando las marcas rojizas en la piel contraria — has guardado ese dolor por tanto tiempo... debió ser difícil hacerlo sola.

Jongin besó la piel herida de Jennie, mojándola de paso cuando no pudo contenerse más y comenzó a llorar en silencio.

Jennie no procesaba bien sus palabras, solo recibía un mensaje incompleto. Quería tener un día de descanso, solo eso, dejar de sentirse mal por un día y, hundida en su silencio, recorrió su habitación con la mirada. Su celular se encontraba sobre la mesa de noche, pero no recuerda haberlo dejado ahí; solo entonces comprendió lo que Jai quería decirle.

— Lo escuchaste ¿no? — preguntó en voz baja.

— Sí.

— ¿Estás terminando conmigo?

— Sí.

— ¿Qué se supone que debo decir ahora? — murmuró en medio de hipidos.

— No hace falta que respondas, guarda las respuestas para quien realmente las necesita — Jongin la envolvió en su último abrazo, sintiendo que Jennie temblaba bajo su toque y la humedad de su camisa por las lágrimas que la castaña derramaba —. Y no le mientas, sé sincera con ella — las uñas de Jennie se clavaron en sus costados como si quisiera que nunca la abandonara, pero eso nunca dependió de él.

Jennie no quería dejar a Kai ya que, por más que extrañase a Jisoo y la quiera con locura de vuelta, no tenía la garantía de que todo volvería a la normalidad si la mayor accedía a verla. Sin embargo, era consciente de que Jongin no merecía ser considerado como una opción, no era justo.

Estaba harta de perder a las personas que la quieren por darse cuenta muy tarde de lo que valían.

— Lo siento. Lo siento tanto, tanto, Jongin.

Este asintió y se alejó de ella, juntando toda su voluntad para no arrepentirse. Se conocía a sí mismo y sabía que si continuaba en ese lugar por más tiempo, no sería capaz de irse, así que solo dejó un beso fugaz en la frente de Jennie, porque sus labios nunca se sintieron suyos.

Kai salió de la habitación regalándole una última sonrisa.

let's hurt tonight ; jensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora