Twelve

3.1K 354 41
                                    

— Te juro que me duele horrible la cabeza –dije sentandome en el sillón con las piernas cruzadas mientras tomaba de mi café con leche.

— Últimamente estás cargando con mucho estrés Joaquín... te voy a traer una pastilla –se levantó de la alfombra y fue hacia el baño. Momentos después regresó con la tira de pastillas y un vaso de agua— Deberías considerar pedirle un descanso a Carlota mientras terminas la preparatoria.

— La señorita Cervantes ya ha hecho demasiado por mí, no quiero aprovecharme de su bondad, además necesitamos el dinero... Ojalá cuando vengan nuestros abuelos se apiaden un poquito –tome una pastilla y un poco de agua.

— Sí es que vienen –dijo con un tono burlón— Y sobre el dinero no sé, podemos vender el auto Joaquín, no tiene caso tenerlo si no lo usamos.

— Ya habíamos tocado ese tema Renata.

— Lo sé, pero tenemos que aprender a soltar, hermano –se volvió a sentar en la alfombra.

— Ya veré qué hacer, tú no te preocupes –le di una sonrisa cálida, tratando de convencerla de que todo estaría bien.

— Mejor cuéntame, ¿qué onda con Emilio? –subía y bajaba las cejas, haciéndome sonrojar.

— ¿A qué te refieres? –dije tomando un poco de café.

— Oh vamos, te conozco perfectamente y noté la forma en la que lo mirabas.

— No sé... es decir, sí, me parece un chico muy, muuuy atractivo pero no quiero hacerme ilusiones, no por ahora.

— Te entiendo... Él me agrada.

— A mi también –reí.

— Oye –suspiró— ¿Y qué vas a hacer con Mauricio?

— No tengo idea, sólo sé que no pienso volver a caer... Me costó tanto sanar la herida como para arriesgarme y volver a abrirla.

— Fue un complemento idiota por no defender su amor, definitivamente tú mereces a alguien mucho mejor.

— Fue un completo idiota –afirmé— Gracias Ren, pero ahora cuéntame, ¿qué ha pasado con la chica que te gusta?

— Todo mal, no la entiendo sabes, a veces actúa tan linda conmigo y algunas otras pareciera que pasa completamente de mí.

— Sólo puedo decirte que no te claves demasiado con una persona, tienes toda una vida por delante para preocuparte por amores, pero por ahora sólo sé feliz –me levanté del sillón y tomé asiento sobre la alfombra, frente a ella— Eres una chica maravillosa y además muy especial.

— ¿Sabías que tengo al mejor hermano del mundo y que lo amo con todo mi corazón?

— Ummm, sí, lo sé –bromeé— Te amo hermanita –deposité un beso en su frente y la envolví en un abrazo.

Duramos así un buen rato para después separarnos y hacer la limpieza de la casa. Mientras organizaba mi habitación miré mi colección de Funkos, papá siempre que viajaba me traía uno nuevo; recordé lo que me dijo Renata, "hay que aprender a soltar". Podría venderlos por internet y sacar el dinero suficiente para vivir estas dos semanas. El auto nos servirá en cuanto aprendamos a manejar, las figuras no, así que quizá era la mejor opción, al menos por ahora.

  ✦

— Joaquínnn –me llamó Renata desde su habitación.

— ¿Qué pasó? –grité desde la mía.

— ¿Puedo salir con Nickol al cine?

— Sí, pero no llegues muy tarde.

— Okay, gracias.

Anatomía || Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora