CAPÍTULO 3

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Son las 17:30 y ahora mismo estoy entrando a casa de mi "primo", ¿por qué entre comillas?, bueno no es mi primo de verdad, mi madre es la mejor amiga de su madre, son como hermanas y nosotros como primos, nos criamos juntos.

- ¡Hola pequeña! - grita el susodicho desde el final del enorme pasillo.

- ¡Hola orco de Mordor! - digo yo mientras voy corriendo a abrazarlo.

- Iván sube las cosas de Lena a su habitación - le dice su madre para seguidamente venir a abrazarme y llenarme la cara de besos rosas por su pintalabios.

-Vale... - dice éste sin ganas.

- ¿Y tu madre? - dice Inés, la madre de Iván.

- No ha venido - digo mientras me quito sus besos de la cara.

-Bueno, pues luego la llamamos - dice sonriendo. No entiendo cómo se puede llevar tan bien con mi madre si son totalmente lo contrario la una de la otra.

-Sí, luego la llamas - digo en voz baja - voy arriba - le indico y asiente con la cabeza sonriendo. Subo hasta la que es mi habitación cuando vengo aquí y veo a Iván observando mi habitación. - Van a venir Laura y Sara - digo sacándole de su empanamiento - espero que no te importe, aunque sabes que me da igual - le giño el ojo derecho con una sonrisa burlesca.

- Ya bueno, siempre lo haces - dice - pero esta vez yo también traigo a alguien - dice con malicia.

- ¿A quién? - pregunto mientras voy hacia mi maleta para colocar la poca ropa que me he traído, ya que aquí siempre tengo ropa.

- A unos amigos - dice tras sentarse en un puf que hay enfrente de una de las paredes más especiales de esta habitación.

- ¿Los conozco? - pregunto guardando la maleta debajo de la cama ya que he terminado de colocar las pocas cosas que había dentro.

- Sí y no - le miro con intriga - es decir a uno sí y a otro no.

- Okay. Vamos al salón anda. - Al bajar están Inés y Joaquín, los padres de Iván.

-Nos vamos ya, volvemos a las diez, por cierto Lena, recuérdale a Liam que no venga muy tarde - dice Inés mirandome.

-Vale - digo y nos despedimos de ellos. Tras una hora, el timbre suena e Iván va a abrir.

-Hola, hola- grita una voz desconocida- soy Ethan - se presenta- el chico de tus sueños - me giña un ojo, seductor.

- Dirás el engreido soñador - digo sin pensar.

- Lena - me regaña Iván. Ethan se ríe.

La verdad es que el chico no está mal, es alto, viste bien, pelo negro como el carbón, ojos verde esmeralda, sonrisa brillante y está bueno, no nos olvidemos de ese pequeño detalle. No me sorprende mucho la verdad Iván es igual que él, solo que con ojos marrones con un toque de verde oliva, pelo marrón y braquets.

De repente una voz me hace salir de mi trance observando al sujeto que se hace llamar "El chico de mis sueños", esa voz resulta ser de la última persona que quiero ver en este mundo, Mateo.

Mateo era mi mejor amigo, como un hermano, nos conocemos desde hace siete años y nadie nunca me había marcado como él lo ha hecho, llegó a ser imprescindible para mí, hasta que de repente se alejó y un día al pedirle explicaciones de por qué se fue me dijo que no me lo podía decir. Sufrí mucho hasta que después de dos meses vi que yo realmente no le importaba o por lo menos no lo parecía, no me hablaba ni yo a él tampoco. Un día quiso arreglar las cosas y prometió y aseguró que no lo volvería a hacer, que lo sentía mucho; pero tantas palabras y tan pocos hechos terminó por que alejarme del todo de él.

~SIMPLEMENTE TÚ~  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora