A la mañana siguiente nos levantamos sobre las once, me pongo la ropa interior y me lavo la cara.
- ¿Qué quieres de desayunar? -dice Ethan abrazándome por la espalda y dándome un beso en el cuello, el cual hace que me estremezca.
-Ummmm, no sé, lo que quieras -me giro y le doy un beso.
-Pues improvisaré -dice y me da un beso en la frente.
Me siento en el sofá, voy a coger mi móvil cuando veo el regalo de Mateo al lado de éste, pienso en sí abrirlo o no, al final la curiosidad me puede. Cojo la pequeña cajita y sin estar aún muy segura lo abro, quito el papel de regalo y descubro una cajita verde oscuro de terciopelo, la abro y encuentro una pulsera, la reconozco en cuento la abro, es negra excepto por un adorno plateado, que divide la cuidada tela, es un guante de boxeo; inmediatamente a mi cabeza viene cuando pedimos las pulseras, pedimos dos pulseras iguales, una con un guante de boxeo y otra con una cámara de fotos, él tiene la pulsera que falta. Yo jamás fui a recoger las pulseras y nunca imaginé que él se acordaría.
-Ey, salvajita qué te pasa -dice Ethan preocupado cuando deja el desayuno en la mesa.
-Nada, por qué -digo mirándole.
-Estás llorando -dice mirándome a los ojos.
-Tranquilo, no estoy triste si es lo que te preocupa -digo sonriéndole y vuelvo a mirar la pulsera, noto como él mira también la pulsera- es el regalo de Mateo -digo y asiente, me abraza y me pone la pulsera.
- ¿Desayunamos? -dice agarrando mi mano y asiento, seco mis lágrimas y desayunamos.
A las doce salimos muy rápido de la cabaña ya que el vuelo de mi hermano sale a las doce y media, por suerte la cabaña no está muy lejos del aeropuerto, llego corriendo a la zona donde está él y cuando me ve me abraza hasta levantarme del suelo.
-Te noto extremadamente feliz para que tu hermano esté a punto de irse todo el verano a otra cuidad.
-No me lo recuerdes, solo te dejo irte porque te vas a trabajar y no sé a qué te refieres.
-Los dos sabemos a qué me refiero -dice- dile a Inés que te acompañe al ginecólogo -dice y me pongo roja.
- ¡LIAM!
- ¿Qué? -dice riéndose y me da un beso en la frente, se termina de despedir de todo el mundo y vuelvo a abrazarle.
-Llámame todos los días, por favor aliméntate bien, mantén recogida tu habitación en el campamento, pon la colada, y cuídate bien -digo rápidamente.
-Sí mamá, a la orden -dice poniendo la típica pose de militar y le miro con los brazos cruzados- te llamaré todos os días y te mandaré videos de mi comida, habitación, de cómo pongo la colada y hasta si quieres de cómo me ducho.
-Tampoco te pases -digo con cara de asco.
-Te quiero diablita -dice estrujándome.
-Y yo idiota. -Tras ese último abrazo se va, le voy a echar de menos.
-Ethan -le digo mientras seco las poquitas lágrimas que no he podido contener.
-Dime.
- ¿Me llevas a un sitio? -cuando digo eso todos me miran confusos.
-Ammm, supongo -dice confuso.
-Luego nos vemos -digo despidiéndome de todos.
~TRAS MEDIA HORA DE CAMINO~
Llamo al telefonillo un poco nerviosa.
- ¿Sí? -contesta una mujer.
-Soy Lena -digo y me abre. Camino por el largo pasillo que da al ascensor, subo y pulso el botón de la cuarta planta, cuando se para el ascensor busco la puerta D y llamo al timbre.
-Hola Lena, cuanto tiempo -dice y la saludo.
-Hola Marta, ¿qué tal?
-Pues muy contenta de verte, está en su cuarto -dice y asiento, paso por el salón y continuo por el pasillo, la primera puerta a la derecha, llamo y abre la puerta.
-Hola -digo y le enseño la pulsera.
-Lena -dice mirándome sin creer lo que ve.
-Sí soy yo Mateo -en cuanto digo eso me abraza. Me invita a pasar a su cuarto, me siento en la cama.
- ¿Qué haces aquí? -dice tras cerrar la puerta.
-Supongo que todo el mundo merece una segunda oportunidad.
Tras decir eso empieza una larga conversación, decido mandarle un mensaje a Ethan diciéndole que me quedaré un rato, y sigo hablando con mi mejor amigo. Tras dos horas hablando él su madre me invita a comer, después invito a Mateo a la tarde de pelis que tenemos planeada los demás. Cuando entro a casa de Iván y todos ven a Mateo se quedan estáticos, después Sara se levanta y le saluda cosa que imitan los demás, nos sentamos y empezamos nuestra tarde de pelis.
FIN.
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~SIMPLEMENTE TÚ~
Teen FictionLena, una chica de 15 años que vive el presente y nada más, hasta que conoce a Ethan y recuerda su pasado de la manera menos esperada para ella. No se soportan siendo ella una salvaje y él un imbécil. ¿Que pasará cuando descubran la verdad?