Buenos Presagios

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-¿Y bien? ¿Puedo saber en qué estás trabajando, jovencito?

-Déjalo ángel, quizás es una carta de amor para alguna jovencilla.

-No es eso Nanny Crowley.

-Dime solo Crowley, niño.

-Bien, solo Crowley, no es una carta de amor.

Aziraphale río suavemente mirando al demonio que había rodado los ojos bajo sus lentes.

 -Quiero regalarles algo... pueden sentarse ¿Por favor?

 Ambos obedecieron mirando atentamente al joven que tomó un papel en sus manos.

 -Queridos Hermano Aziraphale y N-solo Crowley... desde muy pequeño, mi familia me ha entregado cada una de las cosas que necesité, un techo, ropa, comida, juguetes y demás mucha educación, pero ninguno de ellos me ha entregado lo que ustedes pudieron darme solo en unos años, unos años de muchas enseñanzas y cariño, afecto y frases alentadoras.
Creo que mis pocos recuerdos de felicidad están con ustedes y jamás sabré como agradecer completamente su trabajo... Yo les tengo un obsequio, los hice estos días y quiero que los tengan para que siempre estén protegidos.

Warlock sacó de su mochila dos bolsas de tela transparente y brillante, una azul, para el hermano Aziraphale y otra Naranja para Nanny Crowley.

 -Construí unos amuletos protectores para ustedes, son unos collares, si no quieren usarlos pueden colgarlos en sus hogares...

 Ángel y demonio tomaron sus respectivas bolsas sin saber que decir, las abrieron con cuidado y miraron aquellas cadenas plateadas.

 Aziraphale miró la suya, que tenía un pequeño adorno de flor azul colgando al final.
Crowley, por otro lado, miraba el suyo en la palma de su mano, un pequeño cristal rojo.

 -En el libro especificaba que para hacer un amuleto protector, tenemos que utilizar algo que tenga un vínculo con nosotros, de alto valor emocional y bueno... señor Aziraphale siempre me dejaba jugar con las flores y creo que las amo por eso, tienen un lugar especial en mi habitación.
Señor Nanny Crowley... usted hizo muchas cosas por mí y más de una vez me asustó mucho, pero nunca olvidaré su cabello rojo el cual me cubría cuando me cantaba por las noches... Muchas gracias a los dos.

 Aziraphale sonreía mirando el collar en sus manos, estaba tan feliz y orgulloso por la clase de persona que se había convertido el pequeño niño.

 -Crowley, mira q-... ¿Cariño?

 El hombre pelirojo se había levantado dándoles la espalda mientras se colocaba el amuleto en el cuello.

 -Muchas gracias, Warlock, es un regalo muy lindo –Soltó Crowley sin voltear- ¿Alguien quiere vino? Yo quiero vino...

A paso rápido el hombre delgado fue a buscar unas copas y vino para que el sonrojo de sus mejillas no fuese evidente.

 -Gracias Warlock, es el regalo más lindo que nos han dado en mucho tiempo –Aziraphale sujetó el amuleto junto a su reloj dentro de su traje para levantarse y abrazarlo- Creo que tengo que darte mucho más libros de ahora en adelante.

 -¡Vamos a emborrachar al muchacho!

 -¡Crowley!


 El veinticuatro de diciembre, el día de noche buena la familia Young cenaban charlando.

 -Entonces, Adam, ¿Cómo están tus amigos?

-Bien, Pepper en práctica, Brian con su familia en América y Wensleydale en África, creí que ya se los había comentado.

Buenos Presagios y un poco de VinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora