Capitulo 20

10 4 1
                                    

El cementerio Rose Garden

Aquí debía estar Carol, aparte de ser el cementerio de los ricos su madre estaba sepultada aquí, ella siempre dijo que su única petición después de morir era ser enterrada a su lado (no pensé que fuera tan pronto), por suerte vine varias veces con ella y Marcela.

Veo la gran puerta color oro del exclusivo cementerio, un guardia me detiene pero solo con decir mi apellido me deja pasar.

Estacionó el auto, antes de seguir el camino pasó a una pequeña y elegante tiendita de flores, compró margaritas y violetas sus favoritas, sigo mi camino hasta donde recuerdo esta la tumba de su madre.

El cementerio era un lugar que hace más de 6 años no pisaba, desde que mi abuela había muerto, por suerte mi familia era sana y bueno la que moría era lejana a si que no me preocupaba por asistir a sus funerales, estará aquí me recordó cuando solía enterrar a mis mascotas en el patio, si, mi patio era todo un cementerio de animales, recuerdo que hacía un dramático funeral con todos mis muñecos de peluche, cada uno decía sus palabras de despedida y yo no podia dejar de llorar cuando me tocaba a mi, recuerdo los ánimos del señor bigotes para que siguiera hablando, era una niña con bastantes amigos imaginarios.

El cementerio estaba un poco solitario, veía un poco de personas a lo lejos, era lindo el lugar lleno de flores y lindos caminos rocosos e hileras de las hermosas tumbas, podría ser un lugar donde estaba lleno de cadaveres pero era lindo.

Miranda Harriet y Carol Jacks Harriet.
Madre e hija

Tenía razón habías sido enterrada a lado de su madre, comienzo a llorar mientras un dolor se instala en mi pecho.

Viendo la tumba con su nombre, la realidad me llega de golpe, ella estaba muerta, no volvería a verla jamás, solo me quedaban recuerdos y fotos.

Colocó las flores, donde ya hay un ramo de margaritas frescas, alguien más había estado aquí y creo saber quien.

-Hola Carol- una sonrisa nostálgica sale de mi labios salados por las lagrimas-Tu tumba es muy linda y digna de ti- me doy una cachetada mental ¿Que clase de saludo es ese?- Es difícil hablar, no soy de palabras y creo que tú lo sabes, así que comenzaré por disculparme- suspiro- lo siento, siento haberme ido sin despedirme, trate de contactarte, lo juro pero mi cobardía gano, tenía miedo de que te decepcionaras de mí por no enfrentar los problemas como tú nos enseñaste, lamento no haber cuidado de Marcela como prometí- un sollozo escapa de mi- ¿Porque? ¿Porque no decirnos? Todo habría sido diferente, yo no me hubiera ido, habría estado ahí para ti y yo........- mi llanto aumenta y no paro, mi garganta se seca y ya no puedo hablar.

Después de calmarme y platicar un poco con Carol, me alejo de ahí para poder ir a la cafetería del cementerio, si había una cafetería, que podía decir el lugar era lujoso y con todo incluido, la cafetería era linda y acogedora.

Al entrar puedo ver a un par de personas, todas comparten la misma expresión de nostalgia y tristeza en sus rostros, pero era normal después de venir a visitar a un ser querido que ahora estaba tres metros bajo tierra.

Camine hasta llegar al mostrador, una chica medio emo atendía, tenía una expresión desinteresada, el cabello negro con mechas moradas y azules, un pircing en la nariz y una piel muy pálida, tan pálida que podría decir que esta chica era un vampiro.

-Hola buenas tardes, ¿Que desea pedir?- me preguntó la chica mientras veía algo en una revista, pude leer en su camiseta en una esquina el nombre Lydia que asumo es su nombre.

-Buenas tarde- le devolví el saludo con una sonrisa- me gustaría un café negro con un huevo crudo- la chica no puede disimular su cara de asco y confusión, la entendía siempre que pedía esa orden ponían la misma expresión, pero no era tan malo de echo era delicioso.

Lazos perdidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora