Todo el pueblo acordó que aquella mujer fuese colgada.
Era más sencillo condenarla por su belleza que culpar al hijo del gobernador por ceder a sus instintos básicos.
La insultaron, patearon y apedrearon mientras la conducían a la horca.
Sin embargo, las voces se fueron apagando poco a poco.En este momento, ella los reta con la mirada y les sonríe con cinismo, moviendo la cabeza de un lado a otro para observarlos a todos detenidamente.
Esto los tiene aterrados, hace que sus piernas tiriten y que su boca se seque.
Sobre todo porque la mujer fue colgada hace más de 20 minutos...

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Cuentos para monstruos
Mystery / Thriller¿De que lado de la moneda esta el terror? Traté de expulsar un grito de mi cuerpo paralizado mientras los doctores desconectaban el respirador artificial... Me rendí cuando la enfermera se inclinó hacia mí y dijo: -"Sabemos que estás despierto". C...