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Las calles del pueblo, como sucedía cada noche de brujas, se llenaron de niños disfrazados que corrían de un lado a otro, los cuales emocionados y alegres, tocaban de puerta en puerta pidiendo golosinas.

Janice, la anciana cascarrabias y nada agradable, solo les abría la puerta para golpearlos con un bastón o arrojarles agua helada, mojando y arruinando los disfraces que los pequeños vestían con tanta ilusión.

Se reía maliciosamente mientras los observaba alejarse llorando.

Después de un rato sin visitas, tocaron la puerta nuevamente, acompañado por el característico "Dulce o truco".

La anciana tomó el bastón, el cual estaba listo para otra ronda.

Al abrir se encontró con una pequeña niña que parecía no llevar disfraz, solo un vestido y unos zapatos nada peculiares para la época actual.

Janice arqueó una ceja con desdén, antes de dirigirse a la pequeña con voz dura y altanera.

-Y tú... ¿Ni siquiera te tomaste la molestia de disfrazarte?

-Por supuesto que si, vengo disfrazada de niña, ¿a caso no lo ves? - respondió la muerte mientras esbozaba una sonrisa.



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Aqui uno de Halloween atrasado, pero mejor tarde que nunca 😂
Bonita noche 🥰

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