—¿Ese estupido te hizo esto? -me preguntó Jackson.
—Si, pero no importa -me alcé de hombros mientras caminábamos hacia la enfermería.
—Si tú no le pones un alto a ese maldito yo se lo pondré por ti -me advirtió y noté cómo tenía una pizca de preocupación en su voz.
—No te preocupes, yo puedo hacerlo solo. No te metas en mis problemas por favor Jackson. -le supliqué.
—Pero quiero protegerte, ¿acaso eso está mal? -me preguntó deteniéndose de golpe.
—No, no lo está. Pero yo puedo hacerlo solo, no eres mi novio como para que me defiendas siempre -le dije sin pensar que eso lo lastimaría.
Noté cómo cambió su mirada y ahora se volvía algo fría. —Está bien.
Seguimos caminando hacia la enfermería, pero con la única diferencia de que ahora nos manteníamos en completo silencio.
Entré a la enfermería y volteé mi mirada hacia atrás pero el ya no estaba conmigo, demonios, al parecer ya la había cagado en algo que dije. Cómo siempre.
—¿Que te ocurrió? ¿Porque tu visita a la enfermería? -me pregunta el doctor amablemente cuando notó mi presencia.
—Mm, me cayó café caliente en la mano. -respondí acercándome más a él.
—Déjame ver -tomó mi mano y al sentir el rose solté un pequeño grito de dolor. —¿Duele mucho? -me preguntó.
—Más que nada arde -le admití tratando de no soltar ningún otro grito.
—De acuerdo, te colocaré crema especial para pequeñas quemaduras porque no es nada grave. También te pondré una venda allí para que no te vayas a lastimar la herida. -me explicó. Yo solo asentí dejándolo hacer su trabajo.
Cuando ya estaba todo listo me dio mi aviso de que había ido a visitarlo para poder entregarlo a mi profesor cuando llegara al salón y así no recibiría ningún regalo de su parte.
Salí de allí decidido a caminar hacia mi salón, cuando iba caminando choqué con la espalda de un chico por no mirar bien por donde camino.
—Disculpa -reverencie y después seguí mi camino pero este me detuvo sosteniéndome de mi mano no lastimada.
Volteé a verlo al instante y era Minyuk.
—¿Te sientes mejor ahora? -me preguntó preocupado.
—No quiero tu lastima -le admití soltándome de su agarre.
—Estoy tratando de remediar lo que hice -dice sin más pero no pude descifrar lo que significaba su mirada.
—Ya es pasado, no tiene importancia. -le dije alzándome de hombros.
—¿Puedo hacer algo por ti para que me perdones? -me preguntó.
—¿Cómo que cosa? -le pregunté confundido.
—Lo que tú quieras, jamás me atrevería a dañar a alguien físicamente de esa forma en que te dañé a ti. -dice cabizbajo.
—¿Entonces por qué lo hiciste? -pregunté.
—No se que sucedió por mi mente, aveces hago las cosas sin pensar -me admite rascándose la nuca.
—Entiendo.
—¿Entonces?
—Invítame un café mañana en la mañana que no habrá clases y déjame tirartelo en la mano -lo dije sin pensar, pero realmente jamás me atrevería a hacerlo. Solo sería como para probarlo.
—Está bien, acepto tu trato -sonrío de medio lado.
Asentí y después me alejé de él para regresar al salón. Volvió a detenerme con su mano. Rodé los ojos antes de voltear a verlo.
—¿Ahora que? Tengo que irme ya porque me regañarán por llegar tarde, again -lo mire mal.
—¿Estás estupido o algo así? -soltó de la nada. Que no empiece con eso por favor, ya le estaba creyendo un poco.
Lo mire confundido.
—¿Cómo quieres que te invite un café? si no hemos quedado de la hora ni en donde. -alzó una ceja.
—Cierto -reí cubriéndome la boca con las manos.
—Si vas a reírte no cubras tu rostro, es mejor que dejes ver esa linda emoción. -soltó sin más.
Lo volví a mirar confundido, enserio este hombre si que me confundía demasiado. Aveces se comportaba como todo un patán grosero y sin sentimientos como si no tuviera corazón, o un corazón de piedra al menos. Y aveces se comporta amable, aunque me cueste decirlo, aveces lo es.
—Intercambiemos números para ponernos de acuerdo al rato -me dice y empieza a sacar su móvil del bolsillo de su pantalón. Me lo brinda y lo recibo confundido. Escribí mi número en sus contactos y se lo regresé. Después mi teléfono móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi saco, lo saqué y vi un número desconocido.
—Ese es mi número, guárdalo y al rato te hablo -me dice y después se aleja sin más.
Lo agregué como "Imbecil". Me reí al ver ese apodo en el número y caminé de regreso a mi salón metiendo mi móvil en mi bolsillo.
Llegué al salón y me senté junto a Hyungwon.
—Llegaste ahora bien tarde -me dice.
—Lo sé, en el receso me quemé -le mostré mi mano vendada.
—¿Cómo te pasó? ¿Tan tonto estás cómo para tirartelo tú mismo? -se comienza a reír en lo bajo. Le di un zape en la cabeza y el se quejó.
—Claro que no, simplemente fue un accidente, no lo hice yo mismo baboso -lo mire mal comenzando a hacer lo que nos habían dejado.
—Cambiando de tema, ¿puedo ir a tu ensayo? -me pregunta.
—¿Para que quieres ir? -le pregunté.
—Mi crush irá para ver a su amigo Jackson, ósea mi crush irá para ver a tu novio. Supongo que el lo invito -me dice.
Lo volteé a ver con una sonrisa boba. —¿Quien es tu crush? -le pregunté dándole toda la atención a él.
—No me mires así -me golpeó el hombro. —No negaste que Jackson y tú son novios -me mira con asombro.
—No somos nada, pero quiero saber quien es tu cruuuuush -le supliqué.
—No te diré -se cruza de brazos.
—Le preguntaré a Jackson entonces -le aviso.
—El no sabe que Wonho es mi crush -río.
Lo miré sonriendo de oreja a oreja. —Gracias por decirme -le sonreí por último y después seguí prestándole atención a la clase antes de que el profesor nos fuera a regañar por estar hablando y hablando.
—Queeee -terminó jalándome de los hombros y moviéndome. Lo que no quería que ocurriera pasó, el profesor nos sacó del salón y nos mandó a correr muchas vueltas a la cancha de carreras.
Maldito Hyungwon, por su culpa tendría que sudar sin tener clase de deporte o gimnasia.
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𝙒𝙝𝙤 𝙙𝙤 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙫𝙚?; 𝙟𝙤𝙤𝙝𝙮𝙪𝙠.
FanfictionJooheon y Minhyuk se odian a más no poder, tantas peleas, golpes y palabras que lastiman han estado desde que se conocieron por primera vez. Pero no tenían pensado en volverse locos el uno por el otro. Quien iba a pensar que después de odiarse termi...