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Ya habían pasado varias semanas, el padre de Minhyuk lo había transferido de escuela, ahora se encontraba estudiando en una privada y no publica como la anterior en donde conoció a Jooheon.

Minhyuk iba a la escuela y regresaba a su casa, siempre lo mismo cada día. Su padre le había quitado su teléfono móvil y no tenía permisos para salir a ningún lado, y si querían verlo, sus amigos tenían que ir allá. Pero su padre como era tan malpensado le ordenaba al mayordomo estar cerca de Minhyuk para vigilarlo de cerca cuando estuviera con amigos. Esta vez que Wonho vino no había nadie vigilándolo, gracias al cielo, porque Minhyuk estaba harto.

—Te ves horrible -le dijo sinceramente Wonho.

—Gracias, ¿tu cómo estás? -respondió sarcásticamente el menor.

—Extrañándote, de hecho -le guiño.

—¿Que tal vas con Hyungwon? -decidió preguntarle.

—No lo sé, aún no le confieso que me gusta -se rasca la nuca nerviosamente. —De hecho dudo que lo haga -admite para después soltar un largo suspiro.

—¿Por que? -preguntó Minhyuk confundido.

—No quiero terminar como tu -admitió nervioso nuevamente. —Sin ofender -rió.

—Entiendo -rió Minhyuk siguiéndole el supuesto chiste. —Tus padres son más indulgentes contigo, no creo que vivas lo mismo que yo -le contó suspirando.

—¿Por que no lo crees? -preguntó confundido.

—He sabido que desde tiempos inmemorables mi padre ha sido homofobico, y cuando supo de nosotros su homofobia voló por los cielos y descargó toda la ira que le tiene a los homosexuales en mi -le cuenta.

—Ah ya, entiendo -responde sin más. —Entonces, ¿crees que debería confesárselo? -preguntó curiosamente.

Minhyuk asintió. —Hazlo ahora, antes de que sea más tarde -le recomienda.

—Está bien, tomaré tu consejo -le da un pequeño golpe en el hombro.

Minhyuk gritó por el dolor.

—Idiota -ríe Minhyuk para quitarse la chaqueta y poder mostrar su brazo al descubierto. En ese mismo instante Wonho pudo notar un moretón en el brazo de su amigo del tamaño de una pelota de béisbol.

—Tu padre no te lleva al hospital o que -soltó enfadado y al mismo tiempo preocupado el castaño.

—No lo hace, el doctor familiar viene a atenderme cada que mi padre le llama a hacerlo -cuenta.

—Entiendo, se que es tu padre pero es maltrato, deberías denunciarlo con la policía -le sugiere su amigo.

Minhyuk rió algo fuerte. —Eso es suicidio -volvió a reír. —No conoces a mi padre, no sabes de lo que es capaz de hacer ni hasta donde llegar -cuenta el peli rojo.

Wonho bufó. —Hyungwon me contó que Jooheon no ha parado de llorar ni un solo día desde que lo terminaste -le contó carraspeando su voz.

—No fue así, simplemente le avisé que tenía que irme y posiblemente no volviéramos a vernos, no fue mi decisión -dice el chico cabizbajo.

—¿Lucharás por ustedes dos? -preguntó con cierto interés.

—Claro -asiente sonriente. —Pero no aún.

—¿Por que? -preguntó confundido.

—Es una pérdida de tiempo hacerlo en este momento sabiendo que no tenemos posibilidad de salir adelante porque somos unos chicos aún -cuenta el peli rojo para después tomar de su bebida.

—¿Esperarás a ser mayor de edad? -preguntó aún más confundido.

—Cuando salga de la preparatoria lucharé por los dos, lo prometo -dice suspirando.

—Eso no deberías de decírmelo a mi, idiota -rió. —Ve y díselo a él, antes de que sea demasiado tarde para volver a hablar con el, o hasta verlo -le sugiere su mejor amigo.

—Deje de luchar ya, me duele muchísimo los golpes de mi padre, y si voy a verlo el lo sabrá y me golpeará de nuevo, ya no quiero -admite cabizbajo.

—Yo te cubro -le guiña.

—¿Como harás eso? -preguntó confundido.

—No lo sé, pero si te trata de golpear de nuevo cuando vuelvas yo estaré aquí y te defenderé, ¿está bien? -le dice.

Minhyuk asintió. Abrazó a su amigo y después este mismo lo ayudó a salir de la casa por la ventana de su habitación. Había caído en los arbustos de la planta baja, y claro que se había lastimado, pero no era para tanto sabiendo que lo golpeaban a diario.

Escuchaste eso, hay ruido por acá. Hablaron unos guardias.

—No no es nada, se me cayó mi balón de fútbol -mintió Wonho esperando que no revisaran el arbusto porque sino encontrarían a Minhyuk.

—Está bien -dieron los guardias y después regresaron a sus puestos asignados.

Minhyuk salió lentamente de los arbustos buscando con la mirada hacia arriba a su mayor y después se despidió de él y salió corriendo de allí lo más rápido posible sin mirar atrás.

...

—¿Hijo, duermes ya? -preguntó su madre tocando la puerta de su habitación ya que tenía llave.

Como este no abrió nunca y su madre estaba preocupada porque no había bajado a cenar hace rato su padre buscó la llave de la habitación y cuando abrió la puerta se encontró con la escena más escalofriante y desgarradora para una madre. Su hijo estaba tumbado en su cama y de su muñeca salía mucha sangre. Estaba inconsciente y al instante su madre llamó a una ambulancia.

Cuando Minhyuk estaba por llegar a la casa de Jooheon escuchó la sirena de una ambulancia a lo lejos. No le tomó interés y siguió su camino y cuando ya estaba enfrente de la casa de su novio la ambulancia que hace rato había escuchado estaba enfrente de la casa también y las luces rojas de ella lo cegaban.

Y después vio todo en cámara lenta, la peor escena de su vida que no hubiera podido haber imaginado nunca, los paramédicos entraban a la casa y segundos después salían con el cuerpo ensangrentado de Jooheon e inconsciente de dentro de la casa y lo llevaban en una camilla hasta la ambulancia entraron en ella y su madre subió con ellos y después se fue de inmediato.

Minhyuk se encontraba aún en shock tumbado en el suelo. Después recordó donde una vez su chico le había dicho que escondía la llave de repuesto por si acaso, la busco y cuando la encontró entró en la casa, había sangre por el piso, que le puso los pelos de puntas e hizo que tuviera escalofríos.

Subió a la habitación de Jooheon y al entrar notó sangre también en el suelo y en la cama y vidrios rotos en el suelo. Comenzó a llorar de un momento a otro, se acercó al escritorio del menor y agarró una pluma y una hoja de papel y empezó a escribirle allí en la hoja.

Cuando termino de escribir suspiró, de levantó de allí aún con lágrimas en los ojos y le dejó una paleta de caramelo, de las que su mejor amigo le había dado para que comiera algo rico estando encarcelando en su propia casa. Sonrió para sus adentros, salió de la casa a paso lento y se dirigió a la suya con un mal presentimiento, preparándose mentalmente para lo peor. Y si estaba en lo correcto, sería peor esta vez y no podría hacer nada para detener ese futuro que le esperaba.

Mientras tanto Jooheon luchaba por su vida, los paramédicos luchaban por la vida de Jooheon que no tenía casi pulso, tuvieron que apretar su herida en la muñeca para que no siguiera desangrándose, pero aún así el chico estaba en grave peligro. Su vida estaba por terminar sino ocurría algún milagro que lo salvara.

𝙒𝙝𝙤 𝙙𝙤 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙫𝙚?; 𝙟𝙤𝙤𝙝𝙮𝙪𝙠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora