10 meses antes de que Poché y Calle se conocieran.
Me levanté algo cansada tras haber estado estudiando toda la noche y parte de la madrugada, odio la escuela, en serio la detesto, pero mi papá siempre dice que para ser alguien debo estudiar mucho, así no me guste hacerlo. "Mi amor, no hagas esto por mi o por tu hermana, haz esto por tu mamá, hazla sentir orgullosa en el cielo, ella no está físicamente pero desde allí nos observa y cuida, no querrás que los angelitos le hagan burla porque la familia Garzón no es la mejor en la tierra, ¿verdad?" recordé sus palabras dulces que en su momento fueron acompañadas por risas gracias a su mención a los angelitos haciéndole bullying a mi mami.
Bajé a la cocina y me encontré con mi padre sirviéndole el desayuno a Valentina.
-Hijita, ¿por qué no estás lista?-
-Papi hoy los de once no tenemos clase, sólo los pequeños- respondí al tiempo que le revolvía el cabello a mi hermana- pero me levanté temprano para seguir estudiando porque matemáticas no me entra ni por el chiras y debo lograrlo porque vienen los exámenes finales- hice una mueca del estrés que me generaba tan sólo pensarlo.
-Poché, no te preocupes tanto, eres muy inteligente y te irá bien, nosotros ya nos vamos en- miró su reloj de mano- cinco minutos, apurate pulga-
Me despedí de mi hermanita con un abrazo y le mandé un beso al aire a mi papá. Subí las escaleras y grité "Byeee, buen día" para después situarme en mi habitación.
Tal y como mi papá lo dijo cinco minutos después sonó como abrían la puerta y se iban de la casa.
Me recosté en mi cama a pensar en mi vida, a pesar del estrés de las semanas finales del colegio. Amaba mi vida, tenía la mejor familia, podía sentir cerquita a mi mami aunque físicamente no estuviera. Tenía las mejores amigas de todo el mundo, no me faltaba nada, hacía todo lo que me apasionaba, reía todos los días porque amaba disfrutar de la vida y todo me hacía feliz.
Los sonidos de las llaves en la cerradura de la puerta me sacaron de mis pensamientos. Típico de mi papá: siempre olvidaba algo, de él saqué lo despistada.
Me levanté dispuesta a molestarlo por desubicado y reírme de él, abrí la puerta de mi habitación y bajé corriendo.
Me encontré con algo que no esperaba: mi amiga estaba en la sala sentada viéndome con una gran sonrisa, junto a ella había un hombre muy alto y totalmente vestido de negro.
-Ehhh, no...no entie-entiendo qué haces aquí y él quién es- pregunté bajando los escalones.
-Vine a hablar contigo María, ¿algún problema?-
-No, pero no entiendo cómo entraste y además traes a un hombre contigo, esto es raro, es mejor que hablemos fuera-
-No, hablaremos aquí, siéntate y me escuchas- la voz de la chica resonó fuerte en toda la habitación.
-No sé qué te pasa pero quiero que te vayas de mi casa ya, eres muy maleducada por entrar así sin tocar y traer a un hombre contigo- mi voz tuvo el mismo tono que el de ella. ¿Qué le pasaba? De seguro estaba tomada.
La chica se levantó con una sonrisa y dio unos pasos hacia el chico, perfecto, se irían, mi familia me mataría si supiera que hubo un hombre en la casa sin alguno presente. Pero ella se detuvo justo a la izquierda de el señor, estiró su pequeña mano y él depositó encima un....Un arma, le había pasado una pistola, sentí mi espalda sudar frío en cuestión de segundos, mi corazón se aceleró. Quería levantarme, correr, devolver el tiempo y haberme ido con mi papá.
-Esto, es, estás bo-borracha, ¿verdad?- fingí una risita buscando la de mi amiga para tener un poco de consuelo, ¿por qué había sacado un arma? ¿Sería una broma de todos mis amigos?
-No lo estoy, cuando me emborracho ni puedo hablar, eso bien lo sabes, eres mi amiga me conoces bien sobria o ebria-vino hacia mi y puso la pistola en mi nuca, todo el azúcar se me bajó y sentí unas ganas inmensas de llorar.-¿sabes qué cosa realmente me molesta?- continuó.
Quería responderle pero no podía, mi voz no salía, era como si tuviera agua en mi garganta y me ahogara, no lograba comprender lo que estaba pasando, no podía pensar siquiera.
-¡TE ESTOY HABLANDO ESTÚPIDA! ¡CUANDO TE HABLE ME RESPONDES!- gritó dándole una patada a la mesa que sostenía el televisor, esta era de cristal, en menos de 8 segundos la mesa se rompió y el televisor cayó haciendo un sonido muy fuerte. Los perros del barrio ladraban en la puerta, ellos olían los problemas.- continuemos, el siguiente golpe será a ti, vuelvo a preguntar AMIGA: ¿sabes que me molesta muchísimo?-
-No, no no se se me o-curre na nada- mi voz era temblorosa al igual que mis manos, cuerpo y toda yo. Intenté tragar saliva pero no lo logré, es como si mi cuerpo estuviera totalmente seco y apagado, por el miedo.
Ella estaba en mi casa, rompiendo cosas, con un arma y un hombre increíblemente grande, entró a la fuerza y ahora estaba como una loca, una parte de mi no le sorprendía, sabía como era su carácter pero... ¿¡UN ARMA!?
-Te lo diré yo- se acerco al reloj grande de la entrada y lo estalló contra el piso, el sonido fue peor de fuerte que el anterior, los perros ladraban aún más fuerte, estaba desquitando su enojo con las cosas de mi hogar y temía que yo fuera la siguiente fuente de desahogo- no llores perra y préstame atención- no había notado que estaba llorando hasta que ella lo dijo, toqué mi cara, estaba empapada y sentía que mi pulso ya no tenía control.-Odio a las putas como tú, a esas odio, te odio a ti, creí que eras mi amiga, si tu mamá estuviera viva le darías asco-
Mi pequeña parte de supervivencia aún con fuerzas y por inercia me hizo levantarme de golpe y correr hacia la cocina.
Mis pies temblorosos daban grandes pasos sobre las baldosas frías de la sala. No sé por qué iba a la cocina pero era mejor a estar en la sala llorando.
Oí como corría hacia mi y aceleré los pasos, pero al igual que en las clases de educación física: ella me ganó.
Sus manos fueron a mi cabello y lo jaló muy fuerte, con sus rodillas me golpeaba en los costados fuerte, no sentía aire, caí al piso y ella me arrastró del cabello al lugar donde nos encontrábamos antes.
No entendía que estaba pasando, todo ocurría muy rápido y no le encontraba el sentido a nada. Ella era mi amiga, y ahora estaba golpeandome y actuando como una psicópata. Quizás sólo era un chiste de mal gusto pero no lo entendía, tenía el peor de los presentimientos. Esto no era algo normal.
Cuando sentía pocas esperanzas, escuché a Marta, nuestra vecina tocar la puerta y gritar desde afuera si todo estaba bien, pero el hombre de negro se tiró al suelo y tapó mi boca, yo intentaba gritar, empujarlo pero a cambio él me regalaba pequeños golpes en los brazos.
-¡Si pasa algo pueden llamarme! Tienen mi número- mi rubia y anciana vecina dijo esto momentos antes de alejarse e irse.
El sujeto me destapó la boca, grité inmediatamente pero ellos rieron: estábamos sólo nosotros nuevamente.
-Ay, miren a la puta gritando, ¡¿así gritabas hace un mes en México?!- dijo la chica con su voz cargada de rabia.
-No sé de que me hablas, te lo juro- dije sollozando.
-Siempre haciéndote la mosquita muerta, eres una perra maldita, pero si eso no lo recuerdas porque no hablamos de algo que sí, no llores, te mereces ésto, sabes bien lo que hiciste, ¿o ya se te olvidó? Mira tu puto tatuaje y recuerdalo, no eres una santita, si alguien lo cree está equivocado, ¡MÍRAME Y NIEGA QUE ESE TATUAJE EN TU NUCA NO SIGNIFICA NADA! sabes bien lo que hiciste y eso no lo puedes ocultar- mi nuca, mil recuerdos llegaron a mi mente por dicho tatuaje: la luna.
-Sé que me equivoqué, cometí un error gigante, pero...- no pude terminar de hablar, lloré más fuerte que nunca, las lágrimas y la sangre se mezclaban.
Ella apuntó el arma a mi frente, su mirada no reflejaba odio, sino felicidad, realmente quería hacerlo, derramaba satisfacción.
-Tus últimas palabras...- me dijo sonriendo.
Pensaba en mi mamá, en papá, Vale, en lo que había hecho, en el dolor de mi cuerpo, pero a lo lejos escuché algo que se profundizó unos segundos después...
Una patrulla de policía.
Mis ojos se abrieron como platos y miré a quien me apuntaba, su expresión cambió, estaba asustada.
El hombre se agachó y tapó mi boca. La chica corrió, no la seguí con la mirada para saber a donde fue. Mis ojos se posaron en la puerta, donde el policía daba golpes buscando una respuesta, era mi única salvación, lloraba sin parar.
Después de unos segundos intentando que los habitantes le abrieran la puerta, sentí como el hombre de negro me soltaba la boca y caminaba hacia la puerta... Se había rendido, sabía que entrarían en cualquier momento si pedía refuerzos, estaba shockeada, intenté levantarme pero no pude, me dolía todo.
Abrió la puerta.
-Buenas tardes, disculpe, me llamaron los vecinos para reportar un problema...- el policía observaba la casa medio destruida, hasta que sus ojos se encontraron con los míos- ¿por qué tiene sangre en la nariz señorita?- caminó hacia mi, estaba apunto de hablar y decir todo, esperando que este fuera el final y él mi super héroe.
Todo lo demás pasó muy rápido, se nubló en mi mente.
Vi al hombre de negro acercarse y empezar una discusión de palabras con el policía, quien intentaba tomar sus brazos para ponerle unas esposas, ambos ejercían fuerza contra el otro. El hombre de negro se alejó unos pasos.
La última imagen que vi fue a la chica acercarse con una roca de sal gigante que coleccionaba mi papá en los estantes de su habitación.Con ella golpeó la cabeza del policía.
Y yo me desmayé.____________________________________
Holaaa, ya sé que ayer dije que en la noche pondría el capítulo, ya lo tenía escrito pero justo cuando lo iba a subir, una de las personas que más admiro vio mi cover de su canción y lo citó, ¿entienden mi felicidad? casi muero olvidé todo y luego me quedé sin datos jaja, es culpa mía (Bela), pero acá está, el otro fds esperen nuevo capítulo o capítulos, les recomiendo que re lean la ff, es importante para que entiendan la continuación de la historia, por eso estos dos capítulos fueron recuerdo y pensamiento, para que tengan el tiempo de leer.
¡LOS LEEMOS! o como diría Poli ¡os leemos joder! Jsjajaja buena tarde. 💞
Para querer actualizar realmente lo único que pedimos como motivación son comentarios, para tener ideas, saber si les gusta, etc, por fi comenten lo que quieran.
Twitter: @cachemyluck @IsabelaPig
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¿Confías en mi?
Fanfiction-Amo a Poché, pero necesito hacer esto... -Es lo correcto Calle... // -Cada que ella no está, alguien muere, ¡abre los ojos! -Ella no haría eso, es buena, amable, ella NO HARÍA ESO. // -Ya te lo he dicho Daniela, yo no he matado a nadie, ¿confías...